Rodeando la laguna de Leucate y playa Le Franqui

Variación del track "Rodeando la laguna de Leucate" modificando un poco el track en el parque eólico de Fitou para llegar hasta el mirador y una vez descendemos al nivel de la laguna nos desviamos hasta la bonita playa Le Franqui dónde a la vuelta tendremos que caminar en un par de pequeños tramos de ascenso pero que merecen la pena por las vista de la mencionada playa.
Ruta rodadora que empieza y acaba en la desembocadura del rio Agly, en Barcarés.
Comenzamos rio arriba hasta llegar a Saint-Laurent-de-la-Salanque dónde desayunemos degustando estupendas pastas artesanas en un horno del pueblo, el track pasa lógicamente por él!.
Seguimos por carreteras poco transitadas hacia Saint Hippolyte, con algunos bonitos rincones y continuamos por carreteras sin tráfico hasta Salses-le-Château. A partir de ahí ya comienza el único tramo de toda la ruta con cierta pendiente. Hay que tener en cuenta que hemos hecho esta ruta en setiembre (anteriormente en junio del 2022), aquí es temporada baja y no había tráfico, pero seguramente en julio o agosto la cosa será diferente, son carreteras secundarias sin arcén.
Continuamos subiendo y pasaremos por Opoul-Perillos. Ahora la carretera encadena tramos de subida y bajada consecutivos pero suaves y pronto dejaremos el asfalto para entrar en un parque eólico por pista en buen estado y comenzar a descender hasta Fitou. Allí podremos subir a hacer la foto de rigor a su castillo por el exterior y disfrutar las vistas. También degustar y comprar vino en sus múltiples bodegas con productos de la zona.
Una vez a nivel de la laguna comienza el tramo de carretera con más tránsito en dirección a Leucate playa pero antes nos desviamos hacia la playa Le Franqui. Después de las mencionadas vistas tras un par de tramos a pie (muy cortos) haremos unos kilómetros entre viñedos para bajar a Leucate. Ya de vuelta aprovechamos para ver "Le Pontón", un puente de madera que se adentra en el mar creando un bonito mirador. y más adelante tras atravesar diversas zonas de paseo marítimos con chalets, bancos de obra forrados de "trencadís", unas piscinas de tan solo unos centímetros de profundidad dónde remojarse y hasta sentarse con los pies en remojo, llegaremos a "Le Lydia", un transatlántico de los más antiguos y con una gran historia que decidieron vararlo en la playa en 1967 y convertirlo en un edificio simbólico para realizar multitud de eventos.