Activity

Ruta del cocido (Winter edition): Andavías, cercanías de Palacios (por el embalse), puente de Manzanal, los Cabriles, Andavías.

Download

Author

Trail stats

Distance
19.79 mi
Elevation gain
1,020 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
1,020 ft
Max elevation
2,719 ft
TrailRank 
21
Min elevation
2,196 ft
Trail type
Loop
Time
3 hours 7 minutes
Coordinates
932
Uploaded
December 4, 2019
Recorded
November 2019
Be the first to clap
Share

near Andavias, Castilla y León (España)

Viewed 39 times, downloaded 0 times

Itinerary description

Pues hoy hemos tenido el típico reto que había que llevar a cabo sí o sí. Habíamos quedado hacía meses para hacer una ruta alrededor de Andavías para luego comer un cocido contundente. La comida estaba encargada, así que no quedaba más remedio que salir para merecerla. La previsión del tiempo era nefasta: lluvia toda la mañana y viento fuerte. Pero ya os digo que, con la madurez que nos caracteriza, decidimos salir a toda costa porque somos medio de Bilbao y no nos arredramos por cuatro (o cuatromil) gotas de nada. Para mí, ademas, suponía volver a encontrarme con el Manolón y no estaba dispuesto a dejar pasar la oportunidad. Salimos con bastante retraso mientras esperábamos a José Antonio (José Carlos, Javier Manso y Turiel se rajaron porque no son tan valientes como nosotros). Yo ya estaba empapado y muerto de frío, deseando empezar a rodar. Cuando lo hicimos, nos metimos hacia el embalse y nos recibió una bonita bofetada de agua y viento de cara. Seguimos en paralelo a la orilla por las cercanías de Palacios del Pan por terrenos no demasiado conocidos y muy bonitos, con alguna parada de vez en cuando para afotarnos. Desde ahí pasamos por detrás de Palacios hasta el bosque que hay entre el puente de Manzanal y el viaducto, un sitio precioso. A esas alturas ya nos daba igual todo, y pisábamos los charcos despreocupadamente. Era como volver a la infancia. Con tanta agua -suerte que no habia barro- el ritmo era necesariamente lento, pero así y todo pudimos disfrutar de alguna bajadita potente y divertida (y con su peligro). Hablando de ritmo, mi pulsómetro se había caído hasta la barriga, así que no podía controlar el esfuerzo como hubiera querido mi amigo Chema, qué le vamos a hacer. El ambiente era fenomenal, de bromas y risas, e incluso el sol parecía que iba a salir a calentarnos. Fue un espejismo, una pena. La lluvia y el viento volvieron a arreciar con fuerza cuando nos acercábamos al viaducto de Martin Gil por la parte de atrás. Una vez allí, última parada para inmortalizar el momento y regreso a casa. Ahora teníamos más ritmo porque el terreno es más llano, y eso que los charcos seguían estando por todas partes (incluso había alguno navegable). Enseguida llegamos a Andavías a darnos una buena ducha caliente para entonar el cuerpo antes del cocido que nos esperaba y que estaba riquísimo. Una jornada fenomenal, de esas para contar a los nietos (si algún día los tenemos). Y por cierto, que no se me olvida decir ¡viva el Manolóóóóóón!

Comments

    You can or this trail