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Castelldefels, trialeras Can Vinader, Fuente La Sentiu, Can Dardena, Riera Seca, Castillo

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Trail stats

Distance
5.41 mi
Elevation gain
535 ft
Technical difficulty
Easy
Elevation loss
535 ft
Max elevation
413 ft
TrailRank 
66 5
Min elevation
62 ft
Trail type
Loop
Time
one hour 29 minutes
Coordinates
329
Uploaded
August 31, 2018
Recorded
August 2018
  • Rating

  •   5 1 review

near Castelldefels, Catalunya (España)

Viewed 3175 times, downloaded 85 times

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Itinerary description

Ruta circular de trialeras entrelazadas, que nos lleva al valle de La Sentiu y nos devuelve por otros senderos, protegidos del sol y con abundante vegetación.
Recorrido
Breve ruta a través der los senderos de la parte alta de Castelldefels, entrando a la altura de Can Vinader (Jarfels), siguiendo por trialeras enlazadas por la zona alta de Vistalegre, bajo la Pineda, que precede al valle de La Sentiu, El Muro imponente de Can Bruac, el camino de la residencia canina, hasta el inicio de Los Penitentes y vuelta por Can Dardena, la balsa-fuente de La Sentiu y otra vez el bosque de la Pineda, se pasa por una vivienda en ruinas con una especie de banco de piedra y el cauce de la riera seca hasta el barrio del Canyars, luego callejeo hasta el castillo, punto de inicio y fin.

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Waypoints

PictographCastle Altitude 126 ft
Photo ofCastillo y Torre de Guaita Photo ofCastillo y Torre de Guaita Photo ofCastillo y Torre de Guaita

Castillo y Torre de Guaita

Se toma la carretera en dirección a Can Vinader. Saber más sobre el castillo:
Castrum Felix

PictographIntersection Altitude 150 ft
Photo ofCan Vinader Photo ofCan Vinader Photo ofCan Vinader

Can Vinader

Se sigue recto hasta meterse en el bosque pasado Can Vinader Es una antigua masía incluida en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña, que ha sido bastante reformada para habilitarla como industria. Es de planta rectangular cubierta a dos aguas. Destacan como elementos originarios la puerta de piedra arenisca roja, adintelada y de arco de medio punto, que está coronada por una ventana con jambas y dintel de una sola pieza trabajada. Las ventanas situadas a ambos lados de esta parece que anteriormente eran aspilleras. El arco de piedra arenisca roja, que forma parte de la puerta de la valla que lo rodea, proviene del interior del edificio. Historia
Parece una construcción del siglo XVI o anterior, que da nombre al cerro que hay detrás de él. Está documentada en el fogaje (censo de hogares para el cobro de impuestos) del 1553 donde consta el nombre de "Viuda Vinadera". Después de haber sido derribada mucho tiempo, fue rehabilitada por el municipio y pasó a ser la sede de la empresa de jardinería "Jarfels, SA".

PictographIntersection Altitude 205 ft
Photo ofTrialera técnica en subida Photo ofTrialera técnica en subida Photo ofTrialera técnica en subida

Trialera técnica en subida

Tiene su truco, pero es buen reto hacerla sin bajarse de la bici, sobretodo al principio.

PictographWaypoint Altitude 225 ft
Photo ofTrialera en subida Photo ofTrialera en subida Photo ofTrialera en subida

Trialera en subida

PictographIntersection Altitude 205 ft
Photo ofDesvío a la izquierda Photo ofDesvío a la izquierda Photo ofDesvío a la izquierda

Desvío a la izquierda

PictographMonument Altitude 211 ft
Photo ofMuro y tapia Can Bruac Photo ofMuro y tapia Can Bruac Photo ofMuro y tapia Can Bruac

