El Cain

Lunes 22 de noviembre (2021)
Pilquiniyeu - El Cain

El lunes a la mañana teníamos programado el regreso a Cipolletti / Roca. Pero como podrán ver a continuación, eso no iba a suceder. Resultó que Silvio nos propuso aprovechar esa mañana y pedalear hasta El Caín, distante 45 kilómetros de Pilquiniyeu; descansar, comer algo y emprender el regreso. No necesitó insistir. Rápidamente nos pusimos a armar la logística para aprovechar la mañana. La cosa quedó así: Silvio y Omar, que todavía seguía un poco pesado, manejaron cada una de las camionetas. Con Carlitos y Guille fuimos pedaleando. La decisión no podría haber sida mas acertada.

Salimos de Pilqui a las 9,30 hs mas o menos. Con Carlitos ya habíamos hecho el recorrido el 22 de noviembre de 2018 con Silvio coordinando igual que ahora. Al revisar el viaje caigo en la cuenta que la fecha es la misma: el 22 de noviembre.

Como podrán ver en el mapa de elevación de Wikiloc el recorrido comienza con un camino en subida bastante largo de aproximadamente 14 kilómetros, por lo que la pendiente no es tan pronunciada o pesada salvo dos momentos. A partir de ese punto todo lo que sigue hasta llegar a El Caín es en pendiente descendente. Al viento también lo teníamos a favor por lo que fue muy emocionante hacer el recorrido mayormente con buena velocidad de rodada y muy liviano arriba de la bici. En ese escenario natural pedaleando con la bici bastante suelta en velocidad la sensación es difícil de expresarla en palabras. El disfrute no podría ser mayor y la sensación arriba de la bici sobre pendientes suaves en bajada es única.

El camino te lleva por mallines, algunos pequeños cauces y por establecimientos o puestos. Entramos a un establecimiento y recorrimos durante un trecho largo hasta llegar y cruzar un cauce que estaba seco. Ese mismo cauce en la anterior travesía traía abundante agua. Al punto que fue motivo de parada para ayudar a cada uno de los y las biker que iban atravesando el cauce lleno de agua. La camioneta también tuvo que cruzar con cuidado. Pero ahora nada de eso fue necesario ya que estaba completamente seco. En ese lugar tomamos unas fotos que se pueden ver en el archivo de Wikiloc.

A partir de ese punto salimos del pequeño valle y el terreno se hizo más plano y seguía viéndose bastante seco. Paramos en un momento a hidratarnos, comer frutas, alguna barrita y nos juntamos con las dos camionetas que nos venían siguiendo. Aprovechamos para hacer los comentarios del trayecto hecho y del que falta hacer.

Retomamos para llegar sin más paradas a El Caín. En algunas de las fotos se puede ver el camino y los cerros (Aneken) próximos al destino sintiendo algo de cansancio. El camino cambió la dirección y el viento que teníamos hasta ese momento a favor lo empezamos a tener en contra. La llegada fue con algo de esfuerzo. Arribamos al paraje y fuimos a la escuela que ya nos resulta mas que familiar porque estuvimos un par de veces aprovechando el albergue para pasar la noche en anteriores travesías. Como era de esperar recibimos la visita de Marisa que es la guardia ambiental de la zona. Increíble el trabajo que hace con una seriedad, responsabilidad y apego por su trabajo, que no es fácil encontrar. Los biker del grupo la seguimos en su Face. Es una forma de estar al tanto de las cosas que van pasando en la zona y transmitirle nuestro apoyo.

Comimos los últimos alimentos que teníamos, nos bañamos y después de una breve caminata por el Caín, como siempre hacemos, nos subimos a las camionetas y emprendimos el regreso.

Lo único que puedo decir es que después de las travesías siempre queres volver a la Meseta. No sé bien por qué. Pero queres volver y de echo, la travesía que hicimos ahora fue la quinta. Siempre por recorridos diferentes.

En esta oportunidad nuestra travesía coincidió con la carrera o travesía de los siete lagos que todos los años se hace entre VLA y SMA. Sin embargo siempre decidimos ir para el lado de la Meseta.

Reitero lo que decía antes. Es conveniente ir acompañado por personas que conozcan los senderos de la meseta, entre los meses de noviembre y marzo. Ya que el resto del año el clima no facilita para nada pedalear en la zona.

Cada momento de los tres días, tanto arriba de la bici como compartiendo el desayuno, la sobremesa después de la cena, las caminatas, las panorámicas o cualquiera de los momentos vividos, son únicos, cargados de una intensidad irrepetible. Difícil de replicar en las circunstancias habituales.