Ermua post-apocalipsis maderero
near Eitzaga, País Vasco (España)
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Trail photos
Itinerary description
Vuelta a los montes del sur de Ermua, donde el curro de los locales en los senderos está siendo últimamente destrozado por sacas forestales. No es sencillo desde la distancia saber qué bajadas han sido afectadas y cuáles no, por lo que nos acercamos en coche con cierta intranquilidad de los senderos que se han salvado y cuáles han caído bajo las máquinas.
El remonte inicial lo hacemos por una pista que discurre remontando el curso del arroyo Arriola en lugar de por la carretera como otras veces. Es una carretera sin tráfico, pero siempre es más agradable perder el cuidado a que puedan venir coches y subir con el murmullo del agua del arroyo. Un rampón intermedio y otro al final para remontar a la pista que sale de la presa nos hacen apretar un poco los dientes, pero nada demasiado duro. Seguimos ascendiendo por pista hacia la zona donde salía (sale?) la bajada del Haya, que hoy obviamos porque hemos leído que está afectada por talas.
Si bien hasta aquí la pendiente ha sido bastante llevadera, giramos a mano izquierda y nos encontramos con un muro de casi 700m con desniveles por encima del 15% y con picos del 25%. Estamos todavía con las piernas frescas, pero pica, vaya si pica. Luego la pendiente ya suaviza un poco antes de llegar a las inmediaciones de la cumbre de Santamariñazar, donde empieza la primera bajada del día.
Nunca había subido hasta aquí, por lo que era un misterio para mi esta bajada que luego enlaza con El Filtro más abajo, tras un cruce de pista. No sé si puede considerarse la misma bajada, pero tiene toda la pinta, ya que es muy parecida a la parte de abajo ya conocida. Quizás un poco menos transitada y por ello más descuidada, probablemente por el palizón que hay que pegarse para llegar a ella. Tras un inicio de pendiente agradable, enseguida empieza un recital de curvas de herradura de gran pendiente, muchas de ellas con los apoyos suficientes para meter la bici, y algún salto intercalado. Senda estrecha, que al igual que en El Filtro, en ocasiones ladea prácticamente sin pendiente para derrumbarse repentinamente en una sucesión de curvas imposibles. Sin duda, la bajada más técnica del día, la primera en la frente, para bajar relajados el resto de la mañana.
Caemos a la misma pista de subida, que volvemos a remontar hasta el inicio del TC4. Ojo porque el sendero sale justo a la derecha de un tronco enorme caído y está un poco oculto, no es difícil despistarse y seguir recto por la pista. En el inicio de la bajada aprovechamos la brisa y la sombra para hacer una primera parada y comer algo. El primer tramo del TC4 lo repetiremos hasta tres veces hoy, pero no se nos hace pesado, ya que es sin duda el tramo con más flow de la mañana, con curvas suaves y con poca pendiente, con saltos pequeños en diverso estado de conservación. En esta primera bajada, seguimos por una zona con la vegetación crecida hasta llegar al cruce de pistas donde seguiremos por una bajada que queda entre Obélix y Fénix. Esta parte, a ratos está afectada por talas, lo que nos obliga a hacer algún pequeño rodeo por pista, pero se baja sin maldecir demasiado contra los madereros.
Caemos a la pista de hormigón que nos remontará de nuevo hasta pasar la entrada del Haya y llegar a la zona donde hemos comido algo poco tiempo antes. Ahora toca cortar con el flow a mitad del primer tramo, para cruzar la pista de subida a mano izquierda (unos metros campo a través, nada evidente) y tomar la bajada Pedalmetal, totalmente desconocida para mi. Bajada corta, de curveo amplio y poco tráfico a juzgar por la vegetación, que muere en una pista que tendremos que remontar con un esfuerzo que va de menos a más, siendo la última parte realmente criminal donde hay que hacer un verdadero esfuerzo de pormishuevismo para no echar pie a tierra. Al igual que en la primera subida, unos 700m a más del 15% y con picos de más del 25%. Suma escalones de piedra y tienes una idea del pastel que tenemos delante.
