Serra do Xurés (Ourense). 4ª Etapa: Santo André a Orense

Dificultad física moderada. Dificultad técnica moderada.
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Después de dejar la aldea rural de Santo André nos adentramos en un paraje realmente privilegiado, un bosque repleto de especies autóctonas de Orense (wp01). Más tarde, por caminos de fácil ciclabilidad llegamos a la subida de monte Alban (wp02) para continuar hasta Sabariz (wp03). Visitamos aquí su iglesia-cementerio con su genuino estilo gallego. En algún momento nos encontramos con caminos que se ha cerrado por la exuberante vegetación (silvas, ortigas y helechos) favorecida por las lluvias de la primavera (wp04). Salvados estos pequeños retos seguimos la subida al Monte Riba (wp05). Una vez finalizada esta comienza un rápido descenso por pistas y caminos que nos adentran en otra zona realmente privilegiada, los bosques de Limia hacia Allariz (wp06). La profusión de su vegetación es tal que el sol los penetra con dificultad. Llegamos en breve a O San Salvador (wp07). A su entrada nos encontramos con apartado rural con múltiples ejemplares de asnos que son empleados en programas de “asnoterpia” para personas con diferentes deficiencias psicofísicas. Abandonamos esta típica al tiempo que vanguardista población de O San Salvador bajando por un segmento que también es original (aunque ya lo hemos visto en otras zonas de Galicia) y que consiste en un firme granítico con la particularidad de que en él están grabadas las huellas de las ruedas de las carretas que con su paso continuado le han ido desgastando (wp08). Así abandonamos el monte por el que discurre este bonito y divertido camino en un punto donde se encuentra con el Camino de Santiago (wp09). En poco más de dos kilómetros estamos en Allariz. En su plaza, enfrente de la iglesia de Santiago (wp10) un avituallamiento y pequeño descanso en uno de los bares para emprender de nuevo al ruta y dejar esta preciosa ciudad por el puente que cruza el río Arnoia (wp11). Durante 5 km tenemos subida pero con un desnivel positivo discreto de 186 metros. Una vez superados estos kilómetros de subida empieza un descenso hacia tierras donde vamos a contemplar un paisaje totalmente distinto al que hemos visto en los bosques de Limia: anchos caminos, firme muy seco y polvoriento, donde los robles (carballos) no están aglutinados como en los bosques sino que se encuentran separados entre sí adquiriendo una disposición que recuerda a la de las dehesas salmantinas o abulenses. Así nos encontramos con el primer puente del ferrocarril (wp12) y un poco más adelante con el segundo puente que vuelve a cruzar la vía del tren en las inmediaciones del polígono industrial y subestación de San Ciprián. Superado ese punto ya sólo nos que una dificultad en bajada técnica por el estrecho sendero que discurre por un pinar. Finalizada esta comenzamos a entrar en Orense. Llegamos de nuevo al puente romano que cruzamos hace cuatro jornadas y tomamos la foto de fin de ruta.

Realmente ha merecido la pena. Cuatro jornadas duras pero divertidas donde hemos podido combinar la práctica de nuestro deporte favorito, estrechar los lazos de amistad en un entorno natural privilegiado que nos ha ofrecido, además, gran cantidad de elementos culturales de diverso y edificante contenido.

Una vez más queremos expresar nuestro agradecimiento a Raúl, organizador de la ruta, y quien a través de Rutas de Ourense (rutasdeourense.com) nos ha posibilitado disfrutar de los valores señalados arriba y de un sinfín de ellos que habrán quedado, sin intención, en el tintero.

Os animo a realizar esta pequeña aventura, seguro que no quedaréis decepcionados. ¡Adelante!