Fontmartina

Volvemos a las andadas.
Después de colocar la caravana, equilibrarla, llenar los depósitos, extender el toldo y demás, es hora de montarse en la bici y probar. Se trata de dar una vuelta y notar las nuevas sensaciones. Digo nuevas porque me he vuelto a engordar y los mallots me apretan, joder.
Salimos del camping y hasta al GPS le cuesta encontrar el punto de inicio (hace tanto tiempo que no lo encendía, pobre). Iniciamos una pista en bajada y cuando ya estamos bajando entonces arranca el bicho. La pendiente es pronunciada aunque en buen estado, de volver por el mismo sitio ni de coña. Llegamos a una pista ancha de tierra que nos conduce hacia el otro camping de la zona “Riera de Ciuret”.
La pista continúa bajando pero con menos pendiente. Llegamos al camping, lo pasamos y a pocos metros de coger una pista asfaltada, tomamos una pista de tierra a la izquierda que sube con fuerza. Esta pista hay que recordarla porque es la que enlaza con el camino que sube hasta el Turó de l’Home.
Todo sigue en su sitio y apenas noto dolor, alguna molestia pero nada más. Damos la vuelta y ahora nos toca subir. Nos cuesta pero vamos tirando. Llegamos al pueblo de La Costa del Montseny y desde allí tres kilómetros por carretera hasta Fontmartina y todo subida.
Pau empieza con un ritmo muy fuerte pero después de un kilómetro y medio lo cojo y lo dejo atrás. La verdad es que las pulsaciones se encaraman a los 178 y decido bajar el ritmo. Se hace bastante duro (también porque es la una del mediodía), mucho calor y no hay descansillos.
En resumen, como primera piedra de toque no ha estado nada mal.