Guadalajara Canillas V4

Nueva versión de la Guadalajara Canillas. En esta ocasión la hice en sentido Madrid. Craso error, ya que se empieza subiendo y se termina subiendo.
Se sale de la estación y se pasa bajo las vías del tren por una carretera, pero hay que portear la bici un tramo de escaleras a la subida. Por caminos de labranza llegamos a Cabanillas, que cruzamos y seguimos subiendo, hasta que bordeando una finca privada bajamos al arroyo Valdelaencina y bajamos a su lado hasta llegar a Valdeaveruelo. Dependiendo de la época del año esta zona puede tener bastante barro.
Cruzamos Valdeavero, ya en la provincia de Madrid, y tras pasar una loma y el arroyo Torote llegamos a Ribatejada. Quizás haya una fuente en la plaza del pueblo, la que está al lado de la carretera no daba agua. Ahora viene un tramo rompepiernas; la pista circula por la cañada real Galiana, cerca de los cerros, es un tramo un poco incómodo, del que me deshice bajando hacia la derecha. Un giro a la izquierda, una última rampa y la pista circula por el valle del arroyo del Monte, una baja continua que cruza Daganzo y llega hasta la valla de la Base de Torrejón y las instalaciones del INTA. Se bordean y, cruzando una carretera, se atraviesa un polígono industrial y se bordean la R-2 y la M-50, hasta encarar las últimas casas de Paracuellos del Jarama. Pero el camino se desvía hasta más abajo de las antenas de los radares, cruzando la carretera y bajando hasta la ribera del Jarama. Seguimos su curso hasta el parque acuático, donde hay unas obras sin acabar, y cruzamos el río por la estrecha acera de la A-2. A partir de aquí se sigue el trayecto de la vuelta al aeropuerto, ahora convertida en vía pecuaria, ja, ja... y es que un poco más adelante la vía desaparece y hay que seguir por el arcén de una autovía. ¿Por dónde pasaran las ovejas? ¿Y para ir a dónde? Al menos tiene poquísimo trafico.
Al llegar a la Alameda de Osuna el track hace un giro prohibido a la izquierda para ahorrarse algún kilometro. Que cada palo aguante su vela. En seguida se toma el carril bici de la vía de la gasolina, y tras un enlace por un parque, se accede al anillo verde ciclista. Yo tomé el sentido norte para estrenar los trozos nuevos de ciclocarriles en la Gran vía de Hortaleza. Y como fin de la ruta, un chino con una nevera rebosante de cervezas