Riopar, almenara, cortijo de tortas, batan del puerto, vegallera, riopar

Aclaración respecto al tiempo, no son 9 horas, ya que también contaba mientras comíamos, etc. fueron sobre 5 horas y poco.

Espectacular y exigente ruta por Riopar, sin duda un lugar privilegiado en el que se puede disfrutar de grandes recorridos en MTB y que te dejaran satisfechos, tanto por su belleza como por sus pistas y senderos impresionantes.
Salida desde el Noguerón (Riopar) de subida por asfalto hasta lo alto del puerto de Crucetillas (1452m) en el que poco a poco nos adentramos en las nubes que habían y que nos dejaban algo fresquitas las manos y dedos... desde ahí un ligero descenso para enseguida tomar una pista que no lleva hacia la Almenara, ya a unos 1650m de altitud
En lo mas alto, bajamos por un sendero acompañado de mucha agua, en parte debido a las lluvias de estos dias, que nos dejan cerca de un riachuelo y que bordeamos hasta Cortijo de Tortas, (cuidado en la bajada que esta fangoso y es fácil resbalar)
Continuamos desde Cortijo hacia el Batan del puerto, por pista y en subida, por donde encontramos una cascadita impresionante de ver, no recuerdo el nombre. Seguimos en ascenso en busca de una de las mejores sendas que hemos conocido en ésta parte de Riopar, aunque seguro que habrán iguales o mejores, la cual nos deja en el Batán del Puerto, senda bonita, rápida y divertida, que transcurre entre pinares y bajadas sensacionales.
Una vez en el Batán, buscamos la pista de subida que nos dirige hacía la Vegallera, telita con la subida, jejejeje y que hay que tomarla con calma y disfrutar de las vistas que se van quedando a nusestros pies, para llegar a lo más alto y tomar un sendero de sube y baja con ciertos repechos que nos dejan ya temblando las piernas, junto a lo que ya llevamos acumulado, que no es poco. Este sendero es espectaculares por el lugar en el que transcurre, ya que gran parte de él pasa por la cresta de la montaña y nos ofrece unas panorámicas de ensueño.
Mas adelante, bajamos por pista y vuelta a subir para tomar un sendero que pica y bastante, en el que tuvimos que hacer pie y empujar a nuestra amiga... pero que nos vuelve a dejar en un sendero muy bonito y divertido, que aunque no era de los mas largos, lo disfrutamos enormemente.
Poco a poco llegamos a la bajada mas espectacular de la jornada, no por su rápidez, sino por su pendiente y por la exigencia que hace ponernos alerta en cada uno de sus innumerables pasos técnicos, aquí cuidadinnnn, no deja respiro para soltar el freno y se quedan nuestros musculos con una gran tensión...
Llegamos a un campamento que atravasemos para dejarnos caer, poco a poco, por otros senderos que nos llevan hasta Riopar y, ya con cansancio y un hambre devorador, nos vamos al Restaurante los Bronces a darnos un homenaje...
Por último, con el buche lleno, nos volvemos al punto de partida para finalizar la ruta mas contentos que unas pascuas.
Simplemente, espectacular, junto a un crack que cada día está más fuerte y que garantiza una jornada sensacional con su grata compañía.