MEDXTREM 2017 / ETAPA 2: MORELLA-MORELLA

Sobre las 7:00 horas encendieron las luces del polideportivo y con la resaca en nuestras piernas del día anterior nos levantamos y nos dirigimos al recinto ferial de Morella para desayunar, con un frio y viento que pelaba en el exterior (que por momentos me hacia pensar en no tomar la salida ese día ya que yo había ido allí a disfrutar y no a sufrir).

Afortunadamente fui entrando en calor y me fui animando conforme pasaban los minutos. Hoy también iba a llevar el chaleco de hidratación y el bidón con isotónica con alguna suplementación en forma de barritas y geles. Las piernas estaban algo tocadas y las pulsaciones eran muchas mas bajas que el día anterior. Hoy iba a ser una etapa mas corta, de unos 67 kms pero con 2.100 m+ con lo que en teoría iba a sufrir menos que ayer (los coj... ja ja ja). Salida neutralizada hasta abandonar Morella para tomar la primera subida y una de las mas duras del día, la Garumba. No hay nada como poner una subida de estas con unas pendientes demoledoras al principio de la etapa para destrozar las piernas y dejarlas k.o. durante el resto de la jornada. Menudo desgaste acumulé hasta llegar a la cima donde nos esperaba otra sorpresa, un atasco monumental de bikers esperando su turno para salvar un descenso imposible por una zona de rocas en la que teníamos que ir pasándonos las bicis los unos a los otros ya que era imposible hacerlo uno solo. Tras pasar este "cuello de botella" anduve pateando unos minutos hasta que el terreno me permitió proseguir de forma segura. La siguiente dificultad una antigua vía romana empedrada de bajada un tanto complicada en la que me llevé un par de sustos. Sin dejar de pedalear llegué al avituallamiento de El Forcall (km. 15) si bien antes tuvimos que salvar un río saltando de piedra en piedra.

Después vino un terreno rompepiernas de subidas y bajadas para sufrir mi "san benito", calambres a mitad de etapa, de esos que te tienes que bajar de la bici y sentarte a esperar a que se te pasen. La fatiga acumulada del día anterior hacia efecto en las piernas así que me tomé una pastilla de complejo salino y empecé a empujar la bici unos instantes a ver si iban surtiendo efecto. Esta vez no hice caso a los avisos previos, me dejé llevar a este estado de suicidio deportivo. La etapa ya no iba a ser diferente a partir de ahora. Siguió siendo agónica hasta el final teniendo que bajar el ritmo para poder seguir pedaleando. En el siguiente avituallamiento de Cinctorres (km. 38) me tomé mi tiempo ingiriendo alimento solido (bocadillos de atún y plátano). En el km. 40 comenzó el tramo Bkool que no hizo que variase mi ritmo ni un ápice. La verdad es que los paisajes y la vegetación era digna de admiración y hacían que el sufrimiento fuera algo menos agónico.

Tras el ultimo avituallamiento de El Forcall (km. 49) nos enfrentamos con una subida larga, primero por pista con mucha pendiente y finalmente por senda singletrack (recuerdo un tramo bastante expuesto por el que solo se podía pasar levantando la bici con una mano y con la otra agarrándome a una cuerda). Creo que después hubieron algunos tramos de bajada muy técnicos que donde no arriesgué demasiado ya que una caída o la rotura de alguna pieza de tu bici puede echar al traste toda la aventura. La parte final de la etapa era una copia a la que tuvimos el día anterior, si bien a mi caso tuve que lidiar con algo de granizo bajando la última senda. La subida hasta la muralla me la tomé en modo paseo pues ya no quedaba nada de energía en las piernas. Psicológicamente iba muy tocado y el disfrute ya no era el mismo que el de la primera etapa. La meta estaba ubicada en el recinto ferial, un buen lugar ya que los nubarrones ya estaban encima y la lluvia iba a hacer acto de presencia en breve. Al final entramos en meta evitando el chaparrón que caería después. La etapa había sido mucho peor de lo que me esperaba, no es lo mismo 2.000m+ con pendientes llevaderas que con pendientes y terreno complicados. En esta etapa, debido al atasco formado tras la primera subida y el paso "imposible", no se iban a tener en cuenta los tiempos de corte. La segunda etapa a la saca pero con la sensación de que no estaba disfrutando de la forma que yo habría querido, la sensación de que voy a merced del azar, de menos a poco, sin poder hacer mas que esperar lo inevitable. Mañana ultima etapa y regresamos al punto de origen de la prueba. La táctica la misma, conservadora. Sin embargo casualmente encontré una pastillero con capsulas de sales en mi neceser que harían que la situación se revertiera. Pero eso ya es otra historia.