Granada - Correg. Santa Ana - Vereda Galilea - Granada, Antioquia (Colombia)

LA RUTA DEL RENACER

Circuito MTB Granada – Vereda La Quiebra - Corregimiento Santa Ana – Vereda Galilea – Vereda Malpaso - Vereda El Edén – Granada (Antioquia, Colombia)

Fecha de ruta: octubre 11 - 2020
Recorrido total: 53,85 km
Nota: la ruta guardada muestra 49,5 km dado que al parecer el GPS no registro los primeros kilómetros de la ruta, al salir de Granada, así que tuve que ponerlos manuales para la publicación. Esto hizo que la ruta guardada quedara con muchas horas de recorrido lo cual no es correcto. El tiempo real fue de 8 horas totales, de las cuales 5 horas + 51 minutos corresponden a tiempo en movimiento.

Dificultad técnica: media - alta (en zonas de descenso y ascenso)
Dificultad física: alta (piedra suelta en la gran mayoría del recorrido que desgasta los músculos)

Recomendaciones: alimentación, hidratación, herramienta y repuestos para la bici.

“LA RUTA DEL RENACER”
Esta ruta es como esas situaciones de la vida que queremos que sucedan y se van postergando por múltiples razones. Pero después, cuando menos lo esperamos, y justo por un cambio de planes de último momento con el que no contamos, las cosas suceden y punto. Y nos sentimos felices por ello porque resulta ser una de las mejores vivencias. Y por ser una de las primeras rutas largas después de tanto tiempo de encierro, y en una zona que estaba olvidada, y que por muchos años no se podía recorrer. Por eso la llamo la "Ruta del Renacer".

LA HISTORIA DETRÁS DE LA RUTA
La visualización de esta ruta llegó a mi mente en marzo de 2009 cuando realicé un par de recorridos entre Guatapé, Granada y El Peñol, durante los cuales disfruté al máximo con la belleza de las montañas de esta zona.

En ese momento me llamó mucho la atención la topografía que se veía de las veredas ubicadas al sur y al suroriente del municipio de Granada. Especialmente, de la Vereda La Quiebra por la cual se accede al Corregimiento Santa Ana. El tema es que en ese momento esas trochas eran impenetrables por el conflicto armado que se vivía en Colombia. Pasaron 2 años y regresé a la zona en 2011 para hacer un recorrido enfocado en llegar hasta las inmediaciones del municipio de San Carlos. En ese momento, de nuevo me asaltó la curiosidad por bajar hasta al Corregimiento Santa Ana, pero las recomendaciones de los pobladores me convencieron de no hacerlo. Volvió a pasar el tiempo y se fue quedando congelada la ruta. Después de 11 años, y cuando menos lo esperábamos porque realmente ese día teníamos otra cosa en mente, se logró el objetivo: visitar el Corregimiento Santa Ana y recorrer esas veredas repletas de historias de arrieros.

Esta ruta nos recargó de energía para la vida, aunque durante el recorrido nos dejó agotados. Después de un encierro de tantos meses, por la ocurrencia de la pandemia mundial, fue un regalo de la vida el poder disfrutar de nuevo la montaña con todos sus paisajes y su exigencia física.

Es curioso, pero justamente para este 2020 teníamos el plan de recorrer muchos parajes apartados del oriente antioqueño, y esta ruta era precisamente una de esas propuestas previstas para abril o mayo, pero nadie se imaginó todo lo que iba a suceder a partir de marzo - 2020. Simplemente llegó la cuarentena y sin más alternativas, tuvimos que permanecer en casa. Y con esa nueva situación mundial, quedaron congelados todos los planes sobre la bici.

EL RECORRIDO
Luis A y yo partimos de Granada (2.100 msnm), el “Pueblo de Plazas” encajado entre las montañas majestuosas del Oriente Antioqueño, antes del medio día del domingo 11 de octubre - 2020. Iniciamos el recorrido pasando por la plaza principal donde está ubicada la Iglesia Santa Bárbara y tomamos rumbo oriente, por la vía que conecta a Granada con el municipio de San Carlos. Aunque el clima de Granada es frío, el día estaba muy soleado y hacía calor. Tantos años pasaron para recorrer en sentido opuesto una carretera que permanecía polvorienta en mi memoria. Esta vez todo se veía distinto, pero igual. Distinto porque ya hay tramos con pavimento en la vía hacia San Carlos. Igual, porque la belleza geográfica de la zona sigue intacta.

