EL PERELLÓ - MONTAÑA DE CULLERA - MARENY DE BARRAQUETES

IBP = 31
Con Manolo Ll, Alberto, Julio y Luis G.
Ruta circular, rodadora, totalmente llana, sobre asfalto, con 7 km de recorrido por la montaña de Cullera.
Iniciamos la etapa en El Perelló; enseguida buscamos los arrozales, con un camino de asfalto en perfectas condiciones, a la vora de las acequias arroceras, que en 6 km nos lleva a la ermita dels Sants de la Pedra; poco después bordeamos Sueca, por el camí de la Tarrranquera y atravesamos los barrios de Cullera; por su Avenida del Port, a la vora del Xuquer, hasta Dr Alemany, y la calle Calvario, que hace honor a su nombre, y nos anticipa lo que nos espera: los 9 tramos ( algunos al 14 % de desnivel) en zig zag de subida al Castell, que con sus 123 m de altura nos ofrece una paronámica inigualable, con la desembocadura del Xuquer, y la ciudad turística a nuestros pies; sólo por estas vistas la subida ya ha valido la pena. Tras un descenso engañoso, iniciamos la subida al radar meteorológico, conocido como La Bola ( a 234 m de altura) con un último tramo al 17 % de desnivel. Hemos conquistado este peaso puerto de asfalto, sinuoso, con un firme en perfecto estado, muy largo, pero asequible; tenemos la sensación de estar en la estratosfera; la vista alcanza kilómetros y kilómetros en todas direcciones, y la brisa, muy fresca, nos recuerda que hay que taparse para el descenso, vertiginoso, hasta el corazón de Cullera; después, bordeando sus calas, llegamos a la zona del Faro, continuamos por el Camino de Guarelo y volvemos a los arrozales, buscando el Mareny de Sant Llorenç rumbo al Mareny de Barraquetes, donde nos damos un homenaje en el Bar de la Cooperativa; un almuerzo en una terraza arbolada, amplia y espaciosa; de ahí, para evitar el tráfico de la CV- 502, vamos al paseo marítimo: Mareny Blau, playa de Les Palmeres, pero al final, debido a la multitud de personas que había en el paseo, tenemos que abandonarlo y atravesar la zona urbanizada, hasta alcanzar, completando el círculo, el Perelló, nuestro punto de inicio. Otro magnífico etapón que nos hemos marcado, y que nos veremos obligados a repetir, sin remordimientos.