MARINILLA-GAVIRIA-PAVAS-CUCHILLA LOS CEDROS – CONCENTRACIÓN – BODEGAS - SANTUARIO- MARINILLA
near Marinilla, Departamento de Antioquia (Republic of Colombia)
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LA RUTA DE LA AVENTURA EXTREMA
NOVIEMBRE 17 DE 2013
MARINILLA – ALTO DE CASCARILLO – GAVIRIA- PAVAS – CUCHILLA LOS CEDROS – CONCENTRACIÓN – BODEGAS – SANTUARIO - MARINILLA
RECORRIDO TOTAL: CATEYE 38.78 KM WIKILOC 37.97 KM
TIEMPO: 5 HORAS 10 MUNITOS; PEDALEANDO 3 HORAS 30 MINUTOS
La ruta que recorreríamos hoy ya estaba acordada desde el día anterior cuando pensamos en hacer otro tipo de ruta diferente, esta vez, promovida por Gonzalo quien sabía de la posible existencia de una vieja vía de herradura que era utilizada para pasar desde Santuario hacía la zona de Chocho y posiblemente ruta de arrieros hacia San Vicente. Además, pasaríamos por el segundo alto, la vereda Concentración para completar 2 premios de montaña de fuera de categoría.
Acordamos madrugar más y por eso iniciamos a las 6:30 a.m. aprovechando que en estos días el amanecer está comenzando tan temprano y aunque la mañana permaneció por mucho nublada y con una fuerte neblina, iniciamos el recorrido luego de un delicioso y caliente tinto invitados por un amigo en el parque principal.
Tomamos la vía que conduce hasta el Peñol ascendiendo hasta el alto de cascarillo (frigo matadero de Marinilla) entrando a la derecha y luego de 4 kilómetros desde mi casa, iniciamos la ruta de trocha. Avanzamos por toda la vía a Gaviria, pasando por el lado de su escuela Marcos Duque Salazar; tomamos a la izquierda para encontrarnos con la vía de la vereda Pavas de el Santuario y pronto nos encontramos con una desviación, a 9.7 km a la izquierda muy cerca de la montaña llamada cuchilla de los cedros; famoso lugar para realizar recorridos ecológicos promovido en la administración del alcalde José Luis Duque, ya estos paseos no se escuchan. Para mi sorpresa, en Wikiloc aparece trazada la ruta completa por dichos canelones que pasan por el cerro hasta el otro lado de la montaña hacia la escuela de Concentración.
Cabe anotar que ninguno de nosotros conocía el recorrido así que iniciamos el ascenso, primero por 300 metros de una estrecha carretera que lleva a 3 o 4 fincas al pie de la montaña; abrimos varios portillos y seguimos el corte que presentaba uno de los potreros, luego una chamba y mientras yo tomaba la foto a una matica de moras silvestres en cuyo fondo se mostraba majestuosa la montaña cubierta como una ruana de una espesa neblina que nos ocultaba su cúspide, Gonzalo atrás abría un portillo y vaya sorpresa cuando sentí la voz de un extraño (al parecer no tan extraño para el mundo, más adelante les cuento por qué) pensé instantáneamente que nos esperaban con machete por estar en terrenos privados; gracias a Dios no fue así, nos recibió una persona cálida y amable quien se presentó como Martín Roldán Mejía a lo que yo también me presenté lo mismo que a mi compañero; luego el nos preguntó que si sabíamos quién era él y luego de tanta insistencia ¡valla sorpresa! ¡a quien nos habíamos encontrado en este lugar! Al mismísimo Martín Roldán, personaje que ha recorrido Suramérica en bicicleta 2 veces; la primera en el 2000 y la segunda entre el 2006 y el 2007 recorriendo 13.983 kilómetros en 263 días, visitando 8 países.
Bueno ha escrito 2 libros, 1 por cada viaje: el primero se llama “por las rutas de Suramérica en bicicleta” del recorrido que hizo en el año 2000. El segundo libro, “travesías por Suramérica”
Bueno después de un rato de conversación le dije que donde podrí encontrar el libro para comprarlo y leerlo a lo que él dijo que con gusto nos regala a cada uno un ejemplar; nos invitó a su casa, en lo alto de una cima y luego de caminar un poco por el bosque que conserva y repuebla continuamente, entró a su casa y nos trajo el libro, yo le pedí su autógrafo, valioso el libro pero con su autógrafo y unas foticos con él, el cuento toma otro tono más importante.
