San Lorenzo Malagon Abantos Robledondo Zarzalejo silla FelipeII

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Hoy sábado he quedado con Joserra y con José Antonio para dar una vueltecita hasta Abantos y tomarnos una cerveza después.
A las nueve en punto nos reunimos en el parquin del Zaburdón, que además son las fiestas del barrio, para dirigirnos hacia el kiosko del tomillar y desde allí por la carretera que sube hasta el puerto del Malagón. A poco más de un kilómetro decidimos subir hasta La Penosilla por las zetas, en vez de hacerlos por la carretera de siempre. Estas zetas son 7 curvas a derecha que en unos dos kilómetros nos dejan en La Penosilla, merendero medio abandonado al que yo solía acudir de pequeño y que tiene unas vistas del pueblo magníficas. Es recomendable ir hasta allí simplemente para disfrutar de estas preciosas estampas a poco más de media hora andando desde el pueblo.
Retomado el aliento continuamos camino hasta vislumbrar la cruz del niño Pedrín a la altura del segundo mirador, pasar por la fuente de la Concha, los Llanillos y acometer las duras rampas hasta el Malagón. Una vez allí, nos despedimos de unos bikers de Majadahonda que se dirigen a Robledondo para volver a subir de nuevo al Malagón y visitar el Pico de Abantos.
Nosotros continuamos por la misma carretera hacia Peguerinos, para tomar la pista de subida al Cervunal. Tras 3 kilómetros, llegamos a dicha fuente, y cogemos el sendero a nuestra izquierda que nos lleva entre pedregales hasta la misma cruz del Abantos. Platanito y barrita, fotos y parabienes desde allí. Es una suerte poder subir hasta aquí con este día tan soleado, porque las vistas son espectaculares: Desde La Pedriza, hasta Gredos. Un ángulo de 180 grados con un radio de 50kms. A lo lejos las incondicionales torres de la nueva silueta de Madrid nos saludan entre la neblina del horizonte.
En diez minutos estamos listos `para desandar el camino hasta el comienzo de la pista y de allí al puerto del Malagón de nuevo y, tras cruzar la puerta a nuestra derecha, coger pista hacia Risco Alto. Bordeamos el risco y llegamos por una bajada rápida hasta Robledondo, donde nos encontramos con el grupo de ciclistas de antes, ya sin ganas de volver a subir hasta el Abantos. Por una veredita muy divertida llegamos a La Cruz Verde, donde sin ni siquiera parar, accedemos a la finca de la Antigua Mina (en verano hacen unos teatros la mar de curiosos, donde se nos unen los de Majadahonda, y continuar camino hacia el camino de San Lorenzo que viene desde Robledo de Chavela. En esta bifurcación nos despedimos del otro grupo y continuamos hacia Zarzalejo por pista, para después de atravesar el pueblo, accedemos por el camino de la calzada Romana hasta La silla de Felipe II, y desde allí por la carretera antígua de la silla salimos a la carretera de Avila para cruzar el monasterio y llegar a nuestro bar a por las consabidas y fresquitas cervezas.
Ruta de casi 50kms que se agradece en días tan soleados como el de hoy.