Una vez arriba, cogemos aire, comemos algo y nos lanzamos a la cuarta bajada, que realmente es calcada a la primera parte de la tercera, solo que en la pista, en lugar de seguir bajando, tomamos un sendero a mano derecha para remontar al inicio de Fénix. La pista está realmente desguazada, con roderas gigantescas que obligan a coger la bici en la mano y dan pistas de que las talas realmente no han acabado, por lo que pueden seguir cayendo sendas.
La subida es espectacular, un senderito que va ganando altura poco a poco serpenteando por el bosque trazando cerradas curvas. Todo idílico hasta que casi arriba, nos enconramos de nuevo con el desastre de las talas. Afortunadamente, solo afectan a las dos últimas curvas, y con un breve porteo esquivando ramas se puede llegar a una pista que acaba de subirnos al inicio de Fénix. Realmente el sendero empezaba un poco más arriba, pero es ahora una pista, al igual que los primeros 30 o 40 metros de la antigua bajada, donde la pista sustituye al sendero orginal. Una pena. Rescatamos el sendero original a mano derecha y nos las arreglamos para evitar en lo posible las zonas de talas, aunque hay momentos en los que vuelven a tocar el sendero.
Llegamos así al río, donde tenía un recuerdo buenísimo de un salto que lo cruzaba. Se me cae el alma a los pies al verlo desmontado entre la maleza, teniedo que vadear el río (arroyo más bien), sin mojarnos. Una verdadera pena.
Y así llegamos al pueblo de nuevo, con una sensación agridulce de lo que fue y ya no es. Y eso que veníamos preparados para esto. Si has conocido la zona antes del apocalipsis maderero, vas a salir con la misma sensación que he salido yo. Si no la conoces, pues seguramente salgas contento de los tramos de sendero que se han salvado de la tala. Técnicamente es difícil, el Filtro tiene tela y es vertical, siendo el resto de bajadas más asequibles.
Como siempre, agradecer a los locales que se curran las bajadas y tratan de recuperarlas tras cada tala. Si la azada y el desbroce ya es un trabajo duro de por si, ver cómo de vez en cuando se meten las máquinas y destrozan el trabajo de meses tiene que ser la ostia. Cada zona tiene su cruz, cuando no son los madereros, son las motos, y cuando son terrenos públicos, el guarda forestal y las prohibiciones absurdas de políticos ignorante, incompetentes y cortoplacistas. En fin, que con esto tenemos que vivir.
El remonte inicial lo hacemos por una pista que discurre remontando el curso del arroyo Arriola en lugar de por la carretera como otras veces. Es una carretera sin tráfico, pero siempre es más agradable perder el cuidado a que puedan venir coches y subir con el murmullo del agua del arroyo. Un rampón intermedio y otro al final para remontar a la pista que sale de la presa nos hacen apretar un poco los dientes, pero nada demasiado duro. Seguimos ascendiendo por pista hacia la zona donde salía (sale?) la bajada del Haya, que hoy obviamos porque hemos leído que está afectada por talas.
Si bien hasta aquí la pendiente ha sido bastante llevadera, giramos a mano izquierda y nos encontramos con un muro de casi 700m con desniveles por encima del 15% y con picos del 25%. Estamos todavía con las piernas frescas, pero pica, vaya si pica. Luego la pendiente ya suaviza un poco antes de llegar a las inmediaciones de la cumbre de Santamariñazar, donde empieza la primera bajada del día.
Nunca había subido hasta aquí, por lo que era un misterio para mi esta bajada que luego enlaza con El Filtro más abajo, tras un cruce de pista. No sé si puede considerarse la misma bajada, pero tiene toda la pinta, ya que es muy parecida a la parte de abajo ya conocida. Quizás un poco menos transitada y por ello más descuidada, probablemente por el palizón que hay que pegarse para llegar a ella. Tras un inicio de pendiente agradable, enseguida empieza un recital de curvas de herradura de gran pendiente, muchas de ellas con los apoyos suficientes para meter la bici, y algún salto intercalado. Senda estrecha, que al igual que en El Filtro, en ocasiones ladea prácticamente sin pendiente para derrumbarse repentinamente en una sucesión de curvas imposibles. Sin duda, la bajada más técnica del día, la primera en la frente, para bajar relajados el resto de la mañana.
