La Puerta-Barranco de Hondares (Moratalla -Región de Murcia) by Mariano Vicente

En el paraje de La Puerta, en Moratalla, nos reunimos David Franco, David Junior, Juan Bautista, Antonio Cervantes y un servidor. ¿Dónde están mis guantes? No bajo el asiento, tampoco en el maletero, quizá en la mochila, pues no, no están. Cuando he ayudado a Juan a sujetar la bici sobre la baca los he dejado sobre el capo y ahí se deben de haber quedado hasta perderse. Gracias a Antonio, que tenía unos de repuesto, no se me han congelado las manos. No está helando, pero hace frío en estas tierras altas de Moratalla. Realizaremos una ruta circular de unos cuarenta kilómetros que nos llevará hasta cerca del embalse de La Risca para descender el barranco de Hondares, precioso arroyo que crea un desfiladero con cascadas y pozas que son un deleite para los sentidos.

Desde el aparcamiento junto al camping de La Puerta, tras cruzar el río Alhárabe, nos dirigimos a la umbría de la sierra de los Álamos por el barranco de la Rocha Fría. Dejamos a tras la casa y Calar del Fresne, para bordear los Cenajos del Agua Cernida, entre éstos y cerro de Juan Corrales.
Sufrimos en la subida, bueno no hemos dejado de subir desde la salida, mientras nos acercamos al Alto del Frontón, que bordearemos por el norte. Junto al cortijo la pista se estabiliza permitiendo un rodar más sosegado. Junto a los cortijos de la Carrasca Hueca giramos hacia el norte buscando el río Alhárabe. Vertiginosa bajada hasta llegar al cauce que cruzamos bajo el cortijo de la Dehesilla.

El cauce viene crecido, cruzar o no. Cruzamos y nos mojamos. Pasado el susto y algunas risas, comenzamos una dura y pedregosa subida hacia el Majal Alto, en dirección a La Risca. Superado el collado y sin llegar a La Risca; nos dirigirnos, tras una no menos pedregosa bajada, hacia la carreterilla que lleva a los cortijos de Hondares que seguimos en dirección este.

Pedaleamos en dirección a una serie de antiguos cortijos de sugerentes nombres; Fotuyas, Fuentecica, de la Cueva, Hondares…, encajados entre la cuerda que forman los calares de la Cueva de la Capilla, de la Maza y Sevilla por el norte y el Puntal del Marqués y el Tío por el sur. Se estrecha el paisaje junto al collado de Los Lobos para comenzar y un descenso técnico y vertiginoso que nos dejará junto a un recóndito y maravilloso rincón, dominado por una esquiva cascada, de musicales tonos y frescas pozas, lugar para detenerse, aunque solo sea un momento, cerrar los ojos y dejarse llevar por la rumorosidad cantarina del agua despeñándose sobre las rocas.

No hay más remedio, hay que continuar, nos espera el angosto barranco abierto por el arroyo de Hondares en su camino hacia el río Alhárbe. Pedaleamos, o eso intentamos al menos, unas veces por el propio lecho del arroyo, otras por la ladera, entre grandes piedras, maleza, pinos y encinas centenarias, poniendo a prueba nuestras dotes en el manejo de la bicicleta, llegamos así a los baños de Somogil y a las juntas, donde este corto y modesto arroyo entregas sus aguas al Alhárabe.

Unas pedaladas más y estamos en nuestro destino el paraje de La Puerta, lugar del que hemos salido unas horas antes y al que llegamos un poco tarde, pero impresionados, sobre todo por la última parte del recorrido por el Barranco de Hondares, ya solo nos queda comer algo y regresar a casa.

Mariano Vicente, diciembre de 2013