Lagunas de Ruidera. Hundimiento. Cueva Morenilla. Coladilla. Cenagosa. Embalse de Peñarroya.

Otra gran ruta, trazada inicialmente sobre plano, con lo que tuvimos que modificarla considerablemente en la realidad, al encontrarnos con que algunos de los caminos por donde habíamos previsto pasar son caminos privados (buena parte de una gran finca llamada La Moraleja). Eso nos permitió, también ampliarla sobre la previsión inicial, llegando (en camino de ida y vuelta) hasta el embalse de Peñarroya.
La ruta comienza en el aparcamiento situado en el lateral del cementerio de Ruidera, junto a la carretera de Manzanares, donde dejamos el coche para continuar, ya en bicicleta, hacia El Hundimiento. Pronto llegamos a las barandillas de madera que señalan la entrada principal, por la que alcanzamos muy pronto el mirador. El Hundimiento es una catarata de unos 15 metros de altura, que se formó durante una riada en el año 1545 (30 años antes de la fecha en que fue referido en las Relaciones Topográficas del ayuntamiento de Argamasilla, que se conservan en el Escorial), que rompió parte de la pared tobácea que limitaba la parte sur de la actual laguna del Rey, creando un orificio por el que se vació parte del contenido de dicha laguna y que sigue funcionando como aliviadero más de 4 siglos y medio después. Este es un lugar donde se forma considerable vaho que dificulta bastante obtener buenas fotos a primera hora de la mañana (en la tarde mejoran mucho).
Salimos del Hundimiento, continuando por el Camino Natural del Guadiana hacia la laguna Cueva Morenilla, para luego continuar hacia la la laguna Coladilla y seguir a la laguna Cenagosa. Aquí las vistas son magníficas, aunque el acceso al agua es muy complicado por la gran cantidad de cañas que existe en la ribera (sólo una parte de la ribera este, en la laguna Cueva Morenilla, está despejada), lo que hace que estas lagunas sean poco apropiadas para el baño o deportes náuticos.
Siguiendo adelante, tras pasar la laguna Cenagosa, el camino gira hacia el oeste, y aparecen los restos de una esclusa de piedra sillar. La esclusa de Miravete, que este es su nombre, es un notable resto del Canal del Gran Priorato, una obra de canalización del siglo XVIII que inició el aprovechamiento agrícola de la cuenca alta del Guadiana, obra de Juan de Villanueva, aprobada por Carlos III en 1781, que nunca fue completada en el muy duro tiempo del inicio del siglo XIX. Por cierto, el rey al que se refiere la Laguna del Rey fue Carlos III, y ese proyecto fallido se llevó consigo el saneamiento y fertioizacion de la Mancha.
Desde la esclusa seguimos al lado del Guadiana Viejo hacia el Batán de la Zarza, ya en terrenos de una extensa finca llamada La Moraleja. Aquí teníamos previsto cruzar al otro lado del valle, pero los terrenos han sido cerrados por la propiedad. Seguimos adelante por el camino hasta llegar al embalse de Peñarroya, y aquí decidimos dar la vuelta (conocemos el lugar, por el que hemos caminado hace años, y sabemos que el camino se alarga bastante, si llegamos a la presa, y se hace bastante más exigente), hasta llegar cerca de la esclusa, donde existe un puente y un camino que nos permitirà llegar hasta el Caserío de la Magdalena, donde accederemos a la carretera CM-3115, por la que volveremos hacia Ruidera y, siguiendo la N-430, llegaremos al punto de inicio, donde termina la ruta. Un aviso, la CM-3115 tiene escelente firme y es muy agradable para el ciclista salvo por un pequeño detalles, los pocos coches que circulan (al menos ese día) van muy deprisa en una carretera sin protecciones para ciclistas y peatones, así que cuide su seguridad en todo momento.
En conjunto una preciosa ruta, bastante cómoda aunque haya algunas cuestas, por lo que su dificultad es escasa para personas con un nivel físico mediano o bueno.