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POR LAS ALDEAS MINERAS DE LA SIERRA DE BAZA:LOS MELLIZOS, TABLAS, EL MORO Y EL TESORERO

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Trail stats

Distance
34.28 mi
Elevation gain
4,806 ft
Technical difficulty
Difficult
Elevation loss
4,806 ft
Max elevation
6,270 ft
TrailRank 
70 4.3
Min elevation
4,678 ft
Trail type
Loop
Time
6 hours 25 minutes
Coordinates
8409
Uploaded
April 7, 2015
Recorded
April 2015
  • Rating

  •   4.3 1 review
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near Cortijo Nuevo, Andalucía (España)

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Itinerary description

Esta ruta transcurre por las aldeas mineras abandonadas( Los Mellizos, Tablas, El Moro y El Tesorero) situadas an la parte alta de la sierra de Baza y partiendo de una altura media de 1500 metros. Es una vieja idea, unir dos rutas ya realizadas hace dos años por la zona ("Sendero de Floranes a Aredondo y Álamos centenarios" y "Molino de Tablas y El Tesorero"). La idea es visitar en una ruta los tres valles de los arroyos Bodurria, Moras y Uclías. La ruta parte del centro de interpretación Floranes, al que se llega por la carretera de Caniles a Escullar. El sendero comienza siguiendo la misma pista forestal de acceso a Floranes. El recorrido es ligeramente descendente en su mayor parte, estando dominado el paisaje por pinares de repoblación entre los que comienza a recuperarse la vegetación natural de la zona.
Tras cuatro kilometros de bajada, llegamos al arroyo Bodurria y al albergue y zona de acampada de Aredondo. En este punto, tomamos un camino que transcurre paralelo al arroyo Bodurria; unos tramos es una pista, otros un sendero y un pequeño tramo sin ningun trazado aparente que permite ir ganando altura, por el cauce del arroyo, hasta llegar a la aldea de Los Mellizos (12 kilometros de ruta y 1700 m de altura). El sendero continua ascendiendo, paralelo al arroyo, hasta salir a la carretera de Caniles a Escullar (16 kilometros de ruta y 1900 m de altura)
Ascendemos unos metros por la carretera hasta llegar el indicador del área recreativa de Tablas y en 4 kilometros de bajada llegamos a la aldea y todo el entorno de huertas abancaladas que en la actualidad es un área recreativa. Continuamos bajando hasta encontrar el cauce del arroyo Moras y descendiendo por un camino paralelo al cauce llegamos al Molino de Moras (destaca de este molino en ruinas el espectacular acueducto con tres arcos de medio punto que se conservan intactos), en este punto llevamos 23 kilometros de ruta y 1500 m de altura.
En este punto, tomamos la pista del Tesotero que asciende durante 4 kilometros y desciende 7 más hasta llegar al cauce del arroyo de Uclías; tercer valle para visitar la Mina del Tesorero y el entrorno de casas y molinos en ruinas, ascender a la aldea del Moro y por último visitar las ruinas de la aldea de El Tesorero y regresar sobre nuestros pasos hasta el molino de Tablas y tomar la pista que asciende en 8 kilometros hasta la carretera de Caniles a Escullar descendiendo hasta cerrar la ruta en Floranes.

Waypoints

PictographRuins Altitude 5,643 ft
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Aldea de Los Mellizos

