Cabalgando por Andia y Beriain-San Donato.

Hacia tiempo que no visitaba esta singular montaña, para mi una de las mas hermosas de nuestro territorio, por su imponente presencia, visible desde muchos sitios.Ademas no la había hecho en bici, así que hasta allí me fui, con tiempo y muchas ganas, si bien la niebla y la lluvia estuvieron presentes todo el tiempo y solo despejo parcialmente en el tramo de bajada.Si con todas las montañas se agradece las vistas despejadas, en esta mucho mas y no solo por eso, sino porque el mal tiempo la hace gélida y ventosa.

La ruta tiene tres zonas muy distintas. En la primera, comenzando desde Dorrao, se asciende por una muy agradable carretera que corona el puerto de Lizarraga, con muy buenas vistas del valle de Ergoiena, los pueblos de la Barranka y la enorme proa de Beriain. Pasado el tunel, la amable dueña de la Benta me recibe con una sabrosa tortilla de patata-se come muy bien alli-.

Una empinada pista de hormigón me sitúa en la planicie y rasos de Andia y durante mas de 9 Km, pedaleo cómodamente envuelto en la quietud de la niebla y solo interrumpido por el canto de algún pájaro madrugador y sin un solo ser humano visible-vamos un autentico lujo-.

Un poco mas adelante, superada la curva de la "Herradura", la pista finaliza y el panorama cambia totalmente y se hace mucho mas dificultoso ya que el sendero, apenas dibujado, con zonas de fuerte pendiente, alterna zonas herbosas e irregulares sembradas de piedras,con algunos neveros y otras zonas con peñascales que exigen portear la bici- en mi caso en bastantes ocasiones-. Por tanto para mi es un tramo difícil y los 4 km hasta la cumbre se hacen muy lentos y aburridos por la niebla. Un ultimo porteo nos deja en la cumbre y Ermita de San Donato que, en condiciones climatologías adecuadas, es un paraje espectacular donde quiera que mires. Parece un barco varado y amarrado a puerto por la popa y con un agresivo espolón que desafía y domina el valle.

La senda de bajada, con mejor visibilidad, es ciclable casi toda ella, con escasas interrupciones. Llegados a la bifurcación, el camino del pastoreo se inicia con una preciosa majada herbosa y despues, una muy buena pista, bajo las paredes de Beriain y entre frondosos bosques de hayas nos encamina hasta Unanu y Dorrao.

Es un recorrido por una montaña diferente y maravillosa que os gustara mucho a pesar de las dificultades de su ultima parte, perfectamente superables con un mínimo de forma.