Muro y tapia Can Bruac

Ahora nos encontramos con los muros gigantes con arquitrabes, llenos de hiedra y una pared posterior protegida con argamasa vidrios de botella rotos y alambre de espinos, ahora destila antigüedad y abandono. Can Bruac tiene este nombre desde el siglo XVI, y proviene de la familia Bruach. En el año 1587, Juan Bruach de la Sentiu y su esposa Ángela ya manifiestan que tienen el antiguo Mas Turell, antes Paranix o Aravitg. Pero ni Turell, ni Aravitg ni Bruach figuran en los listados de propietarios de masias de Gavà de los años 1497, 1516 o 1553, por lo que no podemos remontarnos más atrás en el seguimiento de esta familia. Una posible ascendencia de la familia Bruach nos la aporta el historiador comarcal Jaume Codina, que ha estudiado profundamente los datos relativos a los inmigrantes occitanos que a lo largo de los siglos XVI y XVII llegaron con profusión en Gavà. A los listados de gavanenses que Jaume Codina facilita aparece un Juan Bruach, mencionado a mediados del siglo XVI, de ascendencia francesa. Tal vez este es el origen de esta familia gavanense y del topónimo con el que hoy se conoce la masía de la Sentiu. A Joan Bruach, el propietario de la casa mencionado en 1587, le sucedió 1628 su hijo, de nombre también Juan, instituido en heredero universal según testamento entregado a la rectoría de Gavà ante el cura de San Pedro. Este Juan es el que confiesa poseerla, pero en el 'capbreu' (registro de propiedad medieval) hecho por Onofre se presentó en 1632. En el año 1668, siguiendo lo establecido en los capítulos matrimoniales firmados entre Joan Bruach y su mujer Anna en la rectoría de Gavà, les sucede a su hijo y heredero Jerónimo Bruach. Jerónimo confiesa poseer el mas ante el notario Ignacio Tejedor 1700. Desconocemos el árbol genealógico de la familia, pero parece cierto que la masía continuó en sus manos hasta mediados del siglo pasado. A mediados del siglo XIX, los Bruach trasladaron su residencia en la ciudad de Gavà, y nos han llegado noticias sobre el hecho de que a principios de este siglo la masía era propiedad de unos barceloneses, de ahí su nombre actual Can Sospedra , aunque seguía en activo cuidada por colonos. Miembros de la familia Bruach fueron los que, en 1895, construyeron el edificio conocido como Café del Centro, o casal del Centro, actualmente de propiedad municipal y convertido en centro para la tercera edad. Los Bruach estuvieron muy vinculados a este café ya las actividades que se desarrollaron, como el Corazón la Igualdad o una orquesta de jazz conocida como "Orquesta Bruach". Parece que la masía continuó en sus manos hasta mediados del siglo pasado. A mediados del siglo XIX, los Bruach trasladaron su residencia en la ciudad de Gavà, y a principios de este siglo la masía era propiedad de unos barceloneses, de ahí su nombre actual Can Sospedra , aunque seguía en activo cuidada por masovers.

PictographIntersection Altitude 361 ft
Photo ofDesvío Residencia Canina La Sentiu Photo ofDesvío Residencia Canina La Sentiu Photo ofDesvío Residencia Canina La Sentiu

Desvío Residencia Canina La Sentiu

Hay que desviarse a la derecha

PictographIntersection Altitude 397 ft

Inicio Los Penitentes

Seguimos rectos no vamos a subir.

PictographMonument Altitude 325 ft
Photo ofCan Dardena Photo ofCan Dardena Photo ofCan Dardena

Can Dardena

PictographFountain Altitude 311 ft
Photo ofFuente La Sentiu Photo ofFuente La Sentiu Photo ofFuente La Sentiu

