Daroca de Rioja - Moncalvillo - Castroviejo - Santa Coloma - Ventosa - Sotés - Hornos - Daroca

Salida del aparcamiento de Daroca. Al poco de tomar la carretera hay que desviarse a la izquierda y seguir el camino que bordea por la derecha el barranco de Godadillo. Es una zona de pradería dónde, en época calurosa, reinan las insufribles moscas que forman una nube alrededor de tu cabeza. Puede llegar a ser una auténtica tortura. De las praderías se pasa a un bosque que va subiendo hasta conectar con la carretera, siendo desvío obligatorio asomarse al mirador del Serradero. Las vistas merecen la pena. Se vuelve atrás unos metros y se toma un sendero y enseguida un desvío a la izquierda que va subiendo por el bosque. Es una subida exigente a ratos por un sendero bastante irregular.

Se llega a un pedrero que hay que subir empujando la bici si quieres luego tomar el sendero de bajada que lleva a una collada con buenas vistas de parte de La Rioja Alta, pero no compensa el esfuerzo y el destrozo del calzado. Fue una muy mala idea y recomiendo seguir por la pista en vez de meterte en el pedrero. Llegas al mismo sitio.

La senda pasa por delante del parking del coto de setas y baja hasta las cumbres del Serradero, donde las vistas son espectaculares, tanto de la vertiente del Iregua como de La Rioja Alta, y de los Cameros. Una pasada!

De ahí se baja hacia la fuente del río Yalde, atravesando praderias con varios desniveles. De la fuente se desciende por una pista con firme aceptable hasta el embalse de Castroviejo. Se rodea el embalse hasta llegar a Santa Coloma. La vuelta a Daroca es mayoritariamente por caminos parcelarios que van atravesando Ventosa y Sotés. De ahí se toma la carretera que atraviesa Hornos de Moncalvillo y lleva de vuelta al aparcamiento de Daroca.

Resumen: la subida puede hacerse muy dura por el calor y las moscas cojoneras, que pueden llevarte a la desesperación más absoluta. Se meten en los ojos y la boca y te obligan a estar espantándolas continuamente. Un infierno! Una vez pasado el mal rato, el recorrido es llevadero y bonito, con sendas muy variables y lugares con buenas vistas. Las vistas espectaculares son desde las cumbres del Serradero. La bajada a la fuente del río Yalde es muy divertida y la parada en la fuente es obligatoria. El bocadillo me supo a gloria, y el descanso más. La vuelta por el embalse está bien, con buenas pistas aunque algo de piedra suelta. La vuelta a Daroca por las parcelarias y la carretera se me hizo un poco larga, sobre todo porque se me estaba haciendo tarde.

Un consejo MUY IMPORTANTE: evita la subida por la pedrera. ¡No merece la pena!

El desnivel acumulado es mayor de lo que indica.