En la cuenca alta del arroyo Bodurria, a poco más de 1.700 metros de altitud, muy próximo al límite con la provincia de Almería, se emplaza la aldea serrana de Los Mellizos. La aldea o cortijada de Los Mellizos integrada por un significativo grupo de casas de piedra con el tejado de pizarra y launa, también llamadas de "tierra roja", actualmente en situación lamentablemente ruinosa y de abandono. Importante lugar de transacciones y mercado bisemanal de esta sierra (los días 2 y 16 de cada mes). Las permutas e intercambios de mercancías eran lo más corriente; la moneda apenas se utilizaba y la mayoría de la población vivía al margen de la economía monetaria. Tal fue la importancia de este mercado, que era conocido fuera de las fronteras meramente comarcales y a él acudían vendedores ambulantes con caballerías cargadas para cambiar las mercaderías que transportaban por los productos que ofrecían los serranos: patatas, trigo, centeno, lentejas, queso, huevos y frutas, de modo fundamental. Aquí se celebraba también unas fiestas anuales el primer domingo de septiembre, coincidiendo con la finalización de la recolección de la cosecha de cereales y posterior trilla, siendo un lugar muy concurrido y conocido en toda esta sierra, hasta que hacia los años sesenta la aldea quedó completamente deshabitada y abandonada. Los Mellizos no solo contaban con iglesia propia, sino que también tenían su cementerio cristiano, en el que tuvo lugar su último enterramiento en 1963; hoy se encuentra lamentablemente rodeado y escondido entre los pinares de repoblación que ni siquiera respetaron el camino que antes unía la aldea con este lugar sagrado. Debemos orientarnos situándonos mirando a la iglesia, para emprender el camino hacia la derecha, localizándolo un poco más elevado de la altura a la que nos encontramos. Encontramos el cementerio entre la espesura, y delimitado por un recinto rectangular, del que ni siquiera se conserva la puerta de acceso, lo que permite que en el sagrado lugar penetren los ganados domésticos y fauna silvestre. En toda esta zona de Los Mellizos abundan los cerezos silvestres de hecho este paraje fue conocida en la antigüedad como "Royo del Cerezo". Aún en día se conservan en el lugar algunos de estos excepcionales ejemplares. Aun cuando el mayor interés botánico de este paraje lo tiene el bosque de álamos que se localiza a lo largo del arroyo Bodurria desde la altura de la cortijada de La Fragüilla a la aldea de Los Mellizos. Nos impresionará el tamaño de los ejemplares y la forma particularmente deforme de los más gruesos, mucho de ellos ejemplares de los llamados trasmochos (el pie se ha ido talado para un aprovechamiento sostenible y de un tronco muy grueso sobresalen grandes ramas) Ha sido la aparente fealdad de los ejemplares más excepcionales lo que les salvó de ser talados. Sus troncos torcidos y sumamente curvos no eran aptos para el aprovechamiento maderero, ni para la construcción. No merecía la pena emplear grandes esfuerzos para cortarlos primero y transportarlos después, desde este lejano lugar, que tampoco contaba con camino practicable. Aun cuando la vegetación que encontramos en la zona es la propiamente ripiaría o higrófila, esto es la propia de márgenes de corrientes de agua, del piso Supramediterráneo, constituida fundamentalmente por juncos, sauces, mimbreras, fresnos, rosales silvestres y chopos, destaca la presencia de álamos temblones, llamados así por el ruido que producen sus hojas al ser movidas por el viento y, particularmente, álamos negros: los de mayor tamaño y más interesantes de este bosque galería. Destacar tambien, unos metros aguas abajo de la aldea y a la rivera del arroyo Bodurria, un centenario Castaño con un tronco espectacular.

PictographRuins Altitude 5,482 ft
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Aldea de Tablas

