Parque Regional Del Curso Medio del Rio Guadarrama. Zona Sur

Sigo completando la serie de rutas por el Parque Regional del Rio Guadarrama.

La zona mas austral del parque es una zona de contrastes, de contrastes enormes. Puedes pasar por zonas preciosas (Barranco de la Virgen, Pinar de Sacedón) o lugares cargados de historia (asentamientos visigóticos) y con un aire de romanticismo (antigua estación de tren de Guadarrama y puente de Hierro) y al momento cruzar un poblado de chabolas, un basurero ilegal, polígonos industriales o recorrer un enorme PAU por Navalcarnero fruto de la burbuja inmobiliaria.

No tengo la menor duda de que la ruta merece mucho la pena. Pero que nadie se espere la mejor ruta de su vida. Sin embargo no dejará indiferente a nadie. Es como un viaje en el que vas pasando diferentes zonas con diferentes paisajes, usos del río, etc.

El objetivo como en toda la serie es el de recorrer la mayor parte del Parque en cada tramo, al menos intentarlo aunque siempre se quedan cosas por ver, pero para esos están las versiones siguientes y variantes de otros wikilocos.

La ruta es dura. Dudo mucho, y más viendo el perfil tan roto que vomitó mi GPS, que el desnivel acumulado sean 2000 pero advierto que es una ruta muy rompepiernas y que acabas desfondado.

Dejamos el coche en el área recreativa de El Sotillo, de ahí cruzamos la M501 y buscamos entre pinares el Camino de Sacedón. Al terminar la vía pecuaria en el río Guadarrama intento ir por una senda muy poco clara que discurre junto al río pero no es posible así que retrocedo sobre mis pasos y por senderos voy descendiendo el curso del río pasando por multitud de barrancos que caen abruptamente sobre el cauce del río. Cruzamos arroyos por puentes de madera cubiertos por hojas de álamos amarillas y marrones que dejan estampas de las que te hacen bajarte de la bici a capturar el instante. Esta parte de la ruta es de las más bonitas, sin duda.

Sin darnos casi cuenta llegamos al Puente de Hierro, precioso y antiguo paso del ferrocarril sobre el Guadarrama. Un poco más adelante aún se mantiene en pie las ruinas de la estación pero a ella iremos más tarde, a la vuelta. Nosotros ahora giraremos a la izquierda y rodaremos durante bastante tiempo por la margen derecha del río por el Carril Toledano, pasando por campos de cultivo de hortalizas y vino, pequeñas fincas ganaderas y de recreo, etc. Pasamos por varias cruces e hitos que nos marcan los diferentes caminos que salen a nuestra izquierda. Muy chulos.

Continuamos hasta llegar a la M404. La cruzamos por un puente y retomamos el cauce del rio ahora por la izquierda. Nos dirigimos al Monte de Batres, lleno de barrancos y cárcavas. Esta parte de la ruta es muy bonita, pero me dio pena pensar que en un tiempo pasado todo podría haber sido así y lamentablemente queda poco de este tipo de bosque en estas latitudes del río. Subidas fuertes, algunas fortísimas y bajadas divertidas con caminos y sendas llenas de grietas.

Vistas inmejorables a la vega del río que se pierden en la lejanía.

La subida por la urbanización Cotorredondo os dejarán las piernas temblandooooooo

Llegaremos cruzando campos hasta el descansadero del Molino del río, curioso de visitar y de leer lo que allí cuenta un cartel informativo. Barritas al canto y echando en falta ya algo más de agua.

Pedaleando entre lomas y campos arados llegaremos de nuevo al Puente de Hierro pero antes tendremos que ver y cruzar un vertedero ilegal y un poblado de chavolas, aunque algunas son casas en toda regla. Me pareció interesante y "gracioso" ver a las puertas de una casa al patriarca con su sombrero negro apoyando ambas manos sobre su bastón, dialogando con otros caballeros de mediana edad que llamaban a un niño..."Loooooloooooo...". Luego aluciné cuando me topé con la cabina de teléfonos de Telefónica, la azul, la de antes...sí esa!!! me moló mogollón. Nos hacemos viejos...

Tras cruzar el puente de nuevo, visito rápidamente las ruinas de la antigua estación de tren de Guadarrama y me dirijo a visitar el Pinar de Marimarín. Hago un pequeño bucle y regreso al cauce del río. Ahí me meto in extremis en la Casa de Asturias a pillar agua. Dios que sed y ni una fuente.

Seguimos remontando el río, pasando por zonas de verdad bonitas y otras no tanto hasta llegar al pinar de Sacedón donde le damos un buen repaso. "Pa" dejar las piernas ya finas del todo.

Y terminamos donde empezamos, dando un inevitable rodeo para llegar al coche para evitar en la medida de lo posible el asfalto y cambiar de recorrido.

A disfrutar!!
S2