Fuente La Sentiu

Esta fuente aparte de estar en un escenario muy agradable tiene una leyenda ..... A mediados del siglo XVIII, una terrible enfermedad asoló las pequeñas poblaciones de Gavà y Castelldefels. La gente que vivía se dedicaba a cultivar la tierra, a cuidar los rebaños de ovejas y también a la pesca. Por ello, cada vez quedaban menos personas adultas sanas y fuertes para hacer estos trabajos. Tal era así, que a la enfermedad pronto se le sumó el hambre, porque no quedaban suficientemente agricultores para cuidar la tierra, pastores para dirigir los rebaños o pescadores que con paciencia se echaran al mar. Un buen día, el Barón de Eramprunyà, heredero de la familia March, convocó una reunión con las personas más influyentes de la Baronia. Aparte de él como representante del rey, acudió el cura de la Ermita de Bruguers como representante del clero y sus respectivos séquitos. Los acompañantes, más que tomar decisiones, eran los encargados de aplaudir las decisiones de sus amos y señores, como en toda sociedad feudal y como ahora. Después de muchas horas de conversación donde comer y beber todo lo que la población hacía años que no probaba, el Barón tomó una decisión. A su juicio, la enfermedad era un castigo divino por los excesos que habían comas los plebeyos. Para demostrarle al Señor que se arrepentían de sus actos, subiría los impuestos reales de la Baronía durante un año entero. Sus emisarios empezaron a cobrar los impuestos a partir de al día siguiente, por lo nada parecía cambiar los habitantes de Gavà y Castelldefels. Si acaso, que ahora eran más pobres que antes. Mientras tanto, la enfermedad continuaba dejando sin fuerzas aquellas personas que podrían estar trabajando la tierra. Un tiempo después, viendo que los impuestos sólo hacían que la población pasara aún más hambre y restricciones, se volvieron a reunir en el castillo de Eramprunyà. Esta vez, fue el cura quien expuso su teoría. Según él, la enfermedad también era un castigo que Dios enviaba a la población pecadora, por lo la solución era otra bien distinta. Impuso, bajo pena de muerte, que la gente acudiera a misa cada domingo a rezar un padrenuestro, un avemaría y todas las canciones de misa tan típicas en las parroquias de nuestro país. Esto tampoco surtió efecto positivo. De hecho, cada vez había más gente enferma y más personas que no podían ir ha rezar en las iglesias, que fueron quedándose mas y mas vacías cada vez. El tiempo continuaba pasando, por lo nadie sabía cuál podía ser el remedio para esa enfermedad. Hasta que una noche clara de verano, en cuando el bochorno del día había dejado paso a la suave brisa nocturna, dos hermanos gemelos jugaban a esconderse por el bosque. Eran un niño y una niña muy despiertos para la edad que tenían, pero aún con la inocencia que sólo los niños conservan. Vivían en una masía apartada de la población, justo en medio del Valle de la Sentiu, en la falda del Castillo del Eramprunyà. En casa, la abuela y el padre habían enfermado ya hacía meses y ellos ayudaban a la madre con todas las tareas del hogar. Esa noche, no obstante, su historia cambiaría para siempre. Mientras jugaban a pocos metros de su casa, bajo la luz de la primera luna llena del verano, vieron un pequeño resplandor a través de las encinas. Curiosos por aquella luz tan misteriosa, se adentraron cada vez más en aquel bosque. Dejaron atrás pinos piñoneros, encinas y zarzas, también algún cerezo. De repente, la luz la tuvieran tan cerca que casi la podrían haber tocado si na hubieran quedado embobados. Frente a él, había dos ninfas vestidas con túnicas color turquesa suave que brillaban. Los cabellos rubios les caían sobre la espalda enmarcados por dos trenzas que se unían en forma de corona, trenzadas con flores y hojas de hiedra. Tenían ojos verdes bien cálidos que transmitían paz y serenidad. Eran las Ninfas de la Sentiu, que habían protegido el valle durante siglos de todos los males. Una de ellas, la que parecía más grande de las dos, dio un paso adelante y dijo estas palabras: - Vosotros, que aún conserve la bondad que se tiene al nacer, seréis los encargados de devolver la salud a sus vecinos y vecinas. Acto seguido, las dos ninfas se apartaron y dejaron ver una hermosa fuente con agua estancada y muchas flores alrededor. La naturaleza crecía bien fuerte y vigorosa alrededor de la fuente y algunos animales bebían sin asustarse por la presencia de las ninfas o de los niños. - Ahora volved a casa y mañana, volved a buscar agua para vuestra familia. No dejéis que nadie se apropie de ella, será de todo aquel que lo necesite. Al día siguiente, nada mas despuntar el sol por Levante, salieron los dos gemelos de casa sin hacer ruido con una bota de cuero que llenaron a rebosar del agua que manaba a la fuente. ¡Fue mágico! Sólo que su abuela y su padre se mojaron los labios con aquella agua pura y fresca, comenzó a notar que recuperaban lentamente las fuerzas. Durante siete días y siete noches, se encargaron de llevar agua a cada una de las masías de las villas de Gavá y Castelldefels. No quedó ni una sola persona que no hubiera probado aquella agua y todo el mundo parecía recuperarse de la extraña enfermedad. Finalmente, por desgracia aquella buena nueva llegó a oídos de los nobles de la zona. El Barón del Eramprunyà y el Padre no tardaron en atribuirse los méritos a través de sus discursos y los sermones a misa. Ambos aseguraban que habían sido sus medidas las que habían hecho que Dios les hiciera llegar esa agua bendita. Así que decidieron cercar la fuente con una valla de madera y colocar dos centinelas para evitar que la gente pudiera coger el agua. El mismo día que lo hicieron, el agua dejó de brotar, la que había estancada cogió un color marrón nada agradable y salía un hedor que se extendía por todo el territorio de Gavà y Castelldefels. La gente se rebeló por primera vez en siglos y reclamó que la fuente fuera de acceso público como lo había sido hasta entonces. Hubo peleas entre los soldados y los agricultores, ganaderos y pescadores. El pueblo superaba en número a la nobleza y consiguieron su propósito. Una vez retirada la última madera que cerraba la fuente, el agua volvió a brotar, la balsa recuperó su transparencia cristalina y el olor de las flores embriagado todo el valle. Ya se sabe, hay cosas, como la naturaleza, que se escapan al control del ser humano y más vale que siga siendo así. Desde entonces, la Fuente de la Sentiu ha dado vida a aquella zona de Gavà y sus habitantes todavía hoy recuerdan el espíritu de protección del agua y de las ninfas, es habitual encontrar paseando por esa zona personas que buscan tranquilidad y otros que se detienen a desayunar o merendar en la sombra que protege esta fuente mágica. Autor de la Leyenda de la Fuente de la Sentiu de Gavà: Raúl Puga y Fernández

PictographMonument Altitude 284 ft
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Masía El Moli de la Sentiu

Masía enclavada en el antiguo molino.

PictographRuins Altitude 137 ft
Photo ofEdificio en Ruinas Photo ofEdificio en Ruinas Photo ofEdificio en Ruinas

Edificio en Ruinas

PictographWaypoint Altitude 127 ft
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Riera seca

Comments  (3)

  • Photo of chrisis10
    chrisis10 Sep 18, 2018

    I have followed this trail  verified  View more

    Buena ruta y muy buenas explicaciones

  • Photo of jawio
    jawio Sep 22, 2018

    Me alegro que haya gustado chrisis10, muchas gracias por verificar la ruta !!

  • Photo of chrisis10
    chrisis10 Sep 23, 2018

    Te sigo y la verdad es que las rutas estan muy pero que muy bien.Estoy empezando y aver si me pongo en forma.Gracias por esas magníficas explicaciones

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