Tablas es una aldea que se emplazada en las proximidades del Área Recreativa de su nombre, en la cuenca del arroyo de Moras, dentro del término municipal de Baza, a 1.670 m. de altitud, en una zona que fue el dominio natural del encinar silicícola del piso supramedierráneo, en el que junto a la encina, como especie arbórea dominante, aparecen de forma abundante los aznachos o rascaviejas (Adenocarpus decorticans), de los que una excelente muestra de este tipo de vegetación podemos encontrar en un pequeño reducto que se salvó de la repoblación de pinos unos kilómetros aguas abajo de la aldea, junto a la margen izquierda del arroyo de Moras en su confluencia con la pista forestal que lleva a Cuatro Caminos y El Tesorero, donde el encinar de El Carrascalillo, se nos presenta con la estratificación y elementos propios del encinar silicícola: la encina como especie arbórea dominante, junto con una alta presencia de aznachos, algunos ejemplares de jara (jara de hoja de laurel) y majoletos en el sotobosque, con rosales silvestres y algunas hiedras en el estrato superior, mientras que la zona de riberas se ve inundada por los álamos, servales y cerezos silvestres, que con su amplia gama cromática hacen de este paraje uno de los más bellos y atractivos para ser visitados en otoño. La aldea de Tabla, actualmente deshabitada y de la que tan solo se utilizan por los pastores algunas de sus dependencias, fue una de las principales aldeas de la Sierra de Baza, y en torno a ella tuvo lugar una cuidada y primorosa agricultura que aprovechaba para el sustento de los habitantes de la aldea los cultivos de huerta que obtenían en los terrenos abancalados que subían y bajaban por las laderas de la cuenca del arroyo (particularmente por su margen izquierda, siempre aguas abajo); y es que como refiere el historiador de la Sierra de Baza José Sánchez, la zona de Tablas era una zona esencialmente minifundista que se encontraba rodeada por dos grandes latifundios: agua arriba del arroyo Moras por la finca de Vinagre, que fue propiedad de los Frailes de la Merced hasta la Desamortización de Mendizábal de 1836 fecha en al que pasó a manos de ricos propietarios, mientras que aguas abajo lindaba con Segura, otra finca propiedad de la rica familia Iturriaga. En medio de ambas grandes fincas, quedaba a modo de enclave una finca conocida como Tablas, la que nos ocupa, muy repartida limitada por el oeste o poniente con el Camino de Fiñana (actual carretera de Caniles a Escúllar), por el este o levante con el lindero natural del arroyo de Moras, por el norte con la finca de Vinagre y por el Sur, con Segura. La zona de Tablas ha estado densamente poblada hasta la masiva despoblación de esta Sierra en los años 50-60 del pasado siglo. José Sánchez ha reconstruido la población del lugar basándose en los documentos históricos de la época; así refiere como en al contribución rústica y pecuaria de 1902 aparecen 48 propietarios, todos ellos de este río, de los que 41 son rústicos y 22 ganaderos. Si consideramos que cada propietario representaba una familia y la familia tenía entonces una media de seis miembros podemos calcular que a principios del S. XX vivían aquí casi 300 personas. La aldea que presenta un aspecto muy desordenado, con un peculiar hacinamiento de construcciones era debido a los aumentos vegetativos o naturales de la propia población, de modo que cuando un hijo se casaba, era práctica habitual que construyera un cobertizo o habitáculo junto a la casa de los padres que luego iba a ampliando conforme a las necesidades de propio hijo, ocupando el terreno que estimaban idóneo, sin someterse a criterios urbanísticos de tipo alguno. José Sánchez comenta, algunos ejemplos, así a un hijo se le daba la parte de la solana y a otro la parte de las cuadras... y así apoyándose en algunos de los paramentos de piedra de la originaria vivienda, a los pocos años se daba lugar a un montón de habitáculos que hacían perdiera la originaria construcción su fisonomía y aspecto primitivo. Si a esto unimos que la pobreza de los materiales empleados contribuyó tras la despoblación de los terrenos a su abandono y destrucción, es fácil entender la magnitud de las montoneras de piedra que se acumulan en la desordenada aldea. Tablas contó con una escuela, que se inauguró en los años previos a nuestra Guerra Civil, hacía el 1932 o 1933 con una población escolar de unos 20 niños. Esta escuela, permaneció abierta en el edificio que se reproduce en la imagen, el mejor conservado de la aldea, hasta finales de los años sesenta del pasado siglo en que definitivamente cerró. De particular interés es el molino harinero que podemos localizar un centenar de metros aguas abajo de la aldea cuyo origen se sitúa a mediados del S. XVIII y del que destaca la aun bien conservada traza del acueducto de piedra seca (puede verse sus imágenes en las fotos 99 y 134 de nuestra publicación Guía para conocer y visitar el Parque Natural Sierra de Baza) que llevaba el agua desde la alberca que se llenaba con las aguas del Moras hasta la boca del cubo por la que se desplomaba el agua para con la energía hidráulica generada mover la piedra del molino y su rodezno; hoy en día, como la generalidad de los molinos harineros de esta sierra, en total situación de ruina y abandono, aun cuando es muy bueno el estado de conservación del acueducto al que hacemos referencia por lo que se hace necesario su urgente protección, al ser un singular monumento de este Parque. En una escritura de propiedad de fecha 21 de noviembre de 1942, a la que hemos tenido acceso, consta como compró este molino Juan Manuel Martínez Trujillo, el que actualmente pertenece a sus herederos, adquiriéndolo a los hermanos Magdaleno Moya en el precio de 3.750 pesetas. Describiéndose la propiedad como: "Molino harinero movido por agua con su artefacto y útiles para una sola piedra, con dos habitaciones por bajo, del que se ignora la superficie que ocupa, situado en el Peñón del Gallo del término municipal de Baza, todo ello (ya se decía en la escritura de 1942) en estado ruinoso". Actualmente una importante parte de la antigua vega de Tablas ha sido acondicionada como Área Recreativa por la Consejería de Medio Ambiente, en uno de los parajes más bellos y encantadores de cuantos pueden visitarse en esta Sierra.

