Ruta al Castillo de Alcalá de Guadaíra
near Tablada, Andalucía (España)
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Itinerary description
Ruta que parte de Sevilla y llega hasta el Castillo de Alcalá de Guadaíra.
El camino empieza siguiendo el parque sobre el antiguo cauce del Guadaíra, continuando el carril bici hasta la pasarela que cruza la SE-30.
Al bajar la pasarela hay un desvío a la izquierda donde hay otra sección del parque Guadaíra. Esta sección está muy bien acondicionada y es muy tranquila, con muchos árboles y sombra, ideal para darse un paseo.
Siguiendo el carril bici llegamos a la Universidad Pablo de Olavide, donde hay algunas zonas muy buenas para hacer una parada y tomar algo, a la ida o a la vuelta.
Atravesamos la universidad y llegamos a un puente que cruza el canal. Al bajarlo hay que tener cuidado en la rotonda por si baja algún coche del puente.
Al salir de la calle hay que girar a la derecha y seguir por debajo de las vias de metro, no por la autovía.
Volvemos a cruzar el canal y se enlaza con el camino que lleva a Alcalá.
El camino puede ser algo arenoso o pedregoso según el tramo. Primero bordea el canal de los presos hasta que éste cruza el Guadaíra, y luego sigue bordeando el río.
Todo este tramo tiene muy poca sombra, pero cuando llegamos al camino Pelay Correa (señalado en la ruta) y en adelante, hay muchos más árboles a los lados que dan sombra.
Cuando llegamos al puente del dragón hay dos accesos para subir, uno justo antes del puente, y otro en zig zag después.
Para volver, lo podemos hacer por donde hemos venido, o bien cruzar el puente y conectar con un camino que bordea el río por la otra margen. Algo más complicado pero muy bonito.
Si volvemos por el otro lado del río, una vez pasado el bosquecillo de eucaliptos, el sendero se estrecha y la vegetación se cierra cada vez más, de tal manera que solo hay espacio para uno.
Hay que tener cuidado con los desniveles y piedras que sobresalen del suelo, del barranco a un lado y la alambrada de pinchos al otro.
Al llegar a los restos de un antiguo molino hay un pequeño paso por el que se puede volver al mismo camino por el que vinimos.
En general la ruta es bastante variada y divertida en cuanto al trazado, hay algunas pendientes, pero nada difícil. En algunos tramos hay bastante sombra y algunas zonas son muy bonitas.
El camino empieza siguiendo el parque sobre el antiguo cauce del Guadaíra, continuando el carril bici hasta la pasarela que cruza la SE-30.
Al bajar la pasarela hay un desvío a la izquierda donde hay otra sección del parque Guadaíra. Esta sección está muy bien acondicionada y es muy tranquila, con muchos árboles y sombra, ideal para darse un paseo.
Siguiendo el carril bici llegamos a la Universidad Pablo de Olavide, donde hay algunas zonas muy buenas para hacer una parada y tomar algo, a la ida o a la vuelta.
Atravesamos la universidad y llegamos a un puente que cruza el canal. Al bajarlo hay que tener cuidado en la rotonda por si baja algún coche del puente.
Al salir de la calle hay que girar a la derecha y seguir por debajo de las vias de metro, no por la autovía.
Volvemos a cruzar el canal y se enlaza con el camino que lleva a Alcalá.
El camino puede ser algo arenoso o pedregoso según el tramo. Primero bordea el canal de los presos hasta que éste cruza el Guadaíra, y luego sigue bordeando el río.
Todo este tramo tiene muy poca sombra, pero cuando llegamos al camino Pelay Correa (señalado en la ruta) y en adelante, hay muchos más árboles a los lados que dan sombra.
Cuando llegamos al puente del dragón hay dos accesos para subir, uno justo antes del puente, y otro en zig zag después.
Para volver, lo podemos hacer por donde hemos venido, o bien cruzar el puente y conectar con un camino que bordea el río por la otra margen. Algo más complicado pero muy bonito.
Si volvemos por el otro lado del río, una vez pasado el bosquecillo de eucaliptos, el sendero se estrecha y la vegetación se cierra cada vez más, de tal manera que solo hay espacio para uno.
Hay que tener cuidado con los desniveles y piedras que sobresalen del suelo, del barranco a un lado y la alambrada de pinchos al otro.
Al llegar a los restos de un antiguo molino hay un pequeño paso por el que se puede volver al mismo camino por el que vinimos.
En general la ruta es bastante variada y divertida en cuanto al trazado, hay algunas pendientes, pero nada difícil. En algunos tramos hay bastante sombra y algunas zonas son muy bonitas.
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