Patones - Interminable

Ruta que ya habíamos hecho con anterioridad pero se nos olvidó lo dura que era.

Acaba uno con la sensación de haber empujado y pedaleado en subida más de la cuenta aunque la bajada, porque en realidad es la estrella de esta ruta sea posiblemente de las mejores a nuestro nivel tecnico.

Empezamos en el Pontón de la Oliva donde hay un sendero bastante estrecho que ya nos obligará a esforzarnos por lo estrecho unido a las curvas y alguna que otra piedra. Terminando en la pista que nos lleva a presa. Parece que el puente está cerrado por el Canal por lo que tenemos que cruzar el rio por un paso lleno de bloques de hormigón cuadrados.

A partir de aquí la subida interminable, de ahí el nombre, se suben unos 700 metros del tirón, sin repechos en los que tengas que parar pero desnivel alto bastante continuo y cuando crees que ves la ladera viene una zeta para subir subiendo. Así hasta el Cerro de la Torrecilla. Las vistas desde allí son espectaculares.

Empezamos con la bajada que toma en trailforks el mismo nombre del cerro, marcada como roja, y que tiene tres tramos. Tiene flow dentro del bosque con curvas endiabladas para poner la rueda en los peraltes, pasos técnicos entre auténticas lascas que conociéndolos es ir colocando la bici. Además nuestras ruedas en las piedras si no están humedas es el terreno perfecto. Mejor que tierra suelta donde derrapan más. Y a la mitad subida tecnica imposible, toca empuja. Vuelves a bajar, otra subida entre una rodera enorme, empuja de nuevo...y así.

Hasta que enlazamos con una bajada azul llamada Arroyo Reduvia. Que como su nombre indica va siguiendo el arroyo, al principio no, es muy divertida pero termina llaneando y cruzando como unas cuatro o cinco veces el riachuelo así que toca mojarse y embarrarse a continuación con el mismo sendero.

Este termina en la pista, arreglada al igual que la subida, que va a Alpedrete. Pero a la mitad la acortamos por un sendero, claramente de bajada, que será ciclable con esfuerzo un 70% y el resto tocará empuja. Además allí todos los "pulmonares" teníamos la sensación de ir medio apajaraos y yo al menos, con la idea de quitar la ruta de mis favoritos.

Salimos a la pista del canal que parte del Pontón y al menos, terminamos con una cierta alegría al bajar por un sendero bastante chulo que vuelve a salir a la misma pista por la que se sube a las Cárcavas y que no queda más remedio que coger bajando, lástima de otro sendero, para llegar a la misma presa, cruzarla por la carretera y terminar en el apartacamiento donde un compañero tenía una autocaravana y finalizamos con un buen bocata de tortilla con cerveza que fue, sin duda alguna, lo mejor de la ruta.