Pisteando hasta el Pico Ventoso

No todo van a ser rutas endureras en esta vida, sobre todo cuando durante la semana ha llovido prácticamente todos los días y las bajadas endureras habituales estarán con bien de chocolate. Tenía en mente el Pico Ventoso, una emblemática cumbre que hace de muga natural entre Cantabria y el País Vasco. Y la forma de llegar a él es por pista, pista y más pista, perfecto para un día post-lluvias como hoy.

Hacemos la aproximación hasta Muskiz por la vía verde, para empezar a subir por pistas sin mucha historia hasta la cumbre del Mello. Hay charcos, pero no mucho barro y se pueden bordear fácilmente. Comemos algo en la cumbre y bajamos por una pequeña trialera hasta la pista, donde continuamos perdiendo cota hasta cruzar la carretera en el puerto de las Muñecas.

Cruzamos y continuamos por una "autopista" de pendiente amable hasta el núcleo rural de Alén, donde nos asomamos a un precioso mirador en el entorno de la mina Amalia Juliana. Un par de fuertes repechones del 20% para acabar de rodear el monte Alén y dirigirnos hacia el objetivo del día: el pico Ventoso. El track nos lleva por un terreno rompepiernas, con alguna zona rocosa tanto de subida como de bajada en las que agradecemos ir montados sobre bicis de doble suspensión, y alguna zona con un poco más de barro del deseado. Nada para lo que ha caído y cómo estarán otras zonas. Siguiendo el cordal que sirve de muga natural, finalmente llegamos a la cumbre, coronada por una caseta.

Arriba podemos ver montes nevados hacia el sur y Castro y la costa vizcaína hacia el norte, en una gran panorámica. Estamos a 40km de casa, por lo que tampoco nos entretenemos mucho y enseguida nos ponemos en marcha. Para la vuelta, más pisteo a excepción de una pequeña trialera que rascamos paralela a la pista, un par de repechos de subida, y enseguida comenzamos la rapidísima bajada por pista hasta el barrio del Castaño y enlazamos con la vía verde hasta la EDAR de Sopuerta.

Salimos brevemente a la BI-2701 para en 100m girar a la derecha y tomar el sendero que bordea el Barbadún, terreno privado pero cuyo paso está permitido a bicis y peatones. Este camino tiene algo de barro, pero es una alternativa preciosa a la aburrida vía verde. El entorno a orillas del río es idílico, cuesta creer que tengamos la carretera a escasos metros. La verdad es que la última vez que pasé por aquí estaba el terreno destrozado por las máquinas forestales, hoy está mucho mejor.

Un pequeño repecho de subida para enlazar un sendero de bajada que cruza varios regatos y acaba cruzando el río para conectar con una vía verde que no conocía y parece que han adecuado hace pocos meses. Esta vía verde nos lleva hasta Muskiz, y es una alternativa muy buena para evitar la subida a la vía verde, que son 100m de desnivel que escuecen a estas alturas del día. Además, es bonita, va a orillas del Barbadún, merece mucho la pena. Como digo, llegamos a Muskiz y de ahí a casa con el bidegorri de la playa.

En definitiva, ruta larga, con desnivel considerable (1830m+) y muy pistera, sin grandes dificultades técnicas. La dificultad técnica es, por tanto, moderada. El IBP es de 137 y el IBPfit de 27, que hemos ido a ritmo de la eléctrica de mi compañero... He hecho lo posible por vaciarle la batería, pero se me ha escapado con un 2% ;-)