Dehesa de la Villa - Cerro de los Angeles - Dehesa de la Villa

Mañana espléndida. Jueves Santo y ni Dios en Madrid.

Salimos como siempre desde la Dehesa de la Villa bajando por las curvas hasta el cruce con la Avda. Complutense y nos dirigimos hacia la Carretera de la Dehesa de la Villa. En esta ocasión no la atravesamos y seguimos por este lateral para seguir el sendero que discurre hasta la pasarela que atraviesa esta carretera. Se trata de un sendero muy estrecho y divertido.

Continuamos por la GR-124 hasta el Puente de los Franceses y nos metemos en el Parque de la Bombilla para llegar hasta Madrid Río por la Puerta del Rey. Seguimos por Madrid Río hasta el Parque Lineal del Manzanares. Como estamos en Semana Santa y todavía es temprano apenas hay gente, porque si no sería un suplicio.

Atravesamos el Parque Lineal del Manzanares y continuamos por la ribera. Tendremos que cruzar un par de veces de derecha a izquierda y viceversa hasta el tramo que nos enlaza con el Carril Bici de Perales del Río - San Martín de la Vega. Ya tenemos a la vista el Cerro de los Ángeles.

Continuamos por el carril bici de Perales del Río en sentido derecha a izquierda. En este tramo el carril va bordeando la M-301. Siempre por el carril, continuamos hasta que llegamos al cruce de la M-301 con la M-50. Este es el único tramo que hay que realizar con precaución. Inexplicablemente hay que incorporarse durante unos metros por la calzada para cruzar por debajo de la M-301. Enseguida tomamos el carril bici que discurre paralelo a la Vereda de la Torrecilla.

Para la ida al Cerro de los Ángeles preferí cruzar la Vereda y continuar por la pista de tierra paralela a las vías del AVE, dejando a nuestra derecha un campo de olivares. Seguimos por esta pista manteniendo a la vista el Cerro de los Ángeles, incorporándonos de nuevo a la Vereda de la Torrecilla y entrando al Cerro por unos de sus múltiples accesos. Una vez arriba, descanso, plátano, foto y de vuelta a casa por donde hemos venido.

A esta hora Madrid Río empieza a despertar y se convierte en un amasijo de ciclistas, paseantes, corredores, patinadores, perros y demás especies urbanas por lo que hay que circular con especial precaución.

Buena ruta y buena mañana, teniendo en cuenta el parón obligado al que me he visto obligado los dos meses anteriores.