Bueno la conversación con él fue agradable y con el compromiso de invitarlo a tomar algo después en pago del libro, nos acompañó hasta el lugar donde lo encontramos para indicarnos como tomar el ascenso a la montaña; dijo que nos tocaría echarnos la bicicleta al hombro toda la subida pues el camino era un viejo camino de arriería, unos canelones casi intransitables más con estos caballitos de acero.
Bueno regresamos 200 metros de nuestro camino a buscar la entrada, encontramos un pequeño hilito de agua, un estrechísimo camino entre la maleza, helecho marranero y zarza nos cerraban el camino. Miramos hacia arriba y nos enfrentábamos al reto más extremo vivido hasta ahora.
Comenzamos a adentrarnos en lo tupido del bosque y comenzamos la subida por el estrecho canelón, todo mojado, empujamos la bicicleta un poco, luego la paramos en una llanta pero el camino, digo, el hueco donde nos encontrábamos era tan estrecho que tocó echarnos el caballito al hombro (el lunes amanecí con la mano derecha hinchada por cargar la bici en este tramo, que debilucho).
El camino difícil, estrecho, piso mojado y resbaloso; a pesar de la neblina y la escarcha que nos caía encima, el calor nos hacía sudar mucho; para colmo, lleve poco agua y Chalo ni caramañola llevo; ni un bocadillito ni un bananito, uy!!!
Las fotos lo dicen todo, que sufridera pero que aventura; ya luego de 40 minutos aproximadamente y más de 460 metros de empinados canelones, piedra suelta y lisa, maleza, escarcha, sudor, pantano y hasta risa por los resbalones y chistes de mi amigo Chalo.
Llegamos a lo alto del camino. ¡POR FIN! Bueno, al lado derecho se nos presenta la vía de bajada que nos mencionó Martín que debíamos tomar, además, se divisa parte de la cima, cubierto de una espesa neblina. Alcanzamos una de las metas más difíciles pero menos esperada de nuestros proyectos de recorridos por Antioquia.
Estoy seguro que por el lado izquierdo también podemos bajar de dicha montaña y encontraremos una de esas travesías o viejas rutas de arrieros que mencionan los abuelos y que en años anteriores tuve la posibilidad de encontrar en un recorrido con personal de la Umata. Bueno, esto indica que queda otra tarea para un nuevo recorrido.
Me perdonan aquellos que lean esto, a lo mejor muchos no son de Antioquia, pero luego de asimilar el lugar donde estábamos, de admirar la grandeza de la montaña pero más de las nubes que nos cubren, me viene a la mente algunos partes de ese hermoso himno antioqueño cuando dice:
CORO
¡Oh libertad que perfumas
las montañas de mi tierra,
deja que aspiren mis hijos
tus olorosas esencias! XI
Con el morral a la espalda
cruzamos llanos y cuestas,
y atravesamos montañas
y anchos ríos y altas sierras
VI
Nací libre como el viento
de las selvas antioqueñas
como el cóndor de los Andes
que de monte en monte vuela XVII
Bajamos cantando al valle
porque el corazón se alegra;
porque siempre arranca gritos
la vista de nuestra tierra
VIII
Cuando desciendo hasta el valle
y oigo tocar la corneta,
subo a las altas montañas
a dar el grito de alerta
Tomamos un pequeño break, compartimos agua y emprendimos el descenso de 400 metros; bajada difícil, zanjas, piedras resbalosas; llegamos pronto a una casa donde una señora a quien no preguntamos el nombre, nos informó que para ir a Santuario habían varios caminos; 1 seguir hasta el alto de chocho; otro, bajar hasta una portada roja que nos llevaría por unos potreros a la escuela de concentración pero que ella bajaba a Santuario caminando por un camino detrás de su casa que lleva a otro alto pero que es más corto que los anteriores; de hecho, se estaba arreglando para salir ya para el pueblo por esta ruta, nos invitó a esperarla para irnos juntos, pero la verdad yo prefería conocer cómo llegar a la escuela o a chocho para una próxima oportunidad regresar a recorrer de nuevo, posiblemente al contrario de cómo la estábamos haciendo hoy.
Seguimos bajando por una carretera empinada hasta los potreros al bordo de la quebrada; encontramos la portada roja, ¡roja! Querrás decir oxidada con manchas rojas por el tiempo. A propósito de la portada, mientras escribía este relato, me puse a buscar en www.google.com.co información sobre cuchilla de los Cedros (imágenes) esperando encontrar fotos y valla sorpresa que me encuentro la foto de la famosa portada roja que les menciono anteriormente ¡que coincidencia!
