Segovia - Nava de la Asunción (V.V. del Valle del Eresma)

Dificultad: fácil
Distancia: 49 kms
Tiempo invertido: 3 horas descontando 30' de descansos. A buen ritmo puede hacerse en 02:30
Aunque hay V.V.'s más bonitas, la ruta de hoy ha sido muy especial. Como iba sólo, he dejado el coche en Nava y Araceli nos ha subido a mi gordita y a mi al inicio de la V.V. en Segovia en su taxi adaptado, así que sin problemas de espacio. Además, por la misma distancia en otros lugares de España me han cobrado 10 ó 15 € más ;-)
En la ruta no hay agua ni un lugar donde tomar un refrigerio, así que llevar bien de agua. Por otra parte, la V.V. consigue sortear todas las zonas arboladas y bosques de pinos resineros que hay por la zona. Por tanto desaconsejable en pleno verano. Hoy la temperatura era de unos estupendos 17*C y alguna zona nublada. Yo he comenzando en Segovia porque en ese sentido la primera mitad es descenso con una pendiente muy tendida y cómoda, y después llaneando. El firme es de grava compactada, la mitad en buen estado de conservación, en la otra mitad hay bastantes kms con mucha vegetación en el centro y ambos lados dejando una estrecha senda en cada sentido. Menos mal que los cardos han quedado unos metros retirados ( lol ) Hay tres puntos de interés a lo largo de la ruta: (1) la antigua estación de Yanguas de Eresma en km 25 (hasta hace menos de dos años marcaba el final de la V.V.); (2) la antigua estación de Ortigosa en km 36, que conserva la sala y maquinaria del cambio de agujas, el mostrador de venta de billetes, la sala de espera, carteles informativos y marquesina de madera originales, aunque todo en estado de abandono lo que le da a todo el conjunto cierto aire fantasmagórico :-0; (3) bosque de pinos resineros del km 41 al 45 aprox. que forma parte del "mar verde" de la provincia de Segovia.
A unos 200 metros del final de la V.V., a la izquierda se divisa facilmente una casa amarilla muy cerca del camino. Es la Casa Rural "TIARA", de Araceli... sí, la misma del taxi (https://m.facebook.com/tiaracasarural/) Lo menciono en mi bitácora porque Araceli ha tenido la amabilidad de invitarme a ducharme, un par de cervezas fresquitas y un plato de callos con garbanzos en su casa rural cuando he llegado con la lengua llena de polvo del camino: quid pro quo.
No puedo teminar el relato de mi aventura sin mencionar a Gonzalo, un simpático jubilado de 71 tacos que se adhirió y nos hicimos compañía durante los primeros 30 kms de ruta hasta que el hambre y su tremendo bocata de sardinas (creo) le pudo, jajaja!