Herguijuela - Ciudad Rodrigo por Pastores, vuelta por Bodón

Interesante rutilla aprovechando que tenía que ir a la Ciudá con alforjas a hacer unas comprillas. Quizá habría sido mejor en otra época más fresca que con el sol castigador de Julio, pero la tenía en mente desde hace tiempo y hoy los astros estaban alineados.

Tiene poco misterio; salimos de la Hergui hacia el risco del Águeda, que a las 9 de la mañana se sube muy bien.... otra cosa será a la vuelta :)

Pasamos por la Encina y de aquí en 3km llegamos a Pastores. Aquí dejamos el asfalto y nos metemos por la pista que un poquito más adelante se bifurca hacia la presa de Zamarra y a donde ya hemos ido otras veces.
El camino es casi pista y nos va bajando entre olorosas jaras hasta la Vega del Águeda, donde vuelve a estar asfaltado para llevarnos a Águeda del Caudillo, pueblo al cual finalmente le han quitado el apellido. No queda ningún cartel que haga referencia a ello; al parecer sí sigue la placa de la inauguración en la plaza, pero me he enterado después y cuando he pasado por allí no la he visto.
Es un pueblo cuco que recuerda a las haciendas de las películas como La Casa de los Espíritus, donde había un patrón que era el boss del chiringuito, y luego había servidumbre y trabajadores que vivían en casas aledañas dentro de la finca como pago por su trabajo. Franco fue quien lo construyó de la nada en los años 50, para traer colonos que trabajaran las tierras de regadío y la ganadería en la rica vega del Águeda.

Paso la mítica Curva (restaurante) y entro en Ciudad Rodrigo por la pesquera, cuyo buen estado me sorprende gratamente.

Después de hacer unas gestiones me dispongo a regresar, con mi única alforja derecha cargada más de lo planeado que me desestabiliza un poco, pero enseguida readapto mi centro de gravedad.

Cojo la carretera de Portugal y una vez llegada a la rotonda sobre la A62 ya cojo el camino a Bodón, que resulta ser la Cañada Real de Extremadura, histórica ruta de transhumancia por donde me imagino las caravanas de pastores y animales, hace no tantos años.
En este punto son ya las 12:30 y el sol es implacable. Hay unos 10km hasta Bodón y el camino se deja hacer muy bien; sólo llegando ya al pueblo hay un par de rampas que con este calor me hacen sufrir demasiado.

Ya en Bodón dudo si volver por la Encina y el risco de nuevo, o si alargar un poco e ir por Irueña y Sahúgo. Al final me decido por el camino más corto pero más duro de la Encina (dos riscos por el precio de uno) y llego a casa con la lengua fuera.

Rutita interesante y práctica, con notas históricas que despiertan la imaginación.