PictographRuins Altitude 5,101 ft
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Aldea del Tesorero

Si tuviéramos que destacar alguna aldea de la Sierra de Baza por su arquitectura singular, belleza y definición de los poblamientos que mejor reflejan la identidad de este Parque Natural, no dudaríamos en indicar al poblado minero de El Tesorero, una bellísima aldea perteneciente al término municipal de Baza, que se emplaza junto al arroyo Uclías, en la parte oriental del Parque, a 1.600 metros de altitud. Tras su nacimiento el arroyo Uclías en la zona de la Cañada del Gitano, a unos 1.900 metros de altitud, se embarranca por un terreno conocido como El Peñón del Ciervo y El Espino, topónimo que dar una idea clara de la vegetación dominante en este paraje, en el que un espesísimo espinar, que hace completamente impenetrable la zona para las personas, constituyendo un excepcional enclave para el refugio de la fauna silvestre del lugar, pero tras cruzar el arroyo por la pista forestal que conduce a Cuatro Caminos y el Km. 29 de la Carretera Caniles a Escúllar, el valle fluvial comienza a ensancharse, comienza a aparecer el encinar y los terrenos aluviales son más profundos y fértiles, lo que permitió su cultivo y en la margen izquierda del arroyo, siempre aguas abajo, se acarasola la bellísima aldea serrana de El Tesorero, que pese a la situación de abandono en que se encuentra aun conserva el majestuoso aspecto de sus terrenos abancalados, a un estilo tan solo comparable con el alpujarreño de la vecina Sierra Nevada. Y es que esta zona tiene en común mucho con Sierra Nevada, de hecho pertenece al mismo complejo geológico, el conocido como Nevado-Filábride, formado por rocas metamórficas de Edad Paleozoica, básicamente micasquistos (los mal llamadas en la zona pizarras, por su similitud geológica con las mismas). La primera referencia histórica que hemos encontrado al Tesorero la hemos localizado en el Catastro de Ensenada (1743) en el que con una media docena de viviendas aparece nombrado como "Cortijo de El Tesorero". Pero fue a lo largo del S. XIX en torno a los afloramientos mineros que se localizaban en la zona, cuando la aldea como comenzó a adquirir su actual aspecto y configuración. Fueron serranos venidos de fuera de esta zona, particularmente de la limítrofe Almería, los que se asentaron en este terreno aprovechando el trabajo que encontraban en la minería, en unas condiciones durísimas, y la abundancia de agua con la que regar los pequeños trozos de terreno que a modo de bancales iban ganado al monte para cultivar los productos en que atender sus necesidades más básicas. Hasta tal punto creció la población de El Tesorero que en un censo del año 1866, aparecen censados 103 vecinos. Alcanzando la aldea su máxima población en el decenio de 1910 a 1920, en el que el historiador local José Sánchez contabiliza 166 bautizos en la Parroquia de El Moro de niños procedentes de El Tesorero, lo que puede dar una clara idea de la población que en aquellos momentos tenía la aldea, de modo que se llegó a dotar a la aldea de una escuela, en un edificio propiedad del Ayuntamiento de Baza, habiendo estado en uso hasta los años 60, en que tras el despoblamiento de la aldea se clausuró, aun cuando el edificio, con algunas habitaciones hundidas, conserva una buenas estructura para poder ser rehabilitado, como podría serlo el conjunto de la aldea antes de que termine de convertirse en un montón de ruinas. Atractivos y encantos no le faltan al lugar.

PictographMountain pass Altitude 4,878 ft
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Sendero de Floranes a Arredondo

PictographMine Altitude 4,655 ft
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Minas de El Tesorero

