Activity

BENEIXAMA FRIKY: Madronyal - Toll - Fontipark - Nano - Gamellons - 3Pinets - Avions

Download

Trail photos

Photo ofBENEIXAMA FRIKY: Madronyal - Toll - Fontipark - Nano - Gamellons - 3Pinets - Avions Photo ofBENEIXAMA FRIKY: Madronyal - Toll - Fontipark - Nano - Gamellons - 3Pinets - Avions Photo ofBENEIXAMA FRIKY: Madronyal - Toll - Fontipark - Nano - Gamellons - 3Pinets - Avions

Author

Trail stats

Distance
23.58 mi
Elevation gain
4,101 ft
Technical difficulty
Difficult
Elevation loss
4,101 ft
Max elevation
3,312 ft
TrailRank 
41
Min elevation
3,312 ft
Trail type
Loop
Time
4 hours 50 minutes
Coordinates
3552
Uploaded
March 13, 2023
Recorded
March 2023
Be the first to clap
Share

near Beneixama, Valencia (España)

Viewed 248 times, downloaded 16 times

Trail photos

Photo ofBENEIXAMA FRIKY: Madronyal - Toll - Fontipark - Nano - Gamellons - 3Pinets - Avions Photo ofBENEIXAMA FRIKY: Madronyal - Toll - Fontipark - Nano - Gamellons - 3Pinets - Avions Photo ofBENEIXAMA FRIKY: Madronyal - Toll - Fontipark - Nano - Gamellons - 3Pinets - Avions

