Hoyo de Manzanares

08-11-2015: Amaneció un día primaveral, cielo despajado, ni una nube, temperatura en torno a 18/20 grados, calor, pero no agobio. Hoy era un día especial por muchos motivos, pero en lo que a la bici se refiere, habíamos quedado para salir por Hoyo de Manzanares. Nos juntamos una buena tropa: Angel R., Angel O., Tino, Alberto, Alvaro, Raúl, Paco, Oscar, Jorge, Luis y yo. Es poco habitual que salga tanta gente y menos aún con tiempo para hacer una ruta fuera de Segovia y con comida incluida. Algunas ausencias: Hécto, Quique, Angel H... Otro día, supongo.

Cogimos los coches a las 07.45 y nos fuimos a Hoyo de Manzanares. Tenía preparada una ruta por esa zona que no conocía la mitad del grupo. Zona técnica, con bajadas trepidantes, subidas complicadas, etc. Sólo decir que las 3 veces que he ido por allí he tenido percances, esta vez no iba a ser menos, la ruta estuvo plagada de pequeñas incidencias, caídas y raspones, la peor, la mía y las ortigas de Jorge.

Salimos de la plaza del pueblo a las 09.30 más o menos y atravesamos el casco urbano rumbo al paraje de la Fragua. Allí cogimos la Colada de Las Cañadas y Picazos. Es un terreno muy divertido, técnico en muchos tramos, en el que hay que tener cuidado, pero se disfruta mucho. Volvemos al pueblo y lo atravesamos por el asfalto para salir al Camino de Galapagar y pasada La Berzosa, entrar de nuevo en el monte. Hay una bajada muy divertida hasta el Arroyo de los Peregrinos, para subir después por una pista más o menos rota y tendida que nos deja en la subida al Mirador. Justo en el punto donde está el acceso a la pista del Mirador nos encontramos una zanja de unas obras que estaban haciendo allí y tuvimos que atravesar las jaras con las bicis en alto durante unos 100m, fue un rato de cachondeo importante. Supongo que cuando acabe la obra se podrá volver a tener acceso al camino.

La subida al Mirador es preciosa. El terreno es muy variable, desde bonitas y accesibles veredas a terrenos rotos con grandes piedras y roderas que te hacen echar el pie a tierra en más de una ocasión. El camino lleva a un mirador inicial donde, subido a unas piedras, es posible ver la zona de Parquelagos, La Navata, Torrelodones, etc. Un poco más adelante está el "Mirador oficial", que tiene incluso una balconada de piedra para disfrutar del paisaje.

Después de quedarnos frios un rato admirando el paisaje y comiendo algo, bajamos de nuevo por un sendero increíble lleno de obstáculos, piedras, etc que te hace no perder el control en ningún momento, tienes que ir pendiente constantemente. Ese tramo quizás sea el más divertido de la ruta, incluye varios tubos que discurren por el cauce del Arroyo de la Peñaliendre. La bajada se suaviza y se convierte en una suerte de pequeñas bañeras que invitan al salto continuo hasta llegar al cruce del Arroyo del Cuchillar, donde vuelve a haber algo parecido a una pista que nos deja de nuevo en la civilización, La Berzosa. Allí descubrimos un circuito de BMX y anduvimos un rato enredando en él. Buenos vídeos de saltos se grabaron entonces...

Salimos del circuito y buscamos una fuente, escasas por cierto durante la ruta. Después de reponer líquidos continuamos por la zona de Las Machorras y La Cruz del Pan. Es un terreno cambiante, hay algunas zonas técnicas de subida y pista hasta llegar al cruce con la M-618, que una vez cruzada, nos deja en la Cuerda del Rípio, que abandonamos girando a izquierdas para coger unos senderos muy técnicos y divertidos plagados de piedras, roderas, etc. Ahí es donde tuve mi caída. Llegamos entonces a El Monte, asfalto de nuevo hasta la Casa del Hito, donde cogimos una pista a la izquierda que nos llevó directos de nuevo a Hoyo de Manzanares pasando por la puerta del Palacio del Pendolero. Esa última parte desde la Casa del Hito es todo cuesta arriba y tiene algunas zonas técnicas con piedras, he de reconocer que hubiese quitado algunos km de esa parte, pero mereció la pena por todo lo demás.

Finalmente comimos como reyes en "La Chaqueta", atendidos por Antonia, una guapa camarera de la que Paco se enamoró. Buen risotto, buen entrecot y muy buena compañía, como siempre. Chicos, gracias por estar ahí, vosotros sabéis bien porque lo digo.

He calificado la ruta como difícil porque tiene multitud de zonas muy técnicas tanto de subida como de bajada, es una zona en la que se divierte uno mucho, pero tiene ciertas partes que se pueden calificar perfectamente de peligrosas.

Indice IBP: 65 BYC B (ver análisis)

Ruta registrada con Garmin® Oregon 650 (ver análisis en Garmin® Connect)