Fuenfría, Cercedilla, Calvario, Navacerrada y pá las birras
near Tabanera del Monte, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
Aunque no tenía decidido ir, la noche antes le envié un guasal a Javi cuñao de Wandar, para quedar y bajar juntos al lugar de la quedada. Según enfilábamos las curvas del Martinete de Palazuelos aparecieron Félix, Candi y Antonio (echando broncas ya…).
El lugar del inicio parecía una boda de la cantidad de ciclistas que había. Además, pasaban grupos de ciclistas de flaca desde grupos de 5 hasta grupos de más de veinte!!
Una vez entresacada la paja del grano, vimos que nuestro grupeto era más que cojonudo: no los conté a todos pero por lo menos éramos 15. Hala, tos patapúm parriba!!!
La marcha iba tranquila por el camino de los tanques. Creíame yo que eran Jose y Wandar los que iban por delante abriendo camino, cuando vi que Javi y otros 3 estaban más adelantados, allí estaban sentados en la Fuente de San Pedro.
Subiendo desde aquí hasta los “troncos” me comenta Javi que Wandar está “organizando grupos”. Cómorl??!! Es cuando pienso que no todos terminaremos subiendo por el Calvario. Bueno, es mejor así, nosotros tenemos al menos dos horas más de camino, si no se dice nada y estás esperando en cada cruce de camino, fuente y puerto; luego unos se bajan con tiempo que al resto nos falta.
Así que tras pedalear el camino Santiago, sin parar continuamos por los Aleonardos, parada en la Fuente de la Reina lo justo para rellenar algunos el bidón de agua y seguir hasta el Puerto de la Fuenfría, donde había lo menos un centenar de bicis y andariegos!!! Casi tuvimos que ponernos los teléfonos en la muñeca por si nos perdíamos!! Nosotros éramos 7 efectivos.
Tras el reagrupamiento de los nuestros, decidimos bajar por el Camino de la República hasta Cercedilla, evitando improvisar por caminos más peligrosos o divertidos, según se mire.
Tras reagrupamiento general nos fuimos para el Calvario, con bastante calor ya. El camino tal cual empezó lo más tranquilo posible para ir superando las cuestas, hasta que llegamos a tramos de dificultad técnica considerable, por la piedra suelta y la fuerte pendiente (más el ganado suelto, andariegos y bikers que bajaban). Donde cada uno puso su ritmo, fuerza, destreza y algo de empujabike.
Cada nuevo tramo técnico era más difícil de ciclar, debido al cansancio y la caló…pero no había moscas!!!!!! Bieeeeen!!!! Corría el agua entre las piedras y las raíces, lo que hacía poner más atención a posibles resbalones.
Por fin coronamos y pudimos descansar, mientras iban llegando uno a uno los compañeros de ruta. Como Julio Varón tardaba en llegar, Javi se llevó al resto por Cotos, los Tubos y Pesquerías, porque la hora se iba echando encima. Tan solo quedábamos Wandar, Juan Carlos y yo. Wandar se bajó en busca de Julio que lo trajo sano y salvo, jodido, pero sano y salvo. En vez de subir por la terrible cuesta hormigonada del 40% y el más terrible aún Sendero Arias, optamos por salir a la carretera y terminar de coronar Nvacerrada por este terreno más favorable…aunque no fácil. En la cima, repusimos un poco con una lata de cocacola y un aquiaruis (que Julio se bebió casi de un trago).
Diversión en el descenso del puerto de Navacerrada, sobre todo en las curvas de herraduras, adelantándonos Wandar y yo, por el interior o exterior cual moteros.
Llegando casi a la Granja apareció Javi de entre la maleza y le dimos algo de velocidad al final de la marcha hasta llegar al punto de rehidratación Cervecil, donde disfrutamos de lo segundo mejor de la ruta.
El lugar del inicio parecía una boda de la cantidad de ciclistas que había. Además, pasaban grupos de ciclistas de flaca desde grupos de 5 hasta grupos de más de veinte!!
Una vez entresacada la paja del grano, vimos que nuestro grupeto era más que cojonudo: no los conté a todos pero por lo menos éramos 15. Hala, tos patapúm parriba!!!
La marcha iba tranquila por el camino de los tanques. Creíame yo que eran Jose y Wandar los que iban por delante abriendo camino, cuando vi que Javi y otros 3 estaban más adelantados, allí estaban sentados en la Fuente de San Pedro.
Subiendo desde aquí hasta los “troncos” me comenta Javi que Wandar está “organizando grupos”. Cómorl??!! Es cuando pienso que no todos terminaremos subiendo por el Calvario. Bueno, es mejor así, nosotros tenemos al menos dos horas más de camino, si no se dice nada y estás esperando en cada cruce de camino, fuente y puerto; luego unos se bajan con tiempo que al resto nos falta.
Así que tras pedalear el camino Santiago, sin parar continuamos por los Aleonardos, parada en la Fuente de la Reina lo justo para rellenar algunos el bidón de agua y seguir hasta el Puerto de la Fuenfría, donde había lo menos un centenar de bicis y andariegos!!! Casi tuvimos que ponernos los teléfonos en la muñeca por si nos perdíamos!! Nosotros éramos 7 efectivos.
Tras el reagrupamiento de los nuestros, decidimos bajar por el Camino de la República hasta Cercedilla, evitando improvisar por caminos más peligrosos o divertidos, según se mire.
Tras reagrupamiento general nos fuimos para el Calvario, con bastante calor ya. El camino tal cual empezó lo más tranquilo posible para ir superando las cuestas, hasta que llegamos a tramos de dificultad técnica considerable, por la piedra suelta y la fuerte pendiente (más el ganado suelto, andariegos y bikers que bajaban). Donde cada uno puso su ritmo, fuerza, destreza y algo de empujabike.
Cada nuevo tramo técnico era más difícil de ciclar, debido al cansancio y la caló…pero no había moscas!!!!!! Bieeeeen!!!! Corría el agua entre las piedras y las raíces, lo que hacía poner más atención a posibles resbalones.
Por fin coronamos y pudimos descansar, mientras iban llegando uno a uno los compañeros de ruta. Como Julio Varón tardaba en llegar, Javi se llevó al resto por Cotos, los Tubos y Pesquerías, porque la hora se iba echando encima. Tan solo quedábamos Wandar, Juan Carlos y yo. Wandar se bajó en busca de Julio que lo trajo sano y salvo, jodido, pero sano y salvo. En vez de subir por la terrible cuesta hormigonada del 40% y el más terrible aún Sendero Arias, optamos por salir a la carretera y terminar de coronar Nvacerrada por este terreno más favorable…aunque no fácil. En la cima, repusimos un poco con una lata de cocacola y un aquiaruis (que Julio se bebió casi de un trago).
Diversión en el descenso del puerto de Navacerrada, sobre todo en las curvas de herraduras, adelantándonos Wandar y yo, por el interior o exterior cual moteros.
Llegando casi a la Granja apareció Javi de entre la maleza y le dimos algo de velocidad al final de la marcha hasta llegar al punto de rehidratación Cervecil, donde disfrutamos de lo segundo mejor de la ruta.
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