Itinerary description

Tuve la inmensa suerte de visitar Beneixama muy poquito antes del pavoroso incendio que arruinó uno de los destinos más bonitos de la provincia de Alicante. Casi cuatro años hemos tardado en volver y al fin podemos gritar que sí, que podemos retomar sus sendas y disfrutar del enduro old-school que ofrece. No hay mal que cien años dure incluso para un pirómano.
Y es que tras aquél fatídico julio del 2019, no habíamos vuelto por allí, siendo testigos de algún fallido intento en internet, principalmente de Fernan y nuestro Paco, no siendo hasta comienzos de este año cuando comenzamos a escuchar rumores de que la bajada del Alt dels Tres Pinets, la más mítica del lugar, volvía a ser ciclable. Tocaba volver.
Y casualmente estábamos Chema y yo pensando en proponerla a los Traveling Bikes cuando llegó Jinchu y despejó las dudas como un central de los ochenta el peligro de un área, publicando vídeo que realizaba dicha bajada y alguna cosita más que me llamó mucho la atención. Por tanto quedaba puesta la fecha, la suerte estaba echada y ya solo quedábamos en manos de Brasero y sus caprichos meteorológicos.
Pero llegó el día y el pronosticador quiso apoyar nuestro arrojo, enviando un tiempazo de pleno verano que aproveché para sacar la manga corta aunque teniendo claro que algún arañazo me llevaría, las sendas de Beneixama ya eran tupidas en su mejor época, así que imaginaba que ahora estarían más cerradas que el culo de un hetero en la Caravana del Orgullo Gay. Algún arañazo me llevé pero menos de los que pensaba.
Seis bikers nos plantamos en la salida, Chema, Álex, Gabriel, Reinaldo, David y servidor, que había construido un track a medias con Jinchu y así me quitaba la responsabilidad si la cosa no salía bien…..aaaaahhh, esto no lo he puesto yo, ha sido el Jinchu…..qué bien me vino como excusa !!!
Iniciamos la ruta camino del Barranc del Madronyal, la antigua y muy dura subida endurera que obligaba a porteo en ciertas partes y que Los Mataos evitábamos subiendo por asfalto. No todas las sendas son buenas.
Pero esta vez íbamos con las e-bikes y, además, al quedar destruido el barranco por el incendio, se ha creado una senda que corre paralela y que resultó un gran descubrimiento siempre que vayas con litio entre las piernas. Si no es el caso, sube por asfalto salvo que quieras morir o lleves bastones.
Porque con motor y todo, la primera parte de la subida es criminal si la haces en modo “Eco”, como es mi caso, llegando a tener que parar en un punto por agotamiento. Eso sí, tras pasar esta primera crisis, la subida pierde algo de pendiente y se vuelve divertidísima, con un punto técnico muy chulo que te anima a empujar de un escalón a otro. Me encantó y repetiré, solo con e-bike.
No tanto gustó a David, que subiendo a mi rueda se fue montaña abajo en una curva ascendente y cerrada de izquierdas, sin apoyo exterior, que no tuvo consecuencias físicas para el biker sí para la pintura del cuadro de su bici, que quedó con un desconchón más grande que el maquillaje de alguna tras una noche completa de fiesta. El Jóker se inspiró pensando en ellas.
El último tramo de la subida también es bastante potente al enlazar varias curvas, algunas imposibles, hasta llegar a la pista de arriba; momento aprovechado para dirigirnos hacía la Torre de Vigilancia y pasar junto a nuestro más añorado destino, que visitaríamos más adelante.
Porque pusimos rumbo a la Caseta dels Caçadors primero, el Barranc del Toll Vell después, que suponía la primera bajada del día, suave y flowera, que permitía calentar y soltar los músculos de nuestras mandíbulas. Primeras sonrisas, gustó mucho la bajada. Cada vez va gustando más el floweo aunque a mí me sigue pudiendo el pedroleo.
Internada en la Rambla de Banyeres, divertida y técnica aunque a veces complicada de seguir por tener que salirse a la pista en algunos puntos donde no es ciclable, con el fin de enlazar con el Barranc del Teixò i la Font de la Duenya, donde buenas fotos salieron a relucir. Qué grandes recuerdos me trajo aquello, incluso de mi primera visita con el gran Octavio.
Llegada por senda con final potente a la Pista de la Replana, que remontamos un poquito antes de echarnos a la derecha en busca del Fontipark, concretamente la bajada más tradicional y que, curiosamente, nunca había realizado, pues Los Mataos seguimos recto por la Senda de Banyeres. Visto lo visto, tampoco escogemos mal.
Porque la bajada tradicional tiene mucha más pendiente pero también es mucho más corta y rota, más dura pero menos disfrutona, la verdad, por lo que la próxima vez les llevaré por la otra y así podrán elegir. Me quedo con la de Los Mataos.
Enlace por pista con el Barranc de les Coves primero, de l’Arcada después, rápidos y divertidos tras pasar una curva de izquierdas inicial con cierto grado de “peliagudez”. Hubo quien la pateó, no abunda el sentido común en el enduro pero todavía queda.
Tocaba el tramo más bonito de la ruta, el ascenso a les Fonts del Nano primero, dels Gamellons después, por una preciosa senda que obliga a cortos tramos de porteo en los que el vasco demostró su amor por la Kenevo, dejando para sí la parte exterior de la senda. El grupo comenzó a sortear su bici en caso de caída, le diríamos a Patxi que a su padre le gustaba la petanca.
