SELLA

Quedamos junto al Cementerio Municipal de Sella y comenzamos por asfalto hacia la Font de l’Alcàntera, girando a la izquierda por el Pont de la Carinya, cogiendo pista por La Solana y en paralelo al Barranc de l’Arc. Espléndidas vistas del Divino frente a nosotros, bañado por el sol, los compañeros comenzaban a comprender de qué iba la ruta.
Cortito tramo de senda y seguimos pisteando hasta coger el PR-CV 12, ahora asfaltado, vislumbrando las paredes de roca a nuestro alrededor, un tesoro de la escalada alicantina. El lugar es bonito de veras, con el Puig Campana y els Castellets siempre presentes.
Pasamos por la Casa del Collado, con su inmensa pared a nuestra izquierda y seguimos la pista en ascenso hasta Les Cases del Golerò, donde un giro a la derecha nos interna en una senda cortita y en ascenso, con una entrada en escalón muy chula.
Lo que vino a continuación dejó a más de uno sin habla porque, de repente, se abre ante ti un abismo muy estrecho entre dos paredes recorrido por un sendero serpenteante de pendiente muy considerable que impresiona casi tanto como el cartel de “bajada peligrosa” en su entrada.
Desmontamos, disfrutamos del lugar y comenzamos a analizar la bajada, y como los fotógrafos son siempre los probadores de las sendas pues son los que se adelantan a buscar el punto de disparo, fue Chema quien hizo de crash test dummy, comprobando que las curvas iniciales eran difíciles pero que, el paso siguiente de la recta posterior, era factible una vez examinado. Abrió la puerta a los demás, que no tuvimos excusa para no hacerlo. Gracias.
Los compañeros fueron sorteando curvas con suerte desigual, observando su descenso desde arriba los que quedábamos por detrás ya que teníamos una vista privilegiadañ. Aplaudimos a rabiar a Ángel de Tavernes y a Joan, que pivotando, pivotando, fueron pasando casi todos los giros.
Del Pas del Golerò decir que es una pasada, uno de los lugares más bellos por el que rodaremos nunca, pese a que se ruede poco, más bien se patea. Vean las fotos y alucinarán.
Corto ascenso al Mas del Sanxet de Baix, con una pequeña parte a pie. Salida a la pista del PR-CV 15 y pusimos rumbo al campamento budista, de nuevo en ascenso cómodo y por lugares bonitos de veras, una constante a lo largo del día, dejando de lado la visita a la Font del Morer puesto que no tiene agua y no valía la pena.
Es tras pasar el Mas del Papatxí, y abandonar el Camí del Sanxet por la derecha, cuando la ruta cambia completamente y entramos en las sendas de forma decidida, pues apenas tocamos otra cosa en los próximos doce kilómetros. Comienza el festival.
Primero por un precioso sendero ascendente al Collado del Papatxí con unas increíbles vistas a la derecha para disfrutar, tras coronar, de un corto pero técnico descenso inicial al Mas de la Carrasca.
Llegada flowera al Mas y bajamos al Camí de Sacarés, poniendo rumbo a La Foia Cabal.
Continuamos dirigiéndonos al Coll del Llamp, en un último esfuerzo ascendente que valió mucho la pena al llegar al alto y poder disfrutar de las vistas de Benidorm, y el mar, a nuestros pies. Lo siguiente era el descenso al Coll del Pouet, que logré completar hasta el paso estrecho entre las rocas pese a lo suelto del terreno pues teníamos buenas indicaciones por parte de Chemari que, como siempre, se adelantó en la bajada.
Y pese a que alguna vez había pasado por mi cabeza, anonadado quedé al indicarme Sergi que el paso estrecho entre las rocas se podía bajar en bici y, de hecho, lo había realizado en alguna ocasión, por lo que probamos suerte.