Atravesamos varias portadas y portillos y si vieran a Chalo a cargo de esta tarea y en medio del cansancio se ocurrió decirle: “gracias, Señor de los portillos”, si existe la saga EL señor de los Anillos, bueno pues la risa nos hizo olvidar un poco el cansancio de la jornada.
Encontramos la segunda portada roja, pasamos las bicis por encima y luego de otros trayecto de 500 metros llegamos a la carreta Alto de Chocho, concentración. Pasamos por la escuela de concentración llamada CER Gabriel Duque Gómez iniciando la subida hasta el alto; saludamos a mucha gente en el camino, tomamos muchas fotos de la vasta región del altiplano del oriente antioqueño, las montañas que lo rodean, tratamos de identificar lugares, pueblos, veredas, en fin, la vista de nuestra región es maravillosa y este placer es solo nuestro, bueno, de todos aquellos que se atreven a realizar estos recorridos. Nada que envidiar a los paisajes de otras regiones de las cuales nos venden en revistas, poster o demás estrategias publicitarias. Si pudieran recorrer como nosotros estos parajes maravillosos.
Luego de 3,95 km de subida, comenzamos el descenso hacia el Santuario y encontramos una desviación, otra carretera que conduce hacia los municipios de El Peñol o también conecta con Granada. Tarea para otras salidas.
Encontramos un espectáculo muy lindo, la muestra de cómo se divierten los niños de esta zona quienes no tienen acceso a juegos, diversiones, internet, etc. Suben por la ladera de una montaña con una caneca plástica cortada a la mitad (abrevaderos para animales) y luego se suben a ellas y se deslizan felices, que nota de programa; filmamos sus travesuras y recordamos cuando niños usábamos los cartones para hacer lo mismo.
Al continuar bajando hacia El Santuario por la vereda bodegas, la vía mostraba la fuerza del agua lluvia que 2
NOVIEMBRE 17 DE 2013
MARINILLA – ALTO DE CASCARILLO – GAVIRIA- PAVAS – CUCHILLA LOS CEDROS – CONCENTRACIÓN – BODEGAS – SANTUARIO - MARINILLA
RECORRIDO TOTAL: CATEYE 38.78 KM WIKILOC 37.97 KM
TIEMPO: 5 HORAS 10 MUNITOS; PEDALEANDO 3 HORAS 30 MINUTOS
La ruta que recorreríamos hoy ya estaba acordada desde el día anterior cuando pensamos en hacer otro tipo de ruta diferente, esta vez, promovida por Gonzalo quien sabía de la posible existencia de una vieja vía de herradura que era utilizada para pasar desde Santuario hacía la zona de Chocho y posiblemente ruta de arrieros hacia San Vicente. Además, pasaríamos por el segundo alto, la vereda Concentración para completar 2 premios de montaña de fuera de categoría.
Acordamos madrugar más y por eso iniciamos a las 6:30 a.m. aprovechando que en estos días el amanecer está comenzando tan temprano y aunque la mañana permaneció por mucho nublada y con una fuerte neblina, iniciamos el recorrido luego de un delicioso y caliente tinto invitados por un amigo en el parque principal.
Tomamos la vía que conduce hasta el Peñol ascendiendo hasta el alto de cascarillo (frigo matadero de Marinilla) entrando a la derecha y luego de 4 kilómetros desde mi casa, iniciamos la ruta de trocha. Avanzamos por toda la vía a Gaviria, pasando por el lado de su escuela Marcos Duque Salazar; tomamos a la izquierda para encontrarnos con la vía de la vereda Pavas de el Santuario y pronto nos encontramos con una desviación, a 9.7 km a la izquierda muy cerca de la montaña llamada cuchilla de los cedros; famoso lugar para realizar recorridos ecológicos promovido en la administración del alcalde José Luis Duque, ya estos paseos no se escuchan. Para mi sorpresa, en Wikiloc aparece trazada la ruta completa por dichos canelones que pasan por el cerro hasta el otro lado de la montaña hacia la escuela de Concentración.
Cabe anotar que ninguno de nosotros conocía el recorrido así que iniciamos el ascenso, primero por 300 metros de una estrecha carretera que lleva a 3 o 4 fincas al pie de la montaña; abrimos varios portillos y seguimos el corte que presentaba uno de los potreros, luego una chamba y mientras yo tomaba la foto a una matica de moras silvestres en cuyo fondo se mostraba majestuosa la montaña cubierta como una ruana de una espesa neblina que nos ocultaba su cúspide, Gonzalo atrás abría un portillo y vaya sorpresa cuando sentí la voz de un extraño (al parecer no tan extraño para el mundo, más adelante les cuento por qué) pensé instantáneamente que nos esperaban con machete por estar en terrenos privados; gracias a Dios no fue así, nos recibió una persona cálida y amable quien se presentó como Martín Roldán Mejía a lo que yo también me presenté lo mismo que a mi compañero; luego el nos preguntó que si sabíamos quién era él y luego de tanta insistencia ¡valla sorpresa! ¡a quien nos habíamos encontrado en este lugar! Al mismísimo Martín Roldán, personaje que ha recorrido Suramérica en bicicleta 2 veces; la primera en el 2000 y la segunda entre el 2006 y el 2007 recorriendo 13.983 kilómetros en 263 días, visitando 8 países.
Bueno ha escrito 2 libros, 1 por cada viaje: el primero se llama “por las rutas de Suramérica en bicicleta” del recorrido que hizo en el año 2000. El segundo libro, “travesías por Suramérica”
Bueno después de un rato de conversación le dije que donde podrí encontrar el libro para comprarlo y leerlo a lo que él dijo que con gusto nos regala a cada uno un ejemplar; nos invitó a su casa, en lo alto de una cima y luego de caminar un poco por el bosque que conserva y repuebla continuamente, entró a su casa y nos trajo el libro, yo le pedí su autógrafo, valioso el libro pero con su autógrafo y unas foticos con él, el cuento toma otro tono más importante.
Bueno la conversación con él fue agradable y con el compromiso de invitarlo a tomar algo después en pago del libro, nos acompañó hasta el lugar donde lo encontramos para indicarnos como tomar el ascenso a la montaña; dijo que nos tocaría echarnos la bicicleta al hombro toda la subida pues el camino era un viejo camino de arriería, unos canelones casi intransitables más con estos caballitos de acero.
Bueno regresamos 200 metros de nuestro camino a buscar la entrada, encontramos un pequeño hilito de agua, un estrechísimo camino entre la maleza, helecho marranero y zarza nos cerraban el camino. Miramos hacia arriba y nos enfrentábamos al reto más extremo vivido hasta ahora.
Comenzamos a adentrarnos en lo tupido del bosque y comenzamos la subida por el estrecho canelón, todo mojado, empujamos la bicicleta un poco, luego la paramos en una llanta pero el camino, digo, el hueco donde nos encontrábamos era tan estrecho que tocó echarnos el caballito al hombro (el lunes amanecí con la mano derecha hinchada por cargar la bici en este tramo, que debilucho).
El camino difícil, estrecho, piso mojado y resbaloso; a pesar de la neblina y la escarcha que nos caía encima, el calor nos hacía sudar mucho; para colmo, lleve poco agua y Chalo ni caramañola llevo; ni un bocadillito ni un bananito, uy!!!
Las fotos lo dicen todo, que sufridera pero que aventura; ya luego de 40 minutos aproximadamente y más de 460 metros de empinados canelones, piedra suelta y lisa, maleza, escarcha, sudor, pantano y hasta risa por los resbalones y chistes de mi amigo Chalo.
Llegamos a lo alto del camino. ¡POR FIN! Bueno, al lado derecho se nos presenta la vía de bajada que nos mencionó Martín que debíamos tomar, además, se divisa parte de la cima, cubierto de una espesa neblina. Alcanzamos una de las metas más difíciles pero menos esperada de nuestros proyectos de recorridos por Antioquia.
Estoy seguro que por el lado izquierdo también podemos bajar de dicha montaña y encontraremos una de esas travesías o viejas rutas de arrieros que mencionan los abuelos y que en años anteriores tuve la posibilidad de encontrar en un recorrido con personal de la Umata. Bueno, esto indica que queda otra tarea para un nuevo recorrido.
Me perdonan aquellos que lean esto, a lo mejor muchos no son de Antioquia, pero luego de asimilar el lugar donde estábamos, de admirar la grandeza de la montaña pero más de las nubes que nos cubren, me viene a la mente algunos partes de ese hermoso himno antioqueño cuando dice:
CORO
¡Oh libertad que perfumas
las montañas de mi tierra,
deja que aspiren mis hijos
tus olorosas esencias! XI
Con el morral a la espalda
cruzamos llanos y cuestas,
y atravesamos montañas
y anchos ríos y altas sierras
VI
Nací libre como el viento
de las selvas antioqueñas
como el cóndor de los Andes
que de monte en monte vuela XVII
Bajamos cantando al valle
porque el corazón se alegra;
porque siempre arranca gritos
la vista de nuestra tierra
VIII
Cuando desciendo hasta el valle
y oigo tocar la corneta,
subo a las altas montañas
a dar el grito de alerta
Tomamos un pequeño break, compartimos agua y emprendimos el descenso de 400 metros; bajada difícil, zanjas, piedras resbalosas; llegamos pronto a una casa donde una señora a quien no preguntamos el nombre, nos informó que para ir a Santuario habían varios caminos; 1 seguir hasta el alto de chocho; otro, bajar hasta una portada roja que nos llevaría por unos potreros a la escuela de concentración pero que ella bajaba a Santuario caminando por un camino detrás de su casa que lleva a otro alto pero que es más corto que los anteriores; de hecho, se estaba arreglando para salir ya para el pueblo por esta ruta, nos invitó a esperarla para irnos juntos, pero la verdad yo prefería conocer cómo llegar a la escuela o a chocho para una próxima oportunidad regresar a recorrer de nuevo, posiblemente al contrario de cómo la estábamos haciendo hoy.
Seguimos bajando por una carretera empinada hasta los potreros al bordo de la quebrada; encontramos la portada roja, ¡roja! Querrás decir oxidada con manchas rojas por el tiempo. A propósito de la portada, mientras escribía este relato, me puse a buscar en www.google.com.co información sobre cuchilla de los Cedros (imágenes) esperando encontrar fotos y valla sorpresa que me encuentro la foto de la famosa portada roja que les menciono anteriormente ¡que coincidencia!
Atravesamos varias portadas y portillos y si vieran a Chalo a cargo de esta tarea y en medio del cansancio se ocurrió decirle: “gracias, Señor de los portillos”, si existe la saga EL señor de los Anillos, bueno pues la risa nos hizo olvidar un poco el cansancio de la jornada.
Encontramos la segunda portada roja, pasamos las bicis por encima y luego de otros trayecto de 500 metros llegamos a la carreta Alto de Chocho, concentración. Pasamos por la escuela de concentración llamada CER Gabriel Duque Gómez iniciando la subida hasta el alto; saludamos a mucha gente en el camino, tomamos muchas fotos de la vasta región del altiplano del oriente antioqueño, las montañas que lo rodean, tratamos de identificar lugares, pueblos, veredas, en fin, la vista de nuestra región es maravillosa y este placer es solo nuestro, bueno, de todos aquellos que se atreven a realizar estos recorridos. Nada que envidiar a los paisajes de otras regiones de las cuales nos venden en revistas, poster o demás estrategias publicitarias. Si pudieran recorrer como nosotros estos parajes maravillosos.
Luego de 3,95 km de subida, comenzamos el descenso hacia el Santuario y encontramos una desviación, otra carretera que conduce hacia los municipios de El Peñol o también conecta con Granada. Tarea para otras salidas.
Encontramos un espectáculo muy lindo, la muestra de cómo se divierten los niños de esta zona quienes no tienen acceso a juegos, diversiones, internet, etc. Suben por la ladera de una montaña con una caneca plástica cortada a la mitad (abrevaderos para animales) y luego se suben a ellas y se deslizan felices, que nota de programa; filmamos sus travesuras y recordamos cuando niños usábamos los cartones para hacer lo mismo.
Al continuar bajando hacia El Santuario por la vereda bodegas, la vía mostraba la fuerza del agua lluvia que 2
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Escuela Grabriel Duque gómez, Vereda Concentración
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Pase usted
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El Valle, uff
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Casa campesina
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La vista de nuestras tierras
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Cuando observo hacia el valle!
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¡Subimos al fin!
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7,749 ft
Vía El Santuario - EL Peñol
Waypoint
7,802 ft
Cómo se divierten los niños
Waypoint
7,392 ft
La lluvia hace sus estragos en el camino
Waypoint
7,182 ft
Una cascada más
Waypoint
7,126 ft
Alto del Calvario, entrada ruta día anterior por Pavas
Waypoint
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Escuela Pantanillo, al fondo, Los Cedros
Comments (1)
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esta ruta se ve interesante, alguien sabria decirme si aun es completamente transitable ya que se genero ya hace varios años.