Ruta Caleta Miramar/Chamiza/Automo/Correntoso /Chamiza/Caleta Miramar

Todo empieza hoy con esa brisa sur refrescante y un sol que se asoma entre nubes. La cita como siempre a las 10 en la “Caleta Miramar”, nido del emprendimiento de familias pesqueras con ayuda le traen a una clientela frecuente desde la clásica merluza y el congrio hasta un soberbio ceviche de caracol o de cochayuyo.
Lo de las 10 es referencial. Uno de nuestros compedaleros llega con más motivación que equipo y de no ser por otro miembro de la familia que le cede su máquina, hasta ahí llegaba su aventura.
Habiendo sorteado el camino costero hacia la playa de Pelluco y la cuesta que te deja listo para el resto de la vuelta en la Universidad Austral, nos encaminamos hacia Chamiza en donde el puente de la localidad y un bazar que provee de su material energizante, nos dan la bienvenida al segundo tramo, camino Automó – Correntoso.
Camino de ripio compactado por las lluvias recientes, pendientes suaves, uno que otro escaso vehículo particular hacen de esta ruta una escalada agradable de unos 150 msnm bordeando el río Chamiza y luego el Correntoso para llegar al hogar y reserva de los pocos ejemplares de bosque nativo con alerces de la región, la Reserva Forestal Parque Alerce Andino.
Un tocón de lo que habría sido un alerce milenario nos indica que ya se avecina el puente Correntoso. Pasando por la localidad con mismo nombre, nos reencontramos con el pavimento y una “suave brisa sureña” que nos dice que no va a ser fácil volver y el local de la “Tía Isabel” del que por hoy tendremos que prescindir de su plato estrella, el “Mc Salmón”.


Un intento de trabajo en equipo nos permitió atravesar el la cuesta que nos despide del sector de Polincay y nos dice que Chamiza ya está a unos kilómetros.
Ya en Chamiza nos aventuramos al último desafío, una última cuesta (para algunos) que te pide ese último esfuerzo para volver Puerto Montt, la cuesta de Coihuin con su pendiente cercana al 15%.
Ya conquistada esta cuesta, los compedales deciden sus rumbos, línea del tren hacia Valle Volcanes, Av. Regimiento a través de lomas de Pelluco o nuevamente el camino costero para despedirnos llegando a una caleta que nos despide terminando su jornada dejando su trabajo en la mesa de los puerto montinos y nuestro entrenamiento terminado.