Caemos a la misma pista de subida, que volvemos a remontar hasta el inicio del TC4. Ojo porque el sendero sale justo a la derecha de un tronco enorme caído y está un poco oculto, no es difícil despistarse y seguir recto por la pista. En el inicio de la bajada aprovechamos la brisa y la sombra para hacer una primera parada y comer algo. El primer tramo del TC4 lo repetiremos hasta tres veces hoy, pero no se nos hace pesado, ya que es sin duda el tramo con más flow de la mañana, con curvas suaves y con poca pendiente, con saltos pequeños en diverso estado de conservación. En esta primera bajada, seguimos por una zona con la vegetación crecida hasta llegar al cruce de pistas donde seguiremos por una bajada que queda entre Obélix y Fénix. Esta parte, a ratos está afectada por talas, lo que nos obliga a hacer algún pequeño rodeo por pista, pero se baja sin maldecir demasiado contra los madereros.
Caemos a la pista de hormigón que nos remontará de nuevo hasta pasar la entrada del Haya y llegar a la zona donde hemos comido algo poco tiempo antes. Ahora toca cortar con el flow a mitad del primer tramo, para cruzar la pista de subida a mano izquierda (unos metros campo a través, nada evidente) y tomar la bajada Pedalmetal, totalmente desconocida para mi. Bajada corta, de curveo amplio y poco tráfico a juzgar por la vegetación, que muere en una pista que tendremos que remontar con un esfuerzo que va de menos a más, siendo la última parte realmente criminal donde hay que hacer un verdadero esfuerzo de pormishuevismo para no echar pie a tierra. Al igual que en la primera subida, unos 700m a más del 15% y con picos de más del 25%. Suma escalones de piedra y tienes una idea del pastel que tenemos delante.
Una vez arriba, cogemos aire, comemos algo y nos lanzamos a la cuarta bajada, que realmente es calcada a la primera parte de la tercera, solo que en la pista, en lugar de seguir bajando, tomamos un sendero a mano derecha para remontar al inicio de Fénix. La pista está realmente desguazada, con roderas gigantescas que obligan a coger la bici en la mano y dan pistas de que las talas realmente no han acabado, por lo que pueden seguir cayendo sendas.
La subida es espectacular, un senderito que va ganando altura poco a poco serpenteando por el bosque trazando cerradas curvas. Todo idílico hasta que casi arriba, nos enconramos de nuevo con el desastre de las talas. Afortunadamente, solo afectan a las dos últimas curvas, y con un breve porteo esquivando ramas se puede llegar a una pista que acaba de subirnos al inicio de Fénix. Realmente el sendero empezaba un poco más arriba, pero es ahora una pista, al igual que los primeros 30 o 40 metros de la antigua bajada, donde la pista sustituye al sendero orginal. Una pena. Rescatamos el sendero original a mano derecha y nos las arreglamos para evitar en lo posible las zonas de talas, aunque hay momentos en los que vuelven a tocar el sendero.
Llegamos así al río, donde tenía un recuerdo buenísimo de un salto que lo cruzaba. Se me cae el alma a los pies al verlo desmontado entre la maleza, teniedo que vadear el río (arroyo más bien), sin mojarnos. Una verdadera pena.
Y así llegamos al pueblo de nuevo, con una sensación agridulce de lo que fue y ya no es. Y eso que veníamos preparados para esto. Si has conocido la zona antes del apocalipsis maderero, vas a salir con la misma sensación que he salido yo. Si no la conoces, pues seguramente salgas contento de los tramos de sendero que se han salvado de la tala. Técnicamente es difícil, el Filtro tiene tela y es vertical, siendo el resto de bajadas más asequibles.
Como siempre, agradecer a los locales que se curran las bajadas y tratan de recuperarlas tras cada tala. Si la azada y el desbroce ya es un trabajo duro de por si, ver cómo de vez en cuando se meten las máquinas y destrozan el trabajo de meses tiene que ser la ostia. Cada zona tiene su cruz, cuando no son los madereros, son las motos, y cuando son terrenos públicos, el guarda forestal y las prohibiciones absurdas de políticos ignorante, incompetentes y cortoplacistas. En fin, que con esto tenemos que vivir.
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