Con el nombre de Los Moralicos, se conoce la franja del Arroyo Uclías que unos kilómetros aguas abajo de la aldea de El Tesorero, aparece comprendida entre el Molino del Cananeas o del Sapo y el Molino de Hilario o de Los Moralicos. Son casi 2,5 Kms. de longitud que a finales del S. XIX y principios del S. XX alcanzaron su máximo esplendor en torno a la actividad minera que aquí tuvo lugar, centrada en un rico filón vertical conocido como "Hernán Cortés", de hematíes parda y roja, de la que se transformaba el óxido de hierro en siderosa a partir de los 150 m. de profundidad. Esta mina de hierro que llegó a contar con seis niveles de galería, ya se explotó a mediados del S. XIX, aun cuando fue en 1906 cuando comenzó a ser explotada industrialmente, al constituirse por dos vecinos de Cartagena una sociedad denominada "Minas del Tesorero" que estuvo en explotación durante unos años en que vendieron la explotación a la denominada "Sociedad Hispano-Holandesa", que finalmente cerró y abandonó los trabajos hacía el año 1923. A unos centenares de metros, aguas abajo, de este paraje, a la izquierda del arroyo, se localizan los restos de la tolva principal del descargadero de la mina Hernán Cortés, la de más envergadura de esta zona, de la que ya hemos referido que llegó a contar con seis niveles de galería, en las que cada planta tenía una vía de medio metro por la que circulaban volquetes de 300 Kgs., que se elevaban hasta la tolva principal de donde partía un cable que con una total de 16,400 Kms. y salvando un desnivel de 535 m., llevaba el minera hasta el Km. 108,100 de la línea de ferrocarril Lorca-Baza (en la zona de Hijate) de donde era transportado por ferrocarril hasta la Playa de El Hornillo en Águilas donde era cargado en barcos (Cano García. "La Comarca de Baza. Estudio de Geografía Humana". Pág., 416)). Si nuevamente continuamos por la margen derecha del mismo arroyo localizaremos más restos de construcciones, primero el cortijo conocido como de la Tía Águeda y en la misma margen derecha, unos metros más abajo junto al cruce de caminos, otras nuevas ruinas, que corresponden a lo que fue La Cantina, donde no solo estuvo la cantina de este centro minero, como su nombre indica, sino también el economato, la tienda y la taberna, como servicios imprescindibles en todo centro obrero. Haciendo triángulo con la cantina y el Molino del Tío Cananeas, en dirección Este, y a unos centenares de metros del arroyo, casi perdido entre las encinas y retamas que han proliferado en este lugar, se localizan los restos de una construcción de forma longitudinal: son Los Cuarteles de las Minas, que en una escritura de 1921 José Sánchez refiere se describen como 21 habitaciones destinadas a los obreros de la Compañía, y en relación con los cuales el historiador serrano refiere que tan solo tenían 10 ó 12 metros cuadrados de superficie, sin contar con fuego ni ninguna otra servidumbre y de lo que deduce que tan solo eran utilizados como dormitorios. Estas habitaciones formaban dos hileras que se daban las espaldas entre sí, mirando unas al levante y las otras al arroyo. Volvemos nuevamente al arroyo para continuar aguas abajo, apreciando que en la margen izquierda del río y a la altura del cruce de caminos que se emplazan aquí, frente a las ruinas de la Cantina, localizamos las ruinas de una llamativa construcción, con grandes ventanales, en la que destaca, por lo anormal del uso del material en esta sierra, el empleo de ladrillo macizo, que denota bien a las claras el origen foráneo de esta insigne construcción, que en el mapa del IGN aparece identificada con el nombre de Cortijo de El Carnicero y que es más conocida como Las Casas Mineras, las que sirvieron de oficinas de las minas y morada de sus ingenieros y técnicos. En la escritura de venta que de este edificio se hizo por la sociedad Hispano-Holandesa, se describen como "Casa oficina de la Sociedad Minas del Tesorero, compuesta de planta baja y dormitorios, con cuadras enclavadas en terrenos de la propiedad de dicha sociedad y de la mina "Hernán Cortés" situada a unos 300 metros de la dicha mina".

PictographRuins Altitude 5,191 ft
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Aldea de El Moro

