La Cabaña-San Pablo-Puente Gavino-Barbosa

RUTA DE LA LLANTA
La Cabaña-San Pablo-Puente Gabino-Barbosa
5 de Febrero de 2012

Ciclistas: Vicky Trujillo
KM: 78km
Tiempo: 7H:09´

Como sigo convaleciente de la rodilla y no quiero bajar la guardia con las montadas en bici; opté por subir en bus hasta las cimas de las montañas para descolgarme de ellas en bici. Recordé ésta ruta que ya había hecho años atrás y la repetí para trazarla en el GPS.

Siendo las 5:30 a.m. salí para la Terminal del Norte para tomar alguno de los buses que salen a las 6:00 de la mañana. Hasta allí gasté 20´para 5km datos que borré para anexarlos al final de la jornada. A las 7:45 a.m arribé a La Cabaña que es el sitio sobre la troncal –antes de Santa Rosa de Osos- en donde se toma la vía destapada que va al corregimiento de San Isidro que, según, aviso está a sólo 12km.

Me dijeron que antes de arribar a éste punto pasaría por La Pollera y La Cejita; pero antes de llegar a éste punto, después de una bella travesía, en un sitio llamado El Mortiñal o Ventiadero, encontré una marcada división.

Sin vacilar pregunté hacia dónde iba la otra vía y me dijeron que se dirigía a otro corregimiento llamado San Pablo, me contaron que la vía era más solitaria, más larga pero que estaba en muy buenas condiciones. El Sr. que me dijo esto también me sugirió otra vía que se descuelga de Santa Rosa de Osos por El Turco, El Malambo, Playa Larga, San José y Carioca, que tendré en cuenta para otra montada.

No lo pensé dos veces y tomé la vía a San Pablo que sería nueva para mí. Efectivamente la solitaria carretera estaba perfecta para cicla de montaña y si bien me dijeron que de El Ventiadero a San Pablo había la misma distancia que de allí a San Isidro; la travesía se me estaba haciendo larga.

Pasé por La Chorrera, Dos Quebradas, El Aitón y La Pola pero justo antes de llegar al mencionado San Pablo, uno de los 6 corregimientos de Santa Rosa de Osos; merced a lo gastada que estaba, se me explotó la llanta delantera de la bici grrrr, menos mal no me pasó nada.

Tomé aire, me llené de paciencia y arrastré un buen rato la cicla para llegar a la población. Mientras lo hacía pasaron algunos lugareños que me dijeron que no encontraría almacén de ciclas y por ende no habría forma de comprar una nueva llanta y desvararme pero que a las 3:00 p.m. salía un bus para Medellín. Pensé entonces que se me había dañado la montada y debía resignarme.

Cuando el reloj registró las 12:25 p.m. y el cateye marcó tan sólo 26km rodados en 3H:12´; entré a San Pablo. De una pregunté por un montadero de llantas a ver qué se podía hacer. Me mandaron para donde Álvaro quien al ver la varada me hizo una propuesta que me devolvió el alma al cuerpo, pues se le ocurrió venderme la llanta de la bicicleta de su hijo.

Aún sin cuadrar precio hice bajar la llanta. Como buen paisa Álvaro pidió $10.000 yo le propuse 8 y al final cuadramos en $9.000. En mi interior pensaba que el negocio salió muy barato y que yo hubiera pagado mucho más con tal de seguir en mi bici, mínimo, hasta Puente Gabino.

Quedé muy satisfecha con la desvarada, almorcé y monté de nuevo en la cicla para descender 13 km hasta el final de la destapada. Desde arriba vi a mi lado derecho el curso de un Río que forma hermosas vegas a lado y lado y que resultó ser Rio Grande que se desprende desde Don Matías y desemboca en el Río Porce.

Con una espléndida vista no sólo sobre éste vallecito, sino sobre el resto de montañas de ésta parte de nuestro departamento; pasé por la vereda Cachumba y la Finca Casa Loma.

A las 3:00 p.m. con 4H:23´encima de la cicla para cubrir 39km; llegué a Puente Gabino y sin detenerme tomé la pavimentada para emprender el retorno a Medellín.

Sorteé los cortos columpios y al caer la tarde -5:35p.m.- con 67km acumulados rodados en 6H:38´; llegué a Barbosa. Si bien aún tenía fuerzas e interés en acabar de llegar a Medellín rodando; un aguacero bloqueó mis intenciones y me obligó a tomar bus para finalizar la jornada.

A casa llegué a las 7:30 p.m. hice sumatoria de km y tiempos para un total de 78km rodados en 7H:09´ de otro buen paseo encima del caballito de aluminio.