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Patones: enduro del duro. Thompson, Wipeout, Darkside y propina

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Trail stats

Distance
16.41 mi
Elevation gain
3,907 ft
Technical difficulty
Very difficult
Elevation loss
3,907 ft
Max elevation
4,104 ft
TrailRank 
41
Min elevation
2,373 ft
Trail type
Loop
Time
4 hours 34 minutes
Coordinates
11282
Uploaded
February 5, 2022
Recorded
February 2022
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near Patones, Madrid (España)

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Itinerary description

Ruta endurera en Patones, que es turrón del duro: casi 1.300m de desnivel acumulado en 26,5Km, de los cuales los primeros 1.000 se hacen en los 17Km iniciales. Y las bajadas, qué decir, endureras a tope como no puede ser de otro modo en Patones, muy físicas, de las que te obligan a mover todos los músculos del cuerpo sobre la bici mientras vas sorteando las clásicas cuchillas de pizarra de la zona y esquivando pinos en los tramos más boscosos. Resumen: un placer absoluto.

Es una ruta planificada para terminar con una de las bajadas que nos deja en el pueblo de Patones de Arriba, una maravilla de arquitectura hecha con pizarra encajonada en una de los barrancos creados por el agua en esta zona. Eso implica aparcar en Patones de Abajo e iniciar una larga subida hasta el Cancho de la Cabeza, punto del que nacen las sendas y trialeras que vamos a hacer.

Primero, para calentar cuádriceps, subida por una senda estrecha y técnica por las Calerizas para llegar al camino de servicio del Canal de Isabel II (CYII), que recorre la falda del monte siguiendo la conducción del canal en suave ascenso. Llegados al siguiente barranco, el de Las Cuevas, salvado por el CYII por uno de los típicos sifones, tenemos una subida algo más pendiente hasta recuperar la cota habitual de la conducción. No paramos casi ni un momento en la ruta, salvo lo justo para ajustarse protecciones, así que para las fotos tengo que tirar de la gopro…

En el siguiente barranco / sifón, nos separamos del camino de servicio para coger un sendero estrecho y bajar por Las Esparteras hacia la minicentral de El Atazar, un pequeño aprovechamiento hidraúlico como su propio nombre indica, donde cogeremos el único tramo de asfalto de toda la ruta, la M-134, carretera que va hacia El Atazar, muy frecuentada por motos y deportivos de “alta cilindrada”, por lo que hay que ir con precaución. Como es temprano cuando lo hacemos, apenas encontramos tráfico, pero a medida que avanza la mañana, comienza a escucharse el rugido de las motos. Es apenas un kilómetro, porque pronto nos saldremos por un sendero que sube por la ladera para conectar con la pista principal de Los Laderones.

Esta pista, que va alternando zonas más tendidas con rampones interesantes, asciende rodeando el Cancho de la Cabeza, sin llegar a alcanzar la cima, por lo que nos tendremos que desviar (ojo al track) y coger un estrecho sendero entre pinos para llagar al punto de donde salen las trialeras. Con tramos técnicos, otros con zetas y una parte final donde es inevitable echar pie a tierra por lo inclinado del terreno, esta senda nos deja en una explanada muy cerca de la cima.

La primer bajada que hacemos es la primera mitad de la archiconocida en la zona llamada la Senda Thompson (🔺), de las mejores para algunos. Una trialera que comienza navegando entre las famosas cuchillas de pizarra de Patones, que ponen a prueba la resistencia de nuestras cubiertas y nuestra capacidad de “hilar fino” en los varios pasos técnicos, incluyendo una cuña de pizarra donde hay que tener cuidado con los pedales.

Posteriormente, cruzamos el cortafuegos y nos metemos en una zona boscosa de pinos silvestres, donde el flow hace acto de presencia y práctimente nos acompañará hasta el cruce con la pista de subida, quitando algún punto técnico intermedio.

Vuelta a subir por la misma pista y el sendero para hacer la segunda bajada, la Wipeout (🔺). Muy parecida a la Thompson, quizás un poco más vertical, pasos marginalmente más sencillos, y un tramo final con zonas más expuestas y sube-baja bruscos que hacen poner el pie en tierra si no se llega con suficiente inercia. Ojo porque en el primer cruce de cortafuegos, hay que buscar la entrada al sendero hacia la derecha.

Cruzando un mini arroyo, nos salimos a la pista antes de llegar abajo del todo para no tener que subir todo y guardar fuerzas para la última bajada, lo que implica un pequeño tramo de empujebike por la pendiente del sendero que sube a la pista. En este punto llevamos 17 kilómetros y ya 1.000m de desnivel acumulado.

Vueeeelta a subir al mismo punto de conexión. Aunque esta vez, decidimos hacer el último tramo atrochando por el cortafuegos y un trozo de trialera haciendo algunos metros de empujar la bici, pero las fuerzas comienzan a escasear. Y la bajada que queda es larga y física, con tramos de agarrarse bien al manillar (es una expresión, eso no se debe hacer) y otros faldeando con sube-baja continuo rompepiernas. Es la Darkside completa (🔺 y 🔷) y nos dejará en Patones de Arriba.

Tiene tramos antigrip patonero, con el suelo alfombrado de cuchillas de afeitar de pizarra, otros con cuñas y pasos técnicos de la misma roca, una pequeña sección boscosa con un par o tres de troncos que forman pequeños escalones, y luego una larga zona faldeando, plagada de senderistas con los que la convivencia, en esta ocasión, no plantea ningún problema, para luego volverse técnica antes del pueblo, bajando por enormes lajas de pizarra.

Ya en Patones de Arriba, literalmente tomada por los turistas de La Capital los fines de semana que hace bueno, atravesamos con cuidado las calles medievales del pueblo y nos dirigimos hacia el parking y punto de origen bajando por una senda en perpendicular por las Calerizas (Zumacar, 🔺), lo significa gran pendiente y cambio a un terreno calizo en contraste con la pizarra que nos ha acompañado la mayoría de la ruta.

La marco “Muy difícil” porque es una ruta de enduro.

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