San Pedro-Riochico-Don Matías-Hatillo-Medellin

RUTA DEL MARRANITO
San Pedro-Riochico-Don Matías-Hatillo-Medellín
25 Marzo 2013

Ciclistas: Vicky Trujillo y Luis A Quiceno
KM: 82km
Tiempo: 6H:43´

Los “duros” del pedal, que la hacen desde Medellín, la conocen como la vuelta del marrano pero como nosotros la empezamos en San Pedro e hicimos parte de ésta montada por trocha decidimos llamarla, cariñosamente, la ruta del marranito. Si bien la hemos hecho unas tres veces, quisimos repetirla para marcarla con el GPS.

La jornada empezó a las 9:30 a.m. en "La Puerta Cultural del Norte", y "La Sixtina de Antioquia", como también se le conoce a San Pedro de Los Milagros.

Tomamos la calle que va a La Feria. Ascendimos un rato por una vía que da la oportunidad de disfrutar de los bellos paisajes que hay en la zona norte de nuestro departamento. Valga decir que estos paisajes son, en su gran mayoría, intervenidos y por lo tanto no son naturales sino “artificiales”. Aún así invitan a ser fotografiados una y otra vez.

Pasamos por el cruce que va a El Espinal y seguimos para cubrir los 33 km que hay hasta Don Matías.

Tras coronar uno de los altos, descendimos al muy pintoresco valle que forma el Riochico. Una vez en la base encontramos la primera de dos marcadas divisiones. En éste punto, ubicado a 10km del casco urbano, hay una pequeña tienda en donde proveerse de víveres.

Allí está también la posibilidad de hacer un circuito que va por la Represa y vuelve a San Pedro por la carretera que conduce a Entrerríos; o seguir hasta el “Pueblo Blanco” como se le dice también a Don Matías. (10:52 am -10km-1H:14´)

Nosotros nos decidimos por la segunda opción y para ello empezamos a remontar éste vallecito. Es puntual decir que la topografía por ésta zona se caracteriza por una serie de columpios fáciles de sortear.

Varios km adelante, justo en la entrada a una finca llamada “Valladales” encontramos una segunda división cuya vía a la derecha sigue a las Torres y la de la izquierda continúa al pueblo.

Más allá, casi llegando a Don Matías, entramos a predios de EPM. Por aproximadamente 5km rodamos por una carretera trazada en medio de un bosque que hace parte de la Represa Riogrande II y que, desde hace rato, se convirtió en destino eco-turístico de ésta parte del departamento.

Un poco antes de llegar a Campamento, que es el punto donde ésta vía
empata con la carretera pavimentada que viene de Entrerrios; hay un giro a la izquierda que da la posibilidad de entrar a la Represa.

Como la idea era llegar a Medellín pedaleando, optamos por seguir derecho. En el cruce 1:28 p.m. -24km-3H de pedal.

En mente teníamos la idea de bajar a Medellín por una vía destapada que va por las Ánimas y desemboca a La Tasajera pero para hacerlo debíamos girar a la derecha varios km antes de llegar a Don Matías.

Ésta buena opción la tuvimos que dejar para otra oportunidad en vista de que no habíamos “tanqueado”, por eso decidimos seguir más bien a Don Matías para el segundo golpe del día.

Siendo las 2:30 p.m., con 33km rodados en 3H:39´; entramos a éste pueblo que desde hace años es reconocido, de manera internacional, por su industria de maquila y marcas propias que hacen de la confección su primer renglón económico. De otro lado su templo es realmente majestuoso y su paisaje verde transmite una sensación apacible.

Tras una suculenta bandeja emprendimos el regreso a Medellín por la vía pavimentada. Como eran ya las 3 de la tarde y sólo teníamos 3 horas de luz natural para cubrir los 49 km que hay hasta Medellín, decidimos no “ronciar” como siempre solemos hacerlo.

Con un bello atardecer bajamos a Hatillo. Durante el descenso sorteamos una serie de vientos que, encajonados en las curvas, desestabilizan las bicis produciendo una sensación de vértigo que jamás habíamos experimentado. Por esto bajamos con suma precaución para evitar una aparatosa caída.

Al Valle de Aburrá llegamos a las 3:57p.m. con 50km rodados en 4H:34´. Allí decidimos emprender el regreso por Hatillo ya que esta vía es mucho más solitaria y agradable pues da la posibilidad, entre otras, de recorrer parte de la rivera del Río Medellín y pasar por varios hatos que dan nombre al sitio.

Una vez en el Municipio del Señor Caído, tomamos la ciclovía para acabar de arribar a la ciudad y a eso de las 6:10 p.m., aún con luz natural, llegamos a casa tras otra buena rodada por el norte de nuestro departamento.