Circular por los Galachos de Juslibol y Alfocea

Iniciamos la ruta en el aparcamiento del Parque del Agua, subimos la cuesta, y nos incorporamos al carril bici, que va paralelo al antiguo recinto de la EXPO. Desde aquí giramos a la izquierda, para enlazar con la Avenida de Ranillas.

Seguimos por ella paralelo al Parque del Agua, hasta que pasamos por debajo del puente de la autopista A-2, donde nos desviamos hacia la izquierda, y enlazamos con una amplia pista de tierra, que nos lleva hasta las calles del barrio de Juslibol.

Pasamos por sus calles estrechas con precaución, ya que tan solo cabe un coche, salimos y llegamos a la barrera que impide el paso a los vehículos. A partir de aquí continuamos por una amplia pista, que va entre los escarpes del Ebro, y la acequia de Juslibol.

Tras un breve descenso, llegamos a la zona recreativa de los Galachos de Juslibol y el centro de interpretación, que dejamos a un lado, hasta adentrarnos en los Galachos, donde aprovechamos para bajar el ritmo, y disfrutar del paisaje.

Una vez fuera de los Galachos, pasamos la barrera, giramos a la izquierda dirección a Alfocea - Monzalbarba, y enseguida abandonamos el camino principal, para coger una estrecha senda, que nos lleva por el interior de un bosque de vegetación ribereña.

Al final de este confluimos con el camino principal, justo a la altura de la carretera que une Monzalbarba con Alfocea, la cruzamos y nos adentramos en el Soto de Alfocea, siguiendo un camino, que en ocasiones se convierte en una estrecha senda, bastante disfrutona.

Cuando la senda se vuelve a convertir en camino, nos desviamos hacia la derecha, caminamos unos metros y enseguida volvemos a girar de nuevo a la izquierda, ya con vistas a la población de Alfocea.

Una vez en ella, hacemos una breve parada en el parque municipal, echamos un trago en la fuente, y de nuevo en marcha pedaleando por la carretera hacia Monzalbarba durante poco más de cuatro kilómetros.

A los pocos metros de pasar el puente que salva el cauce del río, abandonamos la carretera, y giramos a la izquierda, y enlazamos con un camino de tierra, que nos lleva por el soto Bajo.

El camino en general se encuentra en buen estado, aunque en algunos puntos, se encuentra algo embarrando, por unos instantes nos desviamos unos metros, para ver un galacho o meandro del río.

Seguidamente, regresamos al camino principal, que discurre por un bosque de ribera, salimos a una pista asfaltada que va hacia Zaragoza, pero enseguida la abandonamos, para continuar pedaleando por camino de tierra, que nos lleva paralelo al cauce del río Ebro.

A la altura de la autopista A-2, y nada más pasar el puente, nos desviamos hacia la derecha, subimos unos metros, y pasamos por el puente para cruzar a la otra orilla del río Ebro. Desde aquí descendemos, y nos metemos en el parque del Agua, donde damos una vuelta, siguiendo el lago, hasta el aparcamiento, donde damos por finalizada la ruta.