El Espinal - San Nicolas- Juan Martin - Puente Iguina - La Noque

Y sin tenerlo planeado, terminamos haciendo una muy buena ruta, por la rivera del rio Cauca...
Partiendo en la vía entre Santa Fe de Antioquia y Anzá, y sin contar con mucho tiempo, salimos a rodar un poco, queriendo conocer el sector de "El Tunal", para lo que debíamos llegar hasta Santa Fe para allí buscar el camino a dicho sector. Para evitar el tedioso pavimento y el tráfico por este, decidimos irnos por "El Espinal" para buscar un puente en guadua (que en otras ocasiones habíamos transitado) que nos permitiría cruzar el río Tonusco para llegar al pueblo, sin embargo, para sorpresa nuestra, nos encontramos con que ya no había puente (no sabemos que pasó con este) ....y el rio estaba bastante crecido y no teníamos entonces como continuar.
Así que un poco cabizbajos dimos vuelta atrás para regresar por el mismo camino para casi iniciar de nuevo la ruta. Sin embargo al llegar a la vía principal que va a Santa Fe, en el puente que cruza el Cauca, decidimos cambiar el rumbo e ir a San Nicolas, pequeño poblado que queda a orillas del Cauca, por el costado oriental de este.
Al llegar a este sitio, decidimos explorar un poco y continuar hacia el sur, siguiendo el rio.
Atravesando el pequeño poblado encontramos un portón abierto y una carretera destapada en muy buen estado que nos “llamaba” a que continuáramos por esta y sin siquiera pensarlo, ya estábamos rodando por ella. En el camino nos encontramos un campesino al que le preguntamos si podíamos continuar y adonde podríamos salir, y este nos confirmó la idea vaga que teníamos de que se podía continuar hasta llegar a un puente que nos permitiría cruzar el cauca para salir a la via principal entre Bolombolo y Antioquia... entusiasmados con su comentario y con el agradable y buen estado del camino continuamos adelante sin titubear.
Después de avanzar otro rato llegamos a un primer portillo; pasando este el camino cambiaba completamente, pero seguia muy bien marcado, lo que nos entusiasmaba a continuar, siempre con el Rio Cauca a nuestra derecha.
Mas adelante llegamos a otro portillo, luego a otro y mas adelante a otros.... y así continuamos. Cruzando uno de ellos encontramos una casa donde nos recibió un grupo de "peludos caninos" que siempre nos inquietaron.... seguimos avanzando (a pie) hasta llegar a la casa donde preguntamos sobre la posibilidad de seguir y allí nos confirmaban que sí, que podíamos continuar y cruzar adelante el cauca, que siguiéramos el camino.... saliendo del predio y sin la vigilancia de los peludos, continuamos en las ciclas, avanzando y abriendo y cerrando portillos...... en una parte el camino se aleja un poco del rio obligando a realizar un interesante ascenso, el cual pudimos sortear pedaleando....
Finalizando uno de estos ascensos, en una curva nos encontramos casi de frente un número considerable de reses que nos obligaron a detenernos. Sin entender porque el ganado no se movía, vimos que adelante del ganado estaba otro portillo por el que debíamos pasar si queríamos continuar, (y el ganado al parecer también quería atravesarlo). Fue un poco angustiante el momento ya que estábamos encerrando al ganado contra el portillo A la izquierda la montaña, a la derecha un vacío y al frente el ganado y el portillo.... arrastrando las ciclas empezamos a avanzar lentamente por el costado izquierdo, pegados a la montaña) acercándonos al portillo; el ganado empezó lentamente a desplazarse hacia atrás, sin embargo, el toro, el mas grande, permanecía inmóvil al lado del portillo, justo en el punto donde se abría este...., lo que nos obligó a pasar por encima con las ciclas, sin quitarle la vista a ese intimidante ejemplar. Finalmente pasamos, al otro lado también había ganado, pero este al vernos empezó a correr despejándonos el camino.... nosotros retomamos allí la pedaleada y seguimos avanzando; el ganado al sentirnos cerca se alejaba corriendo.
El camino seguía así hasta que en un punto, llegamos a otro portillo donde ya no se veía camino para continuar. Exploramos un poco y no encontrábamos el sendero; mirabamos el mapa (strava) y nos marcaba por ahí la ruta... así que seguimos en medio de maleza, matorrales y plantas con espinas hasta que llegamos a el cauce de un rio seco. Cruzamos este y al otro lado empezamos a buscar el camino para continuar; siempre nos dio lidia, pero logramos encaminarnos. Entramos a un terreno (sin camino marcado), continuamos avanzando hasta que llegamos a una casa donde nos orientaron para continuar (luego de sortear el saludo poco amigable de la mascota de la casa)
Desde allí el camino nuevamente continuaba bien marcado, un poco de pantano, ascensos, descensos, hasta que después de otros cuantos portillos llegamos al anhelado puente “Iguina”. Cruzamos este y salimos a la vía principal por la que pudimos regresar a nuestro punto de partida, finalizando así un inesperado pero espectacular circuito.