Senda del Santo, San Roman, Izki, Logroño.

Cuando volvíamos de nuestra anterior ruta por el parque de Izqui, se me quedo en el paso por Korres un cartel que ponía ‘San Román’, una buena alternativa, ya que a San Román se puede ir por el Gr1 y se puede volver por cualquiera de los de Izqui, o por el mismo desfiladero de Korres.
Una vez revisado, era evidente que el sendero era para bajarlo, ya que había que subir a la peña de Arregui, a la izquierda de la Muela de San Román, la peña que da refugio a la ermita del Santo, de echo es la misma senda del Santo en el desvió que baja a Korres.
Dicho y hecho, como pensaba subir por el Gr1 de Angostina, había que bajar por otro lado y la mejor opción el sendero de Marañón, algo técnico en su primera parte, en Marañón enlazar con el Gr1 a San Román, San Román a Korres por la senda del Santo, y desde allí a Quintana por la senda del Ullibarí y finalmente por la de los Arrieros, de Quintana a Angostina y de Angostina nuestra tan rodada subida por el Gr1 que nos deja en el paso de la Horca o el puerto de La Aldea.
Teniendo el recorrido en mente sólo hay que ponerlo en práctica. Haya vamos.
Salimos de Logroño por el habitual camino de subida a Lapoblación, buenas pistas, y en muy buen estado, la gente está animada y el ascenso al pueblo lo hacemos por la cuesta del Soto, y paramos en su fuente a comer y tirar unas fotos, subida dificultosa por la cantidad de piedra suelta (creo que esta vez había menos) y el desnivel.
En Lapoblación seguimos por el camino del cementerio y al llegar a la pista asfaltada nos vamos a la derecha y sin entrar en la carretera cogemos del sendero de Marañón, la única dificultad es su principio, con algún escalón con mucha piedra suelta, después es más fácil y rápido, que nos deja en la pista que nos baja rápidamente a Marañón.
De Marañón, salimos por la casa del terror, a buscar el Gr1 que viene desde Angostina, y lo cogemos a la altura de la balsa.
Seguimos ya, por caminos no en tan buen estado, cruzando algún que otro rio, y en continuo ascenso, con alguna rampa bastante exigente, hasta enlazar con una pista en buen estado, donde podemos ver nuestra siguiente cima, San Román y su escolta de piedras, la Muela y Arregui.
Salimos de San Román en bajada que nos deja en la carretera, unos pocos metros por ella, y salimos por un camino a nuestra derecha, que en buen estado y con mucha pendiente nos va ascendiendo a Arregui, pasada la cantera es donde tenemos el mayor desnivel y peor terreno, hojas, piedras, ramas, hasta que llegamos al cartel indicador que nos lleva a Korres, o a la ermita del Santo, nos vamos a la izquierda hacía Korres, gran desnivel y los últimos metros nos ponen pie a tierra, son sólo unos metros, pasos la portilla y llegamos al mirador. Otro descanso y unas fotos.
Iniciamos la bajada, impresionante, maravillosa, fácil, y eso que estaba húmeda y con muchos palos, larga, larga, larga, la verdad que no me la esperaba así, impresionante, imprescindible, aunque sólo se vaya a hacer la senda, ha merecido la pena todo el viaje.
En Korres, vemos desde lo alto su famoso desfiladero, y nos vamos a la izquierda buscando los sendero que nos llevarán a Quintana, hacemos unos kilómetros por pista y entramos en el sendero, marcaba Quintana 5 km, fueron eternos. La nieve ha caído mucho en la zona, y ha roto muchos árboles, y doblado mucho matorral al interior de los estrechos sendero, esto nos hizo bajarnos de la bici en multitud de ocasiones, menos mal que eran sólo 5 kilómetros que nos costó casi una hora, siendo del interior del parque, imaginamos que no tardarán mucho en limpiarlos.
De Quintana, salimos por una pista en muy buen estado y con gran desnivel que nos lleva después del enlazar con un pr, del que sólo vemos una señal con Angostina.
Conocida subida del Gr1, y como siempre muy exigente el primer kilómetro, pero un ascenso bonito, como pocos, aunque a algunos ya se le empiezan a atragantar los kilómetros, seguimos por el que va paralelo a la carretera y la cruzamos para seguir por el que nos lleva al paso de la Horca.
Salimos a Meano y desde aquí cogemos los habituales caminos que nos llevan a Logroño, los mismos por los que habíamos subido.

Ruta impresionante, terreno duro y técnico en tramos, técnica la bajada a Marañón, y una gozada la bajada a Korres, los sendero a Quintana son una gozada sin apenas desnivel, una pena que nos lo encontráramos destrozado, sino tranquilamente cuesta media hora menos, si vais con tiempo merece una parada el Roble Gordo, y la ermita del Santo. Los ascensos duros, corto el de Arregui y más largo el de Angostina, no llega a 2000 metros de acumulado pero parecen más.