Ruta entre Albendín y los Noguerones, pasando por el embalse de Vadomojón.

La ruta empieza desde Albendín. Al salir del pueblo, cruzamos el puente, y justo después cogemos el camino que nos lleva a los cortijos de Suerte Alta y al Vado Jaén. Nada más entrar veremos las salinas que se nos quedan a la izquierda. Poco más adelante, giramos a la derecha, para continuar por los caminos a través de la finca de Suerte Alta. Subimos hasta lo más alto, desde donde iremos apreciando unas magníficas vistas del embalse de Vadomojón. Continuamos el camino, hasta llegar a los Noguerones, donde se podrá hacer una pausa si se desea.
Desde los Noguerones salimos por el camino de la margen derecha del río, y pronto encontraremos la cola del embalse. Una imágen muy bonita. Seguimos un par de km por la cola del embalse, y cogemos un carril a la derecha, para volver a subir. Una vez más la ruta transcurre por los caminos de Suerte Alta, y esta vez cogemos un camino a la derecha que nos llevará hasta el cortijo El Donadío. Cruzamos la carretera, y nos encontramos con otro cortijo casi abandonado (no recuerdo el nombre). Atravesamos el cortijo por el camino que hay en medio de los dos edificios, y seguimos todo recto por los olivares de campiña alta. Justo cuando nos encontremos con las primeras sementeras, giraremos a la izquierda para cruzar un arroyo, y de ahí continuaremos hasta Valde Hocinos.
Desde allí bajamos hasta el cortijo de Suerte Baja (Cortijo Bajo). Donde podemos asomarnos al "puente de palo" que hoy en día ya es de metal. Desde allí seguimos por "la Pista" en dirección al puente de piedra, donde cogeremos la A-305 durante 1 km, más o menos. Dejaremos la carretera para coger el carril que nos sale a la izquierda, y que nos llevará, cruzando las huertas, hasta la parte de atrás de la calle Castro.

Es una ruta que discurre principalmente por campiña alta y olivares, pero en la que podemos encontrar también alguna sementera y algunas huertas.

En la época que la hice, había infinidad de conejos pequeños. Era la época de cría. También pude ver bastantes lagartos, y por supuesto, al acercarme al río y al embalse había mucha más fauna avícola.