El Vivero Bikepark

La ruta de hoy bien podría llamarse El Vivero Airlines, o algo así, porque ha sido un auténtico festival de saltos de todos los colores. De hecho, aunque no es 100% fiable, Garmin me dice que ha registrado nada menos que 59 saltos en toda la mañana. Telita. Es una ruta exigente, sobrepasando los 1600m+ en los que hacemos una selección de las bajadas endureras más chulas de la zona. Seguro que nos dejamos alguna en el tintero, pero son todas las que están, eso seguro. Inicialmente teníamos previsto hacer el DH de Lezama, pero me quedé con mal sabor de boca la última vez que bajé por él y nos apetecía mucho darle otra pasada al final a la línea de saltos Maxxis Jump, sin duda uno de los highlights del día.

Tras dejar el coche en el parking del Vivero, tenemos una durísima subida por las trialeras de la cresta del Ganguren hasta las antenas. Así, sin anestesia, subiendo pulsaciones a la zona 5 nada más empezar. Echamos de menos algo de rodaje previo, pero tampoco viene mal el calentón para llegar a la primera bajada metidos en el partido, porque el Rock Pardo se las trae. Está un poco blando a primera hora de la mañana, pero enseguida vemos de dónde viene el "Rock" del nombre de esta primera bajada. Rocas que nadie sabe de dónde sale se amontonan bien ordenaditas para poner un poco de picante a la bajada entre peralte y peralte. Y de repente, dos pedazo de saltos em paralelo hacen volar a los más valientes. Nosotros le damos al "menos grande" sin mucho problema, pero las pasamos canutas para controlar la bici tras el aterrizaje. Si lo conoces, no es complicado enlazar con el peralte de abajo y con el siguiente salto, pero cuando nos hemos parado a mirar nos hemos centrado en el salto en si y no en lo que viene después, por lo que nos lo comemos con papas.

Llegamos a la carretera y remontamos por una cómoda pista hasta las antenas de nuevo. Ahora le toca el turno a Pocahontas, la bajada central. Peraltes, saltos, raíces, algún tramito de rocas. Bajada técnica también, pero sin esos enormes saltos de su hermano. De nuevo remonte para darle a Maxxis Jump, una auténtica joya de flow con un buen número de saltos perfectamente enlazados con peraltes que nos deja enamorados. Todos los saltos son factibles, pero hay que andar vivo y no fliparse demasiado tras cada uno de ellos y poner enseguida la vista en el siguiente, porque sino corres el riesgo de colarte alguno. Los hay asequibles en los que ves la recepción desde lejos, y otros en los que solo ves una rampa apuntando al cielo y hay que hacer un acto de fé en el criterio de los trailbuilders, porque todos se recepcionan bien. Pero vuelas, vaya si vuelas. En algunos casos, mucho.

Cruzamos la carretera y enlazamos con el Maxxis DH. Yo ya conozco esta bajada, pero con la adrenalina que llevamos ya de las tres primeras bajadas esto nos parece una bajada un poco sosa.. y es un puto DH! A los peraltes se les nota que tienen ya cierta edad, no están tan cuidados como las líneas de arriba, y aquí asoman raíces y rocas de una manera más desordenada (o natural!), pero es divertida también. Llegamos a la pista de la presa y por alguna extraña razón decidimos que el último salto tras cruzar la pista es "asequible", por lo que tras mirar la recepción mandamos al primer indio.... y se pega semejante ostión que jode la mentonera y la máscara, salvando milagrosamente cara y piños, por lo que los demás rodamos el salto acojonados como corderitos.

Recuperados del susto, remontamos por la pista hasta casi la carretera, desde donde bajamos por los senderos Asuela y Sendero Central (Trailforks dixit). Sendero disfrutón, con alguna raíz traicionera, muy divertido también. De nuevo en la pista, remonte de nuevo hasta casi el inicio de Mozoilo, una de las bajadas más largas de la zona, hasta llegar a la presa de nuevo. Más lenta y revirada, curvas cerradas trialeras de roca, raíces... técnica y retadora.

