Capitán Sarmiento-Carmen de Areco-Capitán Sarmiento

Recomendables: el Balneario Municipal de Carmen de Areco y el camino paralelo a la ruta provincial 51 desde el monasterio hacia Carmen de Areco.
No recomendable: cuando llueve el camino se torna sumamente resbaladizo.
Crónica del viaje:
Por la mañana nos encontramos en la Panamericana y ex ruta nacional 197 para ir hasta Capitán Sarmiento en la Sprinter. Llegamos a Capitán Sarmiento a las 11:15 y poco antes de la 11:30 empezamos a andar, primero para visitar la estación de trenes y luego tomamos el camino de tierra hacia Carmen de Areco. En el camino hay un cartel que dice que el mismo está clausurado, pero hay un desvío por el que se puede circular sin problemas. Llegamos al Monasterio San Pablo de la Cruz pero no entramos, no sé si se puede visitar o hay que avisar con anticipación. Luego tomamos un camino de tierra (paralelo a la ruta provincial 51) que por momentos no era más que una huella, un camino muy hermoso. Una vez que llegamos a la zona de quintas de Carmen de Areco, buscamos la ruta provincial 38 y llegamos al Balneario Municipal, un lugar muy tranquilo donde se puede pasar el día gratis si uno va en bici o por 20$ (a la fecha de la visita) si llega en auto o por 50$ si va con intención de acampar. Tomamos una gaseosa y continuamos hacia Carmen de Areco. Allí comimos en el cuartel de los bomberos voluntarios, había una fiesta y se esperaba una gran cantidad de gente a la noche. Nosotros llegamos a las 14:50 pero todavía quedaba algo de comida del mediodía. Nos quedamos hasta las 15:30 y luego fuimos a la plaza a tomar un helado en la Heladería África. Más tarde fuimos a conocer la estación de trenes y a las 17:00 comenzamos a regresar a Capitán Sarmiento. Tomamos primero la ruta 51 y luego la 38, muy polvorienta esta ruta, había mucho polvo en suspensión y además había empezado a nublarse más temprano y en ese momento empezamos a ver rayos en el cielo. Nos apuramos pero poco después de pasar por el Paraje La Colorada empezó la tormenta, a las 18:35, y estando a tan solo 4,600 kilómetros del asfalto. Tardamos una hora en llegar hasta el asfalto, bajo la lluvia intensa y caminando porque el barro era muy resbaladizo como para pedalear. Igualmente la naturaleza nos regaló un arcoiris doble espectacular y una puesta de sol maravillosa cuando pasó la tormenta. Veinte minutos después de haber llegado al camino asfaltado donde se hicieron unas reparaciones de emergencia en una bicicleta, seguimos la marcha hasta la plaza central de Capitán Sarmiento, donde había quedado la camioneta.