Sendas entre Viguera y Clavijo

Entre cerro Arao y Clavijo.
No hay duda que el camero es una de nuestras zonas preferidas, paisajes, espectaculares vistas, bonitas sendas, ascensos y adrenalina, y conjunto ideal para nuestro deporte favorito.
Esta ha sido una de nuestra rutas del “efecto mariposa”, a lo que salga en dos palabras. Así que ascendemos a los corrales de Cerro Arao por la senda de las canteras y por la de los corrales a peña Saida, descenso por la senda de Luezas, y vuelta a casa por Clavijo.
Así que iniciamos nuestro camino dirección Alberite por la senda del Iregua, ya que el camino esta en obras y es intransitable en algún tramo. De Alberite continuamos por los habituales caminos que nos llevaran a Viguera, primera parada y a continuar hacía las canteras, ahora empieza la verdadera diversión.
En cuanto convergen el camino del pueblo y el de iberplaco, nos salimos de él a la izquierda para iniciar una fuerte ascensión a la cantera, siendo el tramo final el más complicado, así empezamos a calentar motores para lo que queda.
Llegados a la cantera, seguimos dirección cerro Arao y antes de salir, entramos en la senda de los corrales de cerro Arao, en un principio con un fuerte ascenso, pero posible, luego el resto es bastante más llevadero sin dejar de ser entretenido y agotador.
Llegamos a la pista y seguimos en ascenso por ella, en la primera curva, volvemos a entrar en la senda, que nos subirá al inicio de la senda de Luezas. Este ascenso no tiene ningún punto extremo de desnivel, pero el cansancio del anterior se nota, y aquí tenemos los obstáculos en forma de piedra y escalones, aunque teníamos el terreno bueno y íbamos subiendo poco a poco no sin dificultad y algún apoyo de pie.
Arriba vistas impresionantes, y empezamos el descenso a Nalda, esta senda tiene poco que decir, siendo el primer tramo, el que nos deja unas vistas esplendidas, y es el más técnico y rocoso, con alguna curva complicada, al menos para mí, Sergio demostró que ni tanto. Luego se va convirtiendo poco a poco en una senda boscosa, rápida y muy divertida.
Llegados a la pista, y dada la tempranez de la hora, decidimos volver por Clavijo, y olvidarnos del aburrido camino del Iregua. Así que para arriba por pista, el primer kilómetro desde aquí es algo exigente, y luego es más llevadero, así que ascendemos directamente hasta los enterramientos megalíticos de peña Guerra, y allí seguimos ascendiendo por la senda de los enterramientos, ascenso bastante llevadero y cómodo, volvemos a la pista y cruzamos el cortafuegos, para pillar el atajo de Víctor, ahora el tramo alto a pesar de los destrozos de los de la leña, ya es 100% transitable, aunque algún palo estorba, se va bien y rápido, finalmente salimos a la pista de Clavijo.
Bordeamos Clavijo por unos senderos, para culminar el día, y seguimos directos a la Unión, Alberite y para casa, esta vez por Lardero.
Ruta entretenida, muy exigente físicamente en tramos, con dificulta técnica alta, en ascenso y descenso, vistas espectaculares y muy divertida a tramos.

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