Domaikia-Hueto-Subijana-Arkamo-Kuartango

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La ruta comienza en Domaikia. Tras una breve subida, muy mejorada ya que han hecho una nueva pista que evita el camino que se ponía impracticable por el barro, se llega al collado para enfilar el barranco de Oka. Pasamos Hueto y circundamos la sierra de Badaia, sin subir, hasta llegar a Subijana. Vamos por pistas muy agradables y pasamos por los históricos puentes de Trespuentes y Villodas. También pasamos por Langraitz, Ollavarre y Montevite. Hasta Morillas, un cómodo paseo. Pero aquí empieza la fiesta.
La subida para encaramarse en la sierra de Arkamo, objetivo principal de esta ruta, es de las que hacen afición. Desniveles de hasta el 20% y piedras sueltas hacen que en varias ocasiones tenga que echar el pie tierra. Mi falta de técnica también contribuye bastante. Es igual, con semejante desnivel, se avanza parecido montado que a pinrel.
El recorrido por Arkamo es precioso, ofrece muy buenas panorámicas de los montes cercanos y no tan cercanos y, en esta época, además nos muestra los espectaculares colores del otoño en los hayedos de las laderas que tapizan el valle de Kuartango. En la travesía hay bastantes puntos de interés. Es un paisaje kárstico típico, con dolinas en las que se asientan pequeños hayedos, lapiaces y depresiones que hacen el recorrido bastante tortuoso. También encontramos en el camino la lobera de Barrón, no tan famosa como la de Gibijo, pero que se conserva en muy buen estado.
Aunque pretendía llegar por arriba hasta Andagoia, la lluvia me hace descender al valle. Como para de llover, retomo el recorrido planeado en Anda. A partir de allí, el camino atraviesa un fantástico hayedo hasta llegar a La Encontrada, bonito lugar, con su curiosa leyenda y todo. Desde Lukiano se vuelve a Domaikia por pista asfaltada.