Pazuengos. GRs entre Ezcaray y San Millán.

Rutón entre la zona de Ezcaray y San Millán aprovechándo los diversos GRs que recorren esta zona, con subidas duras (1600+ en 45 km) y bajadas todas ellas por sendas disfrutonas.

La ruta en este caso comienza y termina en Pazuengos, aunque también es una vuelta típica partiendo desde San Millán o Ezcaray. Al salir de Pazuengos, nos encontramos en la mitad del G3 93 en la etapa Ezcaray-San Millán, el cual recorreremos en dirección hacia San Millán, ya que es el sentido en el que este GR es ciclable. Salimos de Pazuengos debajo de la iglesia, y siguiendo las marcas blancas y rojas tomamos la senda que va por enfrente del pueblo. Esta senda tiene unos 2 km en ligera subida, perfectos para calentar, que nos llevan hasta un pequeño collado con vistas al valle del Cárdenas. En este punto cambia la tendencia y comienza el descenso por el GR a Lugar del Río, uno de los descensos más recomendables de la zona. La primera parte es rápida, entre robles, con el firme en buen estado. Se pueden alcanzar altas velocidades, y solo hay que tener cuidado con un par de curvas de herradura enlazadas y con las escobas y helechos que pueden "atrapar" nuestro manillar. Al abandonar el robledal el descenso cambia por completo. Aumenta la pendiente, y el terreno se vuelve más suelto, con más piedras y algunos pasos complicados. Esta parte es ciclable también en su totalidad pero la velocidad ahora disminuye, y debemos permanecer atentos para elegir la trazada correcta en cada momento. Una sucesión de curvas en forma de S al final de la bajada nos indicarán que estamos llegando a Lugar del Río, pequeño municipio perteneciente a San Millán.

En Lugar del Río toca ahora remontar unos 1000 m de desnivel, hasta el collado de Beneguerra, en busca del GR que viene de Valvanera. Las opciones que tenemos son varias, y en este caso, seleccionamos la menos dura, con la intención de tener un poco de terreno por delante para calentar las piernas. Para ello salimos por la carretera que sube hacia Nestaza, remontando el valle, y atravesamos las áreas recreativas de la Eméndula y Urre. Esta carretera, en ligero ascenso, es perfecta para ir entrando en calor. Iremos dejando a mano derecha otras dos posibles subidas (la de la barranca y la del collado), y finalmente, unos 500 m antes del final de la carretera en Prao Tajo, tomamos ahora sí el cruce a mano derecha que nos lleva hacia Pazuengos.

Es aquí donde comienza en sí la subida. La parte más dura aparece nada más abandonar la carretera. Tras un pequeño llano el camino remonta paralelo al río con pendientes superiores al 10 %. La situación mejora tras una fuerte curva a derechas, donde entramos a Pazuengos y donde también acaban los árboles. La subida ahora cada vez suaviza más, hasta que llanea e incluso nos encontraremos con una pequeña bajada. Este camino nos deja en la zona de las portillas encima de Pazuengos (majada de Calabazares), donde ahora tomamos el camino típico para subir a Beneguerra. Tras girar doblemente a la izquierda, nos encontramos con dos de las rampas más duras, que nos dejan justo al pie del Chilizarrias. La labor más dura ya está hecha. Bordeamos el Piquilla y Chilizarrias por su cara Noreste por un camino en ligero ascenso, que se empina en las praderas del Chilizarrias. Este es el último tramo duro, ya que las ruedas se pegan como si llevasen belcro a las fuertes pendientes de la pradera. Tras coronar la pradera, llamemos y desembocamos en el collado de Beneguerra (1700 m), donde enganchamos el GR 190.

Comienza ahora el famoso descenso del GR hasta Ezcaray. Primero por pista herbosa, hasta Márulla, y luego por senda, atravesando el camino de Sagastia y la carretera de Bonicaparra. Senda rápida, técnicamente fácil, para disfrutar.

Una vez en Ezcaray, tomamos agua en la fuente de la Estación, y comenzamos la vuelta a Pazuengos por el GR 93. Toca ahora subir a Turza por su camino empedrado, donde la dificultad del mismo va de menos a más, tanto por la pendiente como por las piedras. Estos pasos por roca, más que técnicos son de fuerza, por lo que conviene guardar fuerzas en las zonas más nobles. La dificultad del sendero incrementa notablemente en invierno, ya que es una zona proclive al barro. Una vez alcanzada la aldea de Turza desaparecen las piedras pero la situación no mejora. Abandonamos momentáneamente el GR (inciclable en este tramo), para subir a Bonicaparra. Para ello tomamos una pista que corta la ladera en diagonal, con 1.5 km en torno al 15 %. Podemos esquivar este tramo si llegamos justos de fuerzas, enlazando con la carretera que sube a Bonicaparra.

Una vez en Bonicaparra, tomamos el camino que nos lleva a Larrizabala y retomamos el GR. Cruzamos la valla, y comienza ahora una pequeña bajada. El GR va pegado a la valla, por una zona de piedras (con barro en invierno). Aunque esta zona es recomendable y totalmente ciclable, en este caso bajamos por las praderas, donde hay unos pequeños cortes en las terreras para que pasen los todo terrenos. Esta bajada nos deja en un río, el cual cruzamos, desembocando en el camino que sube a Pazuengos.

Ahora si, última subida del día, que no la más blanda. Tras superar una cuesta del 10 %, llegamos al punto de partida, Pazuengos.

En resumen, ruta 100 % mtb, con descensos disfrutones, buenas vistas, pero para afrontar con un pelín de forma a pesar de sus escasos 45 km.