San Bartolomé de Gorostieta - Muskitz - Gulina. Desde Olza

Una exigente ruta desde la Cendea de Olza, pasando por los Valles de Juslapeña e Imotz.
Con tramos de carretera y también muchos caminos entre hayedos.
La idea era llegar hasta Oskoz, pero gran parte del camino desde Musquiz está imposible de transitar porque han cortado hayas que están sobre la senda. Es muy difícil hacerla incluso a pie. Quizás más adelante limpien esa zona. La ruta es para hacerla en tiempo seco. Con lluvias sería muy difícil hacerla sobre todo a partir de la Ermita de San Bartolomé.

Salimos de Olza rumbo a Ariz, pasamos el bosque de Orderiz, Aldaba y la gasolinera de Zuasti. Por una pista llegamos a la carretera nacional que cruzamos con precaución y nos toca rodar ahora por la carretera de Osinaga.

Poco antes de llegar al pueblo nos desviamos por una pista que nos subirá directamente a esta localidad.
Al lado de su fuente pasa un camino que, con algún tramo técnico que nos subirá a la pista del repetidos de Osácar.

No haría falta subir hasta el repetidor pero las vistas desde allí son magníficas. Del repetidor descendemos un poco hasta encontrar la senda entre hayedos que nos dejará en la ermita de San Bartolomé.

Para acceder a la zona de la ermita tendremos que abrir una puerta, que será una de las muchas que nos encontremos por el camino.

Desde la ermita nace una senda, un poco pedregosa y técnica al principio pero va mejorando, con lluvias recientes sería muy difícil descender. La senda, también entre hayas, va descendiendo hasta llegar a Múzquiz.

En esta localidad, otra vez por carretera, pondremos rumbo a Oscoz, pero a medio camino decidí regresa a Musquiz por una senda que nace al pie de la carretera.
La idea era haber ido a Oscoz, pero de momento, no merece la pena hasta que no limpien de leña esa parte de la ruta.

De nuevo en Musquiz, tomaremos la carretera de Cía hasta encontrar un desvío a la derecha para internarnos de nuevo entre grandes hayedos.
Un largo recorrido entre caminos y sendas por bosques de hayedos con algunas rampas muy exigentes y unos descensos no excesivamente técnicos. Algunos tramos con roderas que hacen difícil pedalear y mantenerse sobre la bici mientras vamos subiendo.

Es un recorrido impresionante y bastante agradable eso sí con terreno húmedo debe ser muy duro. Esta parte del recorrido termina en Aguinaga al piede de la Trinidad de Irurzun.

Por carretera iremos a Gulina y luego por pista de cemento hasta su viaducto y recorrer una parte del Camino del Plazaola.

En Erice abandoné este itinerario y con mucha precaución volví a cruzar la carretera para dirigirme a Ochovi y luego de nuevo a Ariz cruzando la Sierra de Zabalgaña.

Desde Ariz por el mismo camino que a la ida volvemos de nuevo al bonito pueblo de Olza.