La senda es muy, muy bonita, hay que estar allí para verla y disfrutarla, auténtico enduro old-school en un recorrido de auténtica montaña hasta llegar a la Font del Nano y realizar las consabidas fotos con el busto que da nombre a la fuente y en las que predominó la seguridad de manos de David, que prestó su casco al chorrador. A la próxima, con mentonera.
Seguimos ascendiendo hacia la Font dels Gamellons, también con algún cortísimo porteo sobre una increíble senda que acabó en el merendero, bonito aunque no tanto como en otoño, cuando la caída de las hojas caducas le da un toque mágico. Nota mental: volver en octubre.
Remonte hasta la Casa dels Gamellons para enlazar con la senda que transcurre sobre el Barranc de les Olles, donde se realizaron las tradicionales fotos sobre las paredes verticales que tanto gustan e impresionan. La senda es absolutamente espectacular, aunque como siempre tiene un par de tramos de corto porteo. El lugar lo vale.
Cruzamos la Pista de la Replana e iniciamos el descenso a la Caseta de Castellò, recordando un pasito inicial en el me adelante y salieron buenas fotos, descubriendo que la gente se ha divertido sacando mil trazadas. No me gustó nada.
Descenso corto pero divertido antes de volver a la pista e iniciar, ahora sí, el esperadísimo ascenso hacia el Alt dels Tres Pinets, que no se hizo de rogar demasiado gracias a las e-bikes, que acortan las agonías a cambio de mantener las sonrisas.
Esperándonos estaba la flamante y nueva Torre de Vigilancia, acabada de instalar junto a una mesa con sus bancos, el famoso cartelito con las cumbres circundantes e incluso una caseta. Todo parecido a como estaba antes salvo por una circunstancia, no hay ni un árbol a la redonda, lo cual entristece mucho el paisaje a aquellos que lo conocimos con anterioridad.
Divertido rato echando fotos del lugar, subiendo y bajando la torre mientras los buitres trataban de dilucidar si alguno no reunía el nivel suficiente como para realizar la bajada sin caerse. Se fueron desilusionados, aquí hasta el más nuevo baja que da gusto.
La bajada es exactamente la misma que había, transcurre igual que antes y te recuerda sus pasos, incluso la ”V” donde solías golpear plato, pero de nuevo con una terrible diferencia, no hay árboles alrededor aunque, afortunadamente, sí muchos arbustos que, al menos, impiden que la erosión del agua destroce la senda.
El otro daño colateral es la suciedad del recorrido, repleto de piedra suelta que lo hace más delicado que antes, sin duda. Eso sí, nos hemos de quedar con lo positivo, y es que cuatro años después se puede volver a realizar la bajada e incluso pasar el triple escalón en diagonal que tanta fama tenía. No lo falló nadie, los buitres se volvieron sin comer.
Llegamos abajo felices aunque con cierta regusto amargo para los que sabíamos cómo era antes, y así lo volverá a ser aunque no lo veamos, ya que un bosque tarda demasiado en crecer y no nos queda tanto tiempo sobre la bici, quizá haciendo senderismo.
Faltaba por hacer un último remonte que no fue posible para Gabriel y Reinaldo por falta de tiempo, ya que nos fuimos entreteniendo demasiado por el camino, una lástima. El resto quedamos con la disyuntiva de subir por el Puntal como hacía el Jinchu en su vídeo o por asfalto. Mucho más corto pero peleón, técnico e intenso el primero, como un pedo de fabada, así que acabó ganando el asfalto. Buena elección dadas las horas.
Así que subimos a todo trapo por la carretera, en mi caso en modo “Tour” porque el tiempo apremiaba y no quería dejar escapar la oportunidad de realizar la bajada dels Avions, la única que no conocía. Valió mucho la pena.
Por tanto, de forma meteórica realizamos el ascenso y, casi sin darnos cuenta, estábamos a la entrada de la senda, por la que se adelantó Chema a fotear en un primer paso que arrancaba sonrisas nada más comenzar.
La bajada me gustó muchísimo, no era rápida, pero sí muy divertida, estrechita, con curvas y salpicada con tramos de escalones en los que nos entretuvimos haciendo fotos. Un gran descubrimiento en el que, de nuevo, me acordé mucho de ti Octavio, pues siempre me hablaste de ella.
En cuanto la bajada abandona el Barranc dels Avions y entra en el de Franco, llegamos a la zona del incendio y cambia el paisaje radicalmente, volviendo a tener una senda que está bien, pero que entristece un poco al pensar cómo tuvo que ser antes.
Tras un cortísimo pisteo, la senda sigue por la izquierda, con un par de curvas en ascenso muy cerradas, ciclable la segunda como David nos demostró, para iniciar un largo y divertido tramo que sale justo donde termina la senda del Puntal y junto al Corral de Franco, que sirvió para poner punto y final a una ruta muy chula.
Llegamos a los coches con la sensación de haber hecho algo grande, por la inmensa cantidad de senderos recorridos, probablemente más del 60-70 % de la ruta, de todo tipo y con todo tipo de paisajes. Es de esos trayectos en los que, si te paras a pensar un momento en lo realizado, alucinas durante tres días seguidos y no hace falta darle un lametazo a ningún sapo.
Y lo mejor de todo es que quedó gente sin poder venir a hacerla, por lo que pronto tendremos que volver a repetirla, como muy tarde en otoño, cuando la estación del color ocre tiña el paisaje y sea mucho más bonito todavía.
Si cuatro años tuvimos que esperar, seis meses no son nada. Beneixama ha vuelto, cuánto te echábamos de menos.
Redactado por Carlos (Friky).

Comments

    You can or this trail