Cruzamos las veredas El Concilio, La Honda y La Primavera disfrutando la belleza hídrica de esta región. Pedaleamos durante un buen rato al lado de la Quebrada Minitas, provista de fondos arenosos y aguas cristalinas. Luego avanzamos hacia la Vereda La Quiebra, mi sitio de referencia desde el 2009. Allí encontramos el primer desvío a la derecha para bajar, por una trocha repleta de piedra suelta y tramos con hundimientos en la superficie, hasta el Corregimiento Santa Ana (1.342 msnm). Hasta este primer desvío, habíamos recorrido 18 km y descendido hasta una altitud de 1.886 msnm.

Durante el descenso hacia Santa Ana, de unos 10 km, encontramos tramos de cuidado por la piedra suelta pero los paisajes recompensaban cada kilómetro recorrido. Desde Granada hasta el Corregimiento Santa Ana completamos un recorrido acumulado de 28 km con un desnivel de 760 metros, todos ellos en medio de montañas bañadas por quebradas cristalinas y cultivos de frijol, aguacate, tomate y caña de azúcar. De hecho, tuvimos la fortuna de cruzarnos con un señor de Cocorná, que vive en esta zona y se dedica a producir panela (dulce de caña) para vender a los vecinos y pobladores de la región. Llevaba en sus espaldas 3 arrobas de este preciado producto.

Al llegar al Corregimiento Santa Ana (1.342 msnm) tuvimos la oportunidad de apreciar la celebración religiosa con la cual se conmemora la “Fiesta de San Isidro”, Patrono de los Agricultores. Disfrutamos de un buen sancocho típico de la región y una bebida hecha con miel de caña y limón. Como toda la gente de Antioquia, los habitantes de Santa Ana, son amables, hospitalarios y alegres.

Ya con el estómago llenito y las energías recargadas, continuamos el recorrido en ascenso por un terreno con muchas rocas, la mayoría de ellas pequeñas pero todas sueltas. Cruzamos el sector Charco Negro donde hay un balneario con un río de aguas torrentosas color verde esmeralda de una belleza como pocas y seguimos en ascenso hasta llegar al sector El Empalme, donde se puede tomar un desvío que va hacia Cocorná, o también se puede retornar a Granada pasando por las veredas ubicadas al sur occidente del municipio como La Selva, Las Faldas y Quebradona Abajo. Nosotros giramos a la derecha para continuar el recorrido pasando por las veredas El Libertador, Galilea, Malpaso, El Edén, El Roble y San Esteban.

A simple vista el terreno parecía una trocha normal, pero recorrerla fue todo un desafío. En algunos tramos era casi una tortura porque las llantas traseras de la bici deslizaban sobre las piedras provocando la pérdida de energía en las piernas. Y sumado a eso, la temperatura alta del ambiente por el calor del día hacía todo más duro. El tema no era por exceso de aire en las llantas, sino porque las piedras estaban completamente sueltas y generaban una gran pérdida de energía. Se sentía una sensación similar a los tramos de vía donde arrojan triturado sin compactar las piedras, haciendo que las llantas floten sobre éstas.

Aunque sabíamos que el regreso implicaba subir hasta la misma altitud de partida por una trocha que cada vez se ponía más exigente, hubo algo que compensó ese gran esfuerzo: la majestuosidad y belleza de las montañas que enmarcan las veredas del sur del municipio de Granada que disfrutamos hasta que se agotó el último rayo de luz solar que nos permitió cruzar casi toda la Vereda El Edén.

Al iniciar el cruce por la Vereda El Roble ya no teníamos luz solar, pero encontramos pavimento y así siguió el recorrido hasta terminar de cruzar la Vereda San Esteban, ubicada en la zona cercana al casco urbano de Granada. Esto fue un alivio porque ayudó a menguar el agotamiento en las piernas y porque ya había llegado la noche y era más fácil apuntar con la luz de la bici hacia la línea blanca de la vía que hacía las rocas del camino. Es curioso, pero también fue un alivio la ausencia de sol para refrescar el aire y así bajar la temperatura ambiente y la corporal, que estuvo bastante alta durante todo el día.

Entre pedal y pedal, siempre en ascenso, cruzamos la Vereda San Esteban y salimos a la vía principal que comunica la autopista Medellín – Bogotá con el Municipio de Granada. Continuamos el ascenso por 4 km más y, con una sensación de satisfacción por haber completado la ruta, llegamos a la zona céntrica de Granada, antes de la 8 pm.

Esta aventura se convirtió en una oportunidad más para sentir que estamos vivos. Y confiamos en que sean muchos kilómetros más por seguir recorriendo.

A pesar que la vida nos cambió a todos los habitantes del planeta, damos gracias a Dios por tener salud y por tener la oportunidad de ver otra vez la belleza de nuestras montañas Antioqueñas.

Buenas Trochas, liliwhale®