Sergi y Chema, lo bajaron muy bien y llenos de decisión, el primero ya la había hecho, el segundo trabaja colgado todo el día y está más que acostumbrado a estos menesteres. Seguimos el descenso con el fin de llegar al Coll del Pouet e iniciar un nuevo ascenso, ahora muy cortito al Pas de La Rabosa, cuyo final también es técnico. Preciosas vistas desde lo alto y más bonita todavía la entrada a la bajada, con bonito escalón que realizamos mayoritariamente por la derecha, dejando la trayectoria más evidente por lo trabado de la misma. La bajada posterior es cortita pero divertida, con una serie de zetas, todas ciclables y una rama de arbusto a la derecha, en una de las rectas, que dio el susto a más de uno, incluido servidor, que aflojó el ritmo tras la sacudida y comprobar que todos los empastes seguían en su lugar.
La senda finaliza en el PR-CV 12, que seguimos muy poquito camino del Coll de Sacarés para coger la senda Fox, la gran trialera del día y la que nos sacaría mil sonrisas, que transcurre por la umbría dels Castellets.
Meteórico tramo inicial, con algún saltito fruto de los desvíos creados para dirigir el agua fuera de la senda y evitar los regueros, entrando después en la trialera de verdad que, en su primera parte, destaca su tramo final, donde enganchas algún salto con escalones, raíces…
El segundo tramo de la bajada todavía es mejor, si ello puede ser posible, pues es igual de rápido pero enlazas una zona donde hay paredes en las que apoyar la rueda redondeando las curvas a modo de peraltes, destacando un estrechamiento con bonito escalón. Aunque se han hecho desvíos con zonas nuevas nosotros seguimos por el trazado original, súper disfrutón y terminando con el consabido paso estrecho junto al pino a la derecha. Aquí la explosión de felicidad era patente, la gente flipaba con el descenso, bonito y disfrutón de verdad, antes de iniciar el tercer y último tramo, que también es el más flojo, por desgracia.
Y es que tiene bastantes metros de ascenso en su inicio y pedaleo en muchas zonas, si bien también lo gozamos en ciertos tramos pese a un paso que nos encontramos por sorpresa, muy estrecho y entre dos rocas, en el que más de un cambio debe haberse quedado por allí.
Sí recordé el paso entre los dos árboles, donde una vez ya toqué y a punto estuve a irme rodando. Por la Casa del Xarquer llegamos de nuevo al asfalto para realizar el último ascenso del día, cómodo y de unos dos kilómetros de longitud. Abandonamos el asfalto para coger pista y encontrar nueva entrada a la senda con la que solemos acabar la ruta y que evita pasar junto a casa de campo, senda corta y divertida, con curva a la izquierda con escalón interesante y salida al Pont de la Carinya, donde ya solo nos quedaba volver a Sella degustando las sendas vividas pero sobre todo, el entorno visitado.
Abrazos y saludos de despedida que alargamos un poquito más en el “Bar María” de la localidad, donde disfrutamos de un rico arroz con pollo en una terraza con preciosas vistas a buen precio, siendo lo único mejorable los calamares, que eran de Findus.
En definitiva, una preciosa ruta al más puro estilo “Enduro Old School”, en un paraje inigualable, que hizo las delicias de todos los que allí fuimos para disfrutarla, una maravilla en pleno interior de las montañas alicantinas que bien podría estar entre las mejores de nuestra “terreta”, debido a su espectacular belleza. Sin lugar a dudas, a la altura de rutas de tierras más norteñas (Pirineos, Picos de Europa….)

Ruta circular desde Sella pasando por:
- Font de l'Alcàntera (1.5 km)
- Coll Blanc (5.9 km)
- Pas del Goleró (6.8 km)
- Font del Morer (7.8 km)
- Collado Papatxi (10.0 km)
- Penya del Morer (10.9 km)
- Cova de la Moscarda (14.1 km)
- Collado del Llamp (14.8 km)
- Coll del Pouet (15.6 km)
- Pas de la Rabosa (16.2 km)
- Collado Sacarest (17.4 km)