De nuevo en la parte inferior de la pista de la presa, comemos algo antes de remontar de nuevo por la pista hasta el inicio del DH Robles. Tras un primer tramo de singletrack de libro, la bajada se bifurca en mi opinión en demasiadas líneas, por lo que a veces dudo de si bajamos por la "oficial". No me gusta mucho cuando hay demasiadas variantes cuando voy sin guía, pero al final te las arreglas para encontrar la bajada adecuada. Con algún tramo vertical, veo ahora que nos metemos en el tramo final por Aritza, la alternativa sencilla al final del DH y nos perdemos unos metros del final de la bajada antes de empezar el remonte.

Este remonte de Robles no lo conocía yo, las últimas veces que he bajado Robles he acabado llegando a Galdakao para callejear un poco y remontar por la presa de nuevo. Esta alternativa es sin duda mucho mejor, ya que subimos hacia el sector del Golf de una forma directa y sin tocar asfalto. El remonte alterna tramos de sendero y pista, con un pequeño tramito de escaleras en las que hay que desmontar, pero como digo, merece mucho la pena si después de Robles se quiere ir a la zona del Golf.

Hoy queremos hacerlo todo, por lo que le damos primero al Golf original (continuación por Altamira incluida) y luego al New Golf. Me suele costar distinguir las dos versiones del Golf, pero la verdad es que son bastante diferentes. El Golf antiguo es más técnico, con un par de saltos (uno de ellos gordo y ciego, entrar con fé que la recepción es buena), trialeras y drops, hay que bajar atento. El New Golf tiene sin duda más flow, y diría que es más sencilla, con peraltes más cuidados y menos roca. Ambos acaban en un salto bastante gordo y largo, que con velocidad no presenta mayor problema, ya que aunque se entra rápido y se vuela largo, la recepción es muy noble. Nuevo chute de adrenalina. Nosotros tras hacer el Golf enlazamos con Altamira, una bajada adicional bastante vertical, con tramos de poner los cojoncillos de corbata. La parte mala es que el remonte posterior es bastante duro, rampones del casi el 30% que entiendo que espantarán a los enduretas más vaguetes.

Tras hacer el New Golf, remontamos por la pista a mano izquierda hacia las bajadas de Gallomerendero. La primera bajada, Mairu, es la más corta, pero para mi la mejor de esta zona, con peraltazos de un metro y algún salto muy chulo. Pena que sea tan corta. Gallomerendero empieza un poco más arriba y se cruza con Mairu nada más empezar. Más recta, más rápida, cruza el remonte para continuar al otro lado. Nosotros en lugar de hacer la bajada entera, nos desviamos a la derecha poco después del cruce del remonte por Padrola, que no conocía y es del pelo, con algún drop rodable técnico.

Último remonte hasta la carretera, que seguiremos durante poco más de dos kilómetros para desviarnos ligeramente a la derecha a la altura del parking del golf y seguir por una pista venida a menos que discurre cómodamente paralela a la carretera a la sombra hasta el frontón. Buena opción para quitarte coches. Ya en el parking donde hemos dejado el coche, como decía al principio decidimos cambiar la incertidumbre y probable decepción del DH de Lezama por un último chute adrenalínico de Maxxis Jump, y es todo un acierto, ya que acabas la mañana dando palmas con las orejas. Ya llevamos muchos metros acumulados, por lo que decidimos remontar por carretera y el remonte de la pista en lugar de por la durísima trialera de la cresta, que no tenemos ya el coño para ruidos.

Una pasada de mañana, adrenalina a tope, 11 bajadas de diferente pelaje, saltos a tutiplén. Seguro que se puede mejorar, pero creo que está cerca de ser la ruta endurera perfecta por la zona. Técnicamente es difícil, aunque todos los saltos tienen chicken line, hay trialeras verticales donde hay que andar fino.