Sierra de Albarracín. Día 1.

Albarracín- Pinos de Rodeno- Valdecuenca- Toril- Masegoso- San Pedro- Cascadas y Ojos del Cabriel- El Vallecillo- Frías de Albarracín- Refugio Caño Capitán
Fin de semana de bicioaventura en compañía del Capitán Pedales por las extremas sierras de Albarracín. En esta ocasión trazamos un track a la medida para poder salvar en un fin de semana en el que se esperan temperaturas bajo cero. Una invernal en toda regla.
La salida en subida por asfalto hasta el Mirador de la Escombrera. Luego pistas venga a subir hasta ganar el puerto de Valdecuenca. A la bajada entramos en el pueblo del mismo nombre, muy animado, y luego por el Barranco Del Río Zarzoso ganamos Toril y más adelante Masegoso-, dos pueblecitos pequeños y como dormidos. En la Rambla del Molino se cruzan en nuestro camino dos hermosos ejemplares de ciervo. Impactan tan cerca y elegantes. Seguimos nuestro rodar y entramos en una planicie donde nos topamos con el impetuoso río Cabriel, que cruzamos por un puente de madera y del otro lado visitamos el Barrio de San Pedro. Siguiendo el curso del río llegamos al Molino San Pedro, con su acueducto y su impresionante cascada, y aún más arriba visitamos los Ojos del Cabriel y alguna cascada más. Una zona espectacular. Salimos de la misma en potente subida para ganar El Colladillo, y a su caída entramos en el pueblecito de El Vallecillo, que contiene un tesoro llamado BAR. En la puerta al sol juegan los lugareños al dominó, y aunque es ya tarde no tienen inconveniente en prepararnos unos platos combinados que nos saben a gloria. La salida del pueblo siempre en subida. Por pistas abiertas hasta el Puente de los Carros. Cruzamos el Cabriel. Estamos en el epicentro de los Montes Universales. Seguimos en subida y del otro lado de las montañas avanzamos por el Barranco del Pilancón. Esto parece no tener fin cuando divisamos una enorme planicie. La bordeamos y cambiamos de dirección para llegar a la Fuente del Buey, una surgencia enorme de agua, con su Área Recreativa y lo que parece ser una antigua ermita. Reponemos agua y entramos en la enorme vaguada. El camino casi desaparece, y avanzamos penosamente sobre una pradera colmatada de agua, con riachuelos aquí y allá, lagunillas, y hielo. Mucho hielo. Con temor a quedar anclados sin poder avanzar y con la noche en ciernes ganamos algo de altura y en un recodo divisamos por fin el pueblo de Frías De Albarracín. Las luces de las calles y nadie en ellas. Preparamos nuestras luces y entramos en el Barranco de la Hoz. No hay apenas desniveles, pero si mucha agua. Dos o tres puentes y algún vadeo del río para llegar por fin al Refugio Caño Capitán, nuestra morada por esta noche.