Rosales, Templo Debod, plaza de Oriente, puente de segovia, sendas casa de campo y parque del Oeste.

La carrera la estudié en Madrid, y la zona de Moncloa, Arguelles y Plaza España la conozco bien. La semana pasada tenía unos días libres por Madrid y decidí llevar la bici para aprovechar el tiempo.
La idea es bajar a rosales a la altura del jardín y ya que estoy visitarlo. No es el mejor momento ya que están con tareas de poda y siembra, pero en primavera es espectacular. Sigo hacia el templo de Debod donado por Egipto en 1968 en gratificación a la ayuda que les prestamos para preservar las ruinas de Abu Simbel, y disfruto de la zona y de las vistas. Bajo por las escaleras principales y sigo en dirección a los jardines de Sabatini que no visito y me conformo con los que están junto al Palacio Real aunque solo me asomo desde la entrada de arriba.
Continúo por la plaza de oriente para ver el palacio real y disfruto de su imponente fachada. Recuerdo un viaje con el cole cuando era un crio… Por esta zona todo son recuerdos y la bici me permite pasar de unos a otros con rapidez. Seguidamente la catedral de la Almudena, una maravilla arquitectónica. Continúo por el viaducto en el que tanta gente decidió quitarse la vida y bajo por la izquierda por unas fáciles escaleras en curva que me brindan una privilegiada vista de los arbotantes de la capilla principal de la catedral. Una preciosidad. Llego a la calle Segovia que bajo hasta su puente sobre el Manzanares. Sigo su curso aguas arriba. Toda esta parte la han arreglado recientemente con jardines explanadas y fuentes, y está precioso.
Cruzo el rio por el puente del Rey y entro en la Casa de Campo.
Esta finca fuñe comprada por Felipe II a la familia Vargas en 1562 y pasa así a ser patrimonio de la corona. En 1931 la corona lo cede al ayuntamiento de la ciudad y pasa a ser un parque peri urbano.
He de decir que es un absoluto disfrute. A disposición de cualquiera que quiera disfrutarlo, me crucé con patinadores, ciclistas, corredores, paseantes, amantes de las aves etc.
Pude ver cotorras, cigüeñas, perdices, mirlos, urracas etc.
Grandes pinadas algunas más jóvenes y otras con imponentes ejemplares, encinas, álamos, retama y todo cubierto por un césped verde que dibuja las sendas con claridad y nos da un sensación de frescor y vida impresionante.
Hice un recorrido sencillo pues no conozco la zona pero tras visitar el lago y seguir un camino principal decido aventurarme un poco por sendas aledañas sin perder de vista ese camino. Mi idea es subir a un mirador que veo en mi GPS y lo consigo sin mucha dificultad disfrutando de sendas de subida suave algunos toboganes y de un terreno limpio y sencillo.
Una vez arriba bajo por pista y casi abajo me encuentro con un ciclista con su Rallón nuevecita. Decido preguntarle por alguna senda más entretenida en la que poner a prueba su doble suspensión y descubro que David es un tío alegre y generoso que me invita a acompañarlo y hacerme de guía el resto de la etapa por la Casa de Campo. Subimos de nuevo al mirador y hacemos la senda más difícil de toda la etapa pues hay que meterse en un reguero profundo y el terreno está embarrado. No hay más trazada y hay que ir con confianza. Esta senda y alguna escalera evitable es la razón de que catalogue la etapa de moderada, de lo contrario es fácil La bajo a duras penas y seguimos para enlazar con una senda rápida con algunos toboganes y peraltes al final realmente divertidos. Todo un acierto encontrar a David que además me va contando un poco como es el terreno y charlamos como si nos conociéramos de toda la vida.
Cruzamos a la lengua de terrenos que queda entre las vías y la M-500 y tomamos una preciosidad de senda rápida en bajada con un par de pasos puntuales que hay que hacer con cuidado y que hago sin problemas gracias a las indicaciones de David. Enlazamos con una divertida senda encajonada que discurre franqueada por una valla y tiene algún paso para hacer saltando.
Aquí enlazamos con un ramal principal que va paralelo a la M-30 donde charlo un poco con mi compañero y nos emplazamos para la próxima. El continúa y decido cruzar la M-30 para visitar un poco el parque del Oeste.
Entro por la zona baja de Arguelles y hago un par de cruces sobre las vías viendo la zona y me dirijo hacia la parte baja de Moncloa, zona en la que tengo recuerdos de largos paseos, manitas en los bancos, y revolcones tras los setos con una antigua novia. Subo por los matacanes y llego al monumento a José de San Martín con el mirador del faro y la casa de América al fondo. Sigo en dirección al edificio del ejército del aire y al intercambiador, pero no lo visito.
Busco la que quizás sea la senda más bonita de toda la etapa. Se trata de un sendero empedrado que hacemos en bajada y franquea un curso artificial de agua que es realmente bonito, con pequeños saltos de agua y puentes. Un sitio ideal para pasear y relajarse.










Poco me queda de etapa pues de nuevo llego a la parte baja de arguelles y subo por Marques de Urquijo y Alberto Aguilera para buscar el hotel.
Me he ganado la ducha en una espléndida mañana llena de buenos momentos, de recuerdos, grandes sendas, bonitos parajes y del placer de conocer a David. ¿Qué más se puede pedir para una mañana de lunes?
Pura vida¡¡