El Moro es otra aldea de la Sierra de Baza, perteneciente al término municipal de Baza que se localiza a 1560 metros de altitud, entre los arroyos Uclías y Balax, en un estratégico cruce de caminos, que han hecho de esta aldea el centro espiritual y comercial de la zona oriental de la Sierra. En El Moro, actualmente deshabitado y en lamentable situación de ruina, con excepción de dos viviendas que han sido reconstruidas por un grupo de cazadores, se celebraba el más importante mercado de la Sierra de Baza los días 1 y 15 de cada mes, en el que se daban cita cientos de personas que acudían a él desde los más dispares lugares de esta Sierra e, incluso, desde las provincias limítrofes. Aun cuando la verdadera importancia de esta aldea le ha venido dada por sus funciones religiosas. Y es que si la Sierra de Baza dependía en el aspecto religioso de la Parroquia de la Iglesia Mayor, o del Sagrario, en octubre de 1820, ante el espectacular aumento de vecinos, se fundó la Parroquia de San Nicolás del Moro, siendo su primer cura Don Pedro de Coca (Guía para conocer y visitar el Parque Natural Sierra de Baza, pág. 168), datando la construcción de su originaria ermita del año 1886, según deduce el historiador local José Sánchez García de los restos de una lápida que localizó en las inmediaciones siendo párroco a la sazón Don Antonio Morales Machado, el que se cita junto con los alcaldes de los arroyos serranos y el minero Don Diego Cano Herrero, residente y dueño en una cortijada próxima llamada Los Moralicos, considerándose a esta persona como la más influyente de toda esta cuenca minera de la Sierra de Baza.. Este histórico edificio que se reproduce en la imagen que ilustra este trabajo, se encuentra actualmente en situación de ruina, estando formada por una nave de unos 6 metros de ancha por unos 12 metros de larga, construida en piedra natural, con techumbre de madera de pino a dos aguas. El estado de conservación de la vieja ermita está muy deteriorado por haber desaparecido la cubierta que fue desmontada y aprovechada para construir junto a ella otra ermita de estilo pretendidamente más modernista y sin valor artístico ni histórico de tipo alguno. De la vieja ermita tan solo quedan los muros principales que marcan el rectángulo de la planta y que son aguantados por contrafuertes externos e internos. El cabecero de la edificación sobre el que se levantaba el antiguo campanario, tiene adosada una pequeña habitación extramuros, que servía de sacristía, que se comunica con el altar mayor y hornacina del Santo Patrón. A estos años finales del S. XIX, corresponde el mayor doblamiento de la Sierra de Baza, que se inicia primero con la explotación de plomo y luego de carbonato de hierro, lo que originó un movimiento migratorio que hizo inmigrar una importante masa obrera procedente de las comarcas próximas del Valle del Almanzora y Andarax. Dando lugar a una población obrera que se caracterizó por su estabilidad y que dio origen a la formación de numerosas aldeas y aldeillas diseminadas por todos los barrancos y carasoles del macizo de la Sierra de Baza, dando lugar a los numerosos bautismos y defunciones que se contabilizan en esta aldea, de modo que en este lugar hay constancia que recibieron bautismo 10.053 personas desde el año 1820 en que se tiene conocimiento de los primeros bautismos, hasta el año 1970, en que se contabilizaron los últimos; mientras que en esta misma aldea, y en el mismo período, recibieron sepultura 3.992 personas en el Cementerio Cristiano de El Moro, emplazado junto a la misma aldea.

Comments  (1)

  • Photo of MORGAN-COLA
    MORGAN-COLA Sep 9, 2020

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    Ruta realizada el 8 de septiembre del 2020. Tiempo total 6:10 horas y tiempo en movimiento 5:15
    Desde el Bodurria hasta Los Mellizos quiero hacer varias puntualizaciones: como dices, al principio sale una pista, luego una senda y luego...nada. yo intenté seguir el track por las pisadas de los venados, pero, al llegar a unas casas de piedra en ruinas ya se pierde cualquier senda. Cambié de ladera varias veces e intenté seguir el arroyo pero fue imposible. Me encontraba un follagatos por todos lados. Al llegar a estas ruinas, aconsejo coger una pista que sale a izquierdas subiendo (la única) y empalma con el track unos cuatro kilómetros más arriba.
    De esa forma queda una ruta bastante ciclable. También aconsejo NO hacerla en otoño e invierno, la zona del Bodurria sería imposible.

    La naturaleza está viva y han pasado varios años hasta hoy...es lo que tiene el rock and roll.

    Por lo demás, fantástica ruta, espectaculares paisajes por la zona Este de la Sierra de Baza, quizás la parte más tranquila, solitaria y desconocida. Algo dura en exigencia física y normal en la parte técnica.
    Se disfruta de muchas sendas, sobre todo al principio, y apenas se toca asfalto, excepto los últimos cinco kilómetros.
    Espectacular el cementerio del Moro, una zona espiritual y tranquila como ella sola. Increíble.
    Al finalizar me fui a Caniles a reponer energías pero pocos bares encontré abiertos.
    Mil gracias por compartirla.

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