Fervenza da Freixa. Mirador del Galiñeiro. Vigo

Dificultad física, moderada; dificultad técnica, moderada con tramos difíciles (Mirador del Galiñeiro).
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La ruta comienza como por el barrio de Matamá, como en: Matamá, Galiñeiro o Matamá. Monte Cepudo. A Igrexa. Vigo.

Subimos por O Outeiro y A Mó, dejamos la pista deportiva y llegamos a la VG-20 que cruzamos por el puente que nos coloca en los estrechos y laberínticos caminos de este monte. En ascenso llegamos al Parque Forestal Dos Pozos. Siguiendo el margen del estanque llegamos al cementerio de Valadares, con su gran cruz, y continuamos por la vertiente norte del monte Alba y Cepudo. Por un tramo de carretera local llegamos al polígono industrial de Zamáns (Paxase). Seguimos por la PO-331, en un giro a la derecha nos situamos en las inmediaciones de La Fraga. Por pista, y dejando el embalse de Zamáns a nuestra izquierda (en esta ocasión no lo vemos por quedar en una cota inferior y oculto por el arbolado), llegamos a una laguna intermitente, antigua cantera (Foto 1 y wp1). Aquí comienza la ancha pista por la que llegaremos a un punto interesante, la Fervenza da Freixa, cascada cuyas aguas se deslizan como en un gran tobogán por la grandes lanchas de granito (Foto 2 y wp2). Mediante un giro a la izquierda tomamos una ancha pista que nos conducirá hasta la base del Galiñeiro. En esta ocasión, y en este entorno, conocemos un precioso lugar, el mirador del Galiñeiro (wp2). Este mirador no está marcado como tal. Es realmente espectacular. Asienta sobre una zona granítica, terreno no muy habitual en estos montes de Vigo. Desde él se puede divisar desde la costa de Bayona hasta la zona más interior de la Ría de Vigo, así como los montes que se interponen entre el horizonte y este impresionante mirador (Foto 3 y 4. Wp3). Es en este punto donde comienza la zona técnica de la ruta. El firme de granito. Zona compartida con “los moteros”, lo que hace que en las zonas de tierra existan profundas roderas y piedras sueltas, además de grandes bloques de granito que forman altos escalones, zona pues de deleite par a los bajadores (wp4 y wp5). Este precioso segmento termina con una gran lancha de piedra de aproximadamente 120 m, con un importante desnivel (wp6). Una vez superada esta dificultad llegamos al arroyo que marca su final (wp7). Desde aquí, pasando primero por una vieja calzada y luego a través de pistas de tierra llegamos al túnel (wp8) que cruza por debajo la AG-57. Este túnel tiene 115 m de longitud. Una vez pasado este túnel llegamos a un bonito paraje, el del río Amial (wp9) y el Polígono Industrial de Zamáns (Paxase). Por la carretera PO-330, pasando por Valadares, bajamos a Vigo satisfechos de haber conocido una variante muy interesante de este precioso entorno vigués.