Maraton Monegros 2014 115km
near Sariñena, Aragón (España)
Viewed 511 times, downloaded 3 times
Trail photos
Itinerary description
++++++Si has realizado esta ruta y te ha gustado, haz una valoración, o escribe un comentario++++++
Otro año más nos damos cita en Los Monegros. Los aventureros, Juan Castellanos, Joserra, José Antonio, Paco, Marcos, Antonio Vaselina, Fernando Torres y yo mismo, con ganas de disfrutar de la ruta y con ganas de poderlo contar convenientemente después.
A las 13:00 ya estamos preparados en la línea de salida (bueno, unos 500 metros detrás) con otros cuatro mil y pico bikers. Nos falta Antonio, Fernando y Marcos, que se colocaron al principio de la salida, y que les vimos al llegar a la meta (menos a Marcos que le vimos a la mitad del recorrido, porque nos echaba de menos). Hay que mencionar que ya nos habíamos metido unos macarroncitos entre pecho y espalda, por aquello de llevar la tripa llena.
Suena la señal de salida y comenzamos a andar muy muy muy despacito por la gran cantidad de gente que tenemos a nuestro alrededor, y que de nuevo en la primera cuesta cruzando el pueblo, y entre los vitores de las cheerleaders, animadores, y demás paisanos, volvemos a poner el pie a tierra.
Unos cientos de metros más adelante, parece que se disipa un poco la maraña, se estira el pelotón y empezamos a coger velocidad. Eso sí, hasta el primer charco, donde volvemos a echar el pie a tierra.
En animada charla hacemos nuestro grupito José Antonio, Joserra, Paco y yo, porque hemos perdido a Juan Castellanos que se lanza hasta la meta estrenando su nueva burrilla. Así las cosas disfrutando de algún waypoint, y silbando llegamos al primer avituallamiento (km 40 aprox). Dos se quedan con las bicis y los demás a llevar alimento a la manada. Reemprendemos la marcha y encaramos la consabida subida (que ya la conocíamos del año pasado) que nos llevará a la bifurcación entre las dos carreras (la corta de 85 kms y la nuestra de 115kms). Cuál no sería nuestra sorpresa cuando al llegar arriba vemos una furgoneta y a nuestro amigo Marcos dentro, porque se le había roto la patilla del cambio. ¿Qué habría hecho para romperla? Nos preguntamos todos… Le hacemos la foto de recuerdo y continuamos camino hasta el siguiente control. Nos reagrupamos, comemos, bebemos (no hacemos pis) y proseguimos hasta el siguiente, adelantando a muchos ciclistas, y dejando en la cuneta a otros muchos con tirones, calambres, accidentes (algunos leves y otros de camilla). Nos dejamos adelantar por varias ambulancias, quads, motoristas de la Benemérita, etc.
En un ratillo llegamos a nuestro último avituallamiento, donde nos reagrupamos de nuevo y decidimos no comer nada más para llegar a meta lo más deprisa posible. A eso de 5 kilómetros para la meta nos empiezan a caer unas gotitas de agua, que se acentúan cuando José Antonio y yo ,llegamos a la meta, y que nos impiden tomarnos la hamburguesa (o lo que dieran este año, que nunca lo sabremos) y la cerveza obligada. Calados hasta los huesos nos dirigimos a nuestro coche, cargamos las bicis, esperamos a Juan y ponemos pies en polvorosa hasta Zaragoza donde tenemos que llegar prontito, porque hemos quedado con unas churris a las 10 y media para cenar todos juntos y después ir al Plata a ver el espectáculo.
Una gozada de carrera, ambiente espectacular, mucho polvo, muchos accidentes, mucho inconsciente que adelanta por sitios indebidos y que hace que algunos se vayan al suelo, y una compañía digna de las mejores gestas.
Al año que viene, hemos decidido esperar 40 minutos en la salida para evitarnos todos los atascos y poder hacer la prueba en una hora menos.
Otro año más nos damos cita en Los Monegros. Los aventureros, Juan Castellanos, Joserra, José Antonio, Paco, Marcos, Antonio Vaselina, Fernando Torres y yo mismo, con ganas de disfrutar de la ruta y con ganas de poderlo contar convenientemente después.
A las 13:00 ya estamos preparados en la línea de salida (bueno, unos 500 metros detrás) con otros cuatro mil y pico bikers. Nos falta Antonio, Fernando y Marcos, que se colocaron al principio de la salida, y que les vimos al llegar a la meta (menos a Marcos que le vimos a la mitad del recorrido, porque nos echaba de menos). Hay que mencionar que ya nos habíamos metido unos macarroncitos entre pecho y espalda, por aquello de llevar la tripa llena.
Suena la señal de salida y comenzamos a andar muy muy muy despacito por la gran cantidad de gente que tenemos a nuestro alrededor, y que de nuevo en la primera cuesta cruzando el pueblo, y entre los vitores de las cheerleaders, animadores, y demás paisanos, volvemos a poner el pie a tierra.
Unos cientos de metros más adelante, parece que se disipa un poco la maraña, se estira el pelotón y empezamos a coger velocidad. Eso sí, hasta el primer charco, donde volvemos a echar el pie a tierra.
En animada charla hacemos nuestro grupito José Antonio, Joserra, Paco y yo, porque hemos perdido a Juan Castellanos que se lanza hasta la meta estrenando su nueva burrilla. Así las cosas disfrutando de algún waypoint, y silbando llegamos al primer avituallamiento (km 40 aprox). Dos se quedan con las bicis y los demás a llevar alimento a la manada. Reemprendemos la marcha y encaramos la consabida subida (que ya la conocíamos del año pasado) que nos llevará a la bifurcación entre las dos carreras (la corta de 85 kms y la nuestra de 115kms). Cuál no sería nuestra sorpresa cuando al llegar arriba vemos una furgoneta y a nuestro amigo Marcos dentro, porque se le había roto la patilla del cambio. ¿Qué habría hecho para romperla? Nos preguntamos todos… Le hacemos la foto de recuerdo y continuamos camino hasta el siguiente control. Nos reagrupamos, comemos, bebemos (no hacemos pis) y proseguimos hasta el siguiente, adelantando a muchos ciclistas, y dejando en la cuneta a otros muchos con tirones, calambres, accidentes (algunos leves y otros de camilla). Nos dejamos adelantar por varias ambulancias, quads, motoristas de la Benemérita, etc.
En un ratillo llegamos a nuestro último avituallamiento, donde nos reagrupamos de nuevo y decidimos no comer nada más para llegar a meta lo más deprisa posible. A eso de 5 kilómetros para la meta nos empiezan a caer unas gotitas de agua, que se acentúan cuando José Antonio y yo ,llegamos a la meta, y que nos impiden tomarnos la hamburguesa (o lo que dieran este año, que nunca lo sabremos) y la cerveza obligada. Calados hasta los huesos nos dirigimos a nuestro coche, cargamos las bicis, esperamos a Juan y ponemos pies en polvorosa hasta Zaragoza donde tenemos que llegar prontito, porque hemos quedado con unas churris a las 10 y media para cenar todos juntos y después ir al Plata a ver el espectáculo.
Una gozada de carrera, ambiente espectacular, mucho polvo, muchos accidentes, mucho inconsciente que adelanta por sitios indebidos y que hace que algunos se vayan al suelo, y una compañía digna de las mejores gestas.
Al año que viene, hemos decidido esperar 40 minutos en la salida para evitarnos todos los atascos y poder hacer la prueba en una hora menos.
You can add a comment or review this trail
Comments