Bardenas Reales de Navarra: Bardena Blanca, desde la Carretera de Ejea

Esta ruta une varios itinerarios señalizados que nos harán llegar al Rincón de las Rayas, lugar donde se inicia el recorrido por el barranco que forma El Rallón y La Raya.

Es conveniente visitar antes la Web de Bardenas, porque según la temporada del año hay parajes por los que está prohibido pasar.

Comienza la ruta en el kilómetro diecisiete de la carretera que une Arguedas con Ejea de los Caballeros, prácticamente en la Bardena Negra. Conoceremos pronto el sitio porque veremos dos señalizadores y podremos aparcar el coche fácilmente.

Tendremos que cruzar la carretera y empezar rodar por el Itineario 5 que nos hará pasar por delante de La Nasa y el Castillo de la Estaca, poco después abandonaremos este recorrido y seguiremos por el itinerario de Gran Bardena.

Descenderemos por la Loma de la Madera ya hacia la Bardena Blanca, por una pista en buen estado que luego tendremos que ascender.

Llegamos a la pista que bordea el polígono de tiro de los militares y rodaremos por ella hasta llegar al Rincón de la Rayas y comenzar así el tramo más espectacular de la excursión.

Grandes muros de piedra nos flanquean, y por una senda ancha llegaremos hasta el comienzo de la subida al Rallón, el comienzo no es ciclable pero quitando este trozo lo demás no tiene gran dificultad.

Sin embargo las vistas tanto en la subida como desde arriba son espectaculares gran parte de la Bardena está a nuestros pies, veremos la senda que seguiremos luego y que nos hará llegar a la Bajada de los Ciervos.

La Raya, Pisquerra, al fondo la Plana de la Negra... Antes de descender de El Rallón podemos rodar por una senda que bordea su límite y todavía apreciaremos mejor donde estamos. Una vez que hemos descendido seguimos nuestro recorrido por el barranco, saldremos de él para tomar una senda que zigzagueando llegará a la Bajada de los Ciervos, otro lugar espectacular de visitar.

Descenderemos este paso técnico y seguiremos por sendas hasta llegar de nuevo a la pista perimetral y regresar al punto de partida por el mismo camino que a la ida, más exigente porque nos tocará subir.