El Cain, Meseta de Somuncura

El Caín, 108 aniversario
Grupo Zampa Patagonia

El viaje al El Caín surgió de una invitación al grupo Zampa de parte de Marisa (Guardia ambiental) del paraje para participar de su 108° aniversario. No lo teníamos en los planes de travesías. En noviembre de 2022 hicimos una salida de tres días (10, 11 y 12) que incluyó El Caín y Yamnago y pensamos que por un tiempo no volveríamos a la zona. Pero esta visto que nunca se sabe y ni bien recibimos la invitación decidimos viajar.

Comparto el detalle de las salidas del grupo Zampa Patagonia a la región sur y Meseta de Somuncura de Río Negro.

1. Noviembre 2018: Maquinchao, Pilquiniyeu, El Caín.
2. Marzo 2019: Maquinchao, El Caín, Puesto Hernández, Cona Niyeu
3. Noviembre 2019: Maquinchao, El Caín, Prahuaniyeu, Los Menucos
4. Febrero 2021: Valcheta, Chanquin, Chipauquil, Estancia El Rincón
5. Noviembre 2021: Pilquiniyeu, Llama Niyeo
6. Abril 2022: Sierra Colorada, Comi Co y Yaminue
7. Noviembre 2022: Maquinchao, El Caín, Yamnago
8. Marzo 2023: Maquinchao El Caín (108 aniversario)

El viernes tardecita noche nos reunimos a tomar un vermut acompañado de picada y sandwiches. Ultimamos detalles, horarios de salida y punto de encuentro. Se puede ver una foto de la previa.

La organizamos como una salida corta. Arrancamos el sábado temprano para regresar el domingo. De Cipolletti a Maquinchao en vehículos y desde ese punto pedalear hasta el paraje de los 108 años. El domingo al medio día regresamos. Llevamos algo de ropa, zapatos y cajas de fruta para dejar a familias del paraje.

Salimos de cipo a las 7 AM en dos vehículos. Carlitos, Julito, Omar y el que escribe. Nico era el encargado de manejar la camioneta y seguirnos durante el trayecto. Llegamos a Maquinchao cerca de las 11 hs. Nos cambiamos, preparamos las bicis y demás cosas para hacer los 85 km que nos separaban de El Caín.

A las 12 comenzamos a pedalear. El día no podría haber estado mejor con muy poco viento. Hicimos un primer tramo de 32 km hasta la Laguna Ñe Luan donde paramos, como hacemos siempre, para hacer un breve descanso, comer frutas y renovar el agua de las caramañolas. Retomamos la marcha y seguimos pedaleando hasta el punto de llegada. Los últimos 20 km son en bajada bastante inclinada por momento. La bici toma velocidad por lo que hay que ir controlando muy suavemente la marcha; en algunos tramos se corre peligro de seguir de largo.

Llegamos a El Caín a las 17 hs. con viento bastante más intenso pero lo teníamos a favor, ayudando en los tramos finales que es cuando más cansancio se siente. La temperatura era de 30 grados y también se hace sentir. Al llegar, como siempre hacemos, nos sacamos la fotos en el cartel de bienvenida a la Meseta de Somoncura. Notamos que en algunos carteles dice Somoncura y en otros dice Somuncura.

En El Caín nos alojamos en la casa de Hugo. Es la primera vez que no dormimos en la escuela albergue, pero la casa resultó que tenía todas las comodidades. La principal fue un galponcito con una parrilla o asador. Donde nos instalamos ni bien llegamos para prender fuego y poner el vacío al asador, como se puede ver en alguna de las fotos. Ulises, Los Piojos. los auténticos decadentes y demás comenzaron a sonar como para empezar.

Compartimos el asado y algún vinito que siempre llevamos. La marca oficial del grupo es el Puppato. Omar es el encargado. No falla y nunca falta en las salidas. Lo que tampoco falta nunca son las torta fritas que hace la hermana de Marisa.

Conversamos, como siempre, disfrutando una de las cosas más lindas que tiene las salidas en grupo: la sobremesa. A medida que avanza la charla y la noche, nunca se sabe cómo y dónde termina la conversación. Pero siempre es uno de los momentos más relajados y de disfrute entre los biker. Aunque en un momento dado aparece el cansancio de la jornada y no queda otra más que ir a dormir.

La Cuestión que estábamos otra vez en el Caín. En la meseta. Después de lo que fue la última salida en noviembre de 2022, como comentaba más arriba, pensamos que era la última, que por un tiempo largo no volveríamos. Pero estábamos otra vez. No sabemos explicar muy bien por qué tantas travesías en la meseta. Sin duda que ejerce una fuerte atracción. Relacionado a su condición de espacio natural, sin demasiadas intervenciones. Es una gran inmensidad sin nada que la altere. Y el silencio o mejor dicho, los sonidos del silencio, lo que la define. Sin idealizar el lugar, ya que hay actividad ganadera, campos alambrados y demás. Pero igual, creo que es difícil encontrar grandes áreas geográficas en otras zonas, que quizás, son panorámicamente más lindas pero están atravesadas e intervenidas con servicios de todo tipo, desarrollos inmobiliarios de diferente escala y por algún tipo de infraestructura.

Los biker nunca salimos del asombro con los paisajes de la meseta.
Gracias a Marisa, guardia ambiental, por la invitación a El Caín y a la Meseta

Y por supuesto, no puede faltar el reconocimiento a Silvio, quien nos guió y nos llevó a la aventura de pedalear en los caminos, senderos y huellas de la Meseta de Somuncura. No se nosotros, pero seguro que Silvio seguirá pedaleando incansable, sin parar. Haciendo conocer de la mejor manera una de